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Receta: Pan de Trigo Sarraceno Remojado y Yuca, Sin Gluten

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Pan de Trigo Sarraceno Remojado y Harina de Yuca Sin lugar a dudas, una de las peticiones más populares que recibo en el blog, es la de recetas de pan sin gluten. Pero eso sí, no cualquier receta, sino una receta de pan como el de antes. De hecho, esta petición se me suele presentar más bien en forma de súplica. “Por favoooooor, podrías publicar una buena receta de pan”. Si acabas de comenzar con este estilo de alimentación, tienes niños (y no tan niños), familiares que no se resignan a dejar de comer pan pero quieres intentar que al menos éste sea más saludable para ellos, o sencillamente de vez en cuando te apetece volver a untar ese paté o sobrasada de cerdo ibérico en una deliciosa rebanada, o prepararte un pan tumaca… Si es así, sigue prestando atención.
Pan casero fácil sin gluten Y es que todos sabemos que la mayoría de recetas de panes sin gluten que nos encontramos por ahí, pueden servir para un apaño, posiblemente queden medianamente aceptables cuando se tuestan sus rebanadas, pero ni la textura ni el sabor se acercan tan siquiera al del pan que todos conocíamos. Tiran más a bizcocho, se desmigan al cortar, son arenosos, se quedan secos en unas horas, o son grasientos y saben a huevo… Una de las mayores quejas que escucho es precisamente esa: la frustración de usar y desperdiciar ingredientes caros para conseguir resultados que, con suerte, son simplemente pasables. Sólo queremos una hogaza de pan fresco, que no necesite tostarse y que se mantenga fresco en la encimera durante al menos 3 días. ¿Es mucho pedir? No. Por supuesto que no.
Pan Sin Gluten de Trigo Sarraceno y Yuca En realidad, no echo de menos el pan. Al menos no a diario. Y eso que yo era una de esas personas que preparaba pan casero todas las semanas. Pero de vez en cuando sí que puedo apreciar un buen pan, y durante la época invernal en ocasiones entra la nostalgia y el anhelo por una hogaza de pan recién horneado. De repente, te estás imaginando ese olor que invade tu casa, ¿verdad? No te preocupes, te guardo el secreto. Y no sólo eso, sino que me siento muy feliz de poder compartir contigo la mejor receta que he elaborado hasta le fecha, para que tú también puedas disfrutar de un buen pan, crujiente, elástico, un poco ácido (que recuerda a los panes de masa madre) y que te durará en buen estado durante casi una semana. Este pan cumple y supera todas mis expectativas. Está claro que no necesitas gluten para disfrutar de un buen pan. Sólo necesitas hacer un par de cosas: Pan con semillas sin gluten

DEJA DE LADO TUS EXPECTATIVAS

A pesar de que hoy estamos hablando de hornear panes, lo que te digo a continuación se podría aplicar a otras situaciones de la vida, pero esto lo dejaremos para otra entrada. Si antes de eliminar el gluten de tu alimentación solías hornear (bizcochos, galletas, panes…) es muy probable que lo hayas hecho siempre de la misma manera: con tu bolsa de harina del super y a correr. Era sencillo, incluso mecánico. No había que pensar.
Cuando empezamos a hacer masas sin gluten, esperamos que el proceso sea exactamente el mismo, sólo que con distintas harinas. ¿Pero sabes qué? Como con casi todo en la vida, estas expectativas te van a hacer daño.
Para que la masa de pan sin gluten se hornee correctamente, debe tener la consistencia de una masa de magdalenas o bizcocho. La primera vez que hagas un pan de este tipo, lo mirarás y pensarás: “esto no está bien.” Y añadirás más harina. Y luego acabarás con un pan tan denso y duro que podrás usarlo como arma defensiva si te asalta un ladrón en tu cocina.
Así pues, olvídate de tus expectativas y empieza de cero. Pan trigo sarraceno fermentado

NORMALMENTE TENDRÁS QUE COMBINAR HARINAS

Muchos principiantes en el mundo de las masas sin gluten se equivocan al pensar que podemos utilizar una única harina para reemplazar la harina de trigo en este tipo de elaboraciones. Sí que encontrarás recetas en las que no tendrás que usar más que un tipo de harina, como este brownie, o este otro. Otro ejemplo serían las galettes sarrasin, unas tradicionales crêpes bretonas, elaboradas con un único ingrediente: trigo sarraceno fermentado.
Sin embargo, normalmente tendrás que combinar al menos 2 harinas para obtener una mezcla que funcione bien en masas sin gluten. La harina de trigo no consiste únicamente en proteína,  sino que es una parte proteína y una parte almidón. Por ello es necesario mezclar harinas altas en proteína con almidones. Estas últimas no aportan un valor nutricional, pero ayudan a dar elasticidad y cuerpo a las masas, además de permitir que se inflen o leuden mejor. Tostadas de pan de trigo sarraceno

JUEGA

Te vas a equivocar. ¡Claro que sí! Es divertido. Y esto ocurre con todo lo que hacemos. ¿O acaso has nacido sabiendo hacer todo lo que haces ahora? Se dice que la práctica hace al maestro.
¿Por qué piensas que todo esto de las masas te tiene que salir bien a la primera? Puede ser que antes se te daba bien hacer pastelillos con harina de trigo. Pero recuerda: olvídate de esas expectativas. Ponte en la mente del principiante. Aprende cómo son las nuevas texturas de las masas sin gluten. No te desanimes cuando saques unas galletas realmente feas del horno. Lo más seguro es que estén buenas. A tu familia no le importará. Y si no es así, utiliza esa experiencia como aprendizaje. Aprendemos de nuestros fracasos. Cuando nos equivocamos, es la mejor ocasión para descubrir por qué razón ha salido mal. Y remediarlo.
Así que mantén la mente abierta. ¿Qué es lo peor que te puede ocurrir? ¿Que tengas que tirar una hornada de galletas? Se me ocurren cosas peores. Así que juega. Equivócate. Aprende de tus errores. Disfruta. Ríete. De verdad, ríete mucho. Y vuelve a intentarlo.
Hogaza de pan sin gluten Nota: Esta receta requiere una preparación previa (24 horas antes) para remojar la harina de trigo sarraceno con el agua y el kefir (o sustituto). Para leer más acerca de este proceso, pincha aquí. Tu pan no sólo será mucho nutritivo, y notarás que te saciará más, sino que este proceso también le aportará aire y esponjosidad a tu  masa.

4.8 from 21 reviews
Receta: Pan de Trigo Sarraceno Remojado y Yuca, Sin Gluten
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Este pan se guarda bien en un paño a temperatura ambiente durante al menos 5 días, pero si piensas que vas a tardar más en terminarlo, córtalo en rodajas y congélalo.
Ingredientes
  • 300 gr de harina de trigo sarraceno (certificada sin gluten aquí y aquí)
  • 250 ml de agua
  • 110 ml de kefir, yogur o buttermilk (si no quieres o no puedes tomar lácteos, sustituye por 80 ml de agua y 30 ml de zumo de limón o vinagre de manzana)
  • 2 huevos, temperatura ambiente
  • 2 cucharadas soperas de aceite de oliva
  • 1 cucharada sopera de vinagre de manzana
  • 2 cucharaditas de sal
  • 200 gr de harina de yuca
  • 1 sobre de levadura de panadería
  • 1 cucharadita de miel (opcional, ayuda a la levadura y también es higroscópica – absorbe la humedad del aire – por lo que hará que tu pan endurezca más lentamente)
  • semillas de girasol, calabaza, linaza, sésamo, etc. (opcional)
  • o tomate seco picado, aceitunas negras picadas, hierbas. etc. (opcional)
Instrucciones
  1. Mezcla bien la harina de trigo sarraceno con el agua y el kefir y deja reposar en un cuenco tapado durante al menos 24 horas.
Instrucciones para horno convencional
  1. Pasado este tiempo de remojo, añade los huevos, aceite, vinagre y miel y mezcla bien en una batidora, o a mano (con energía).
  2. Agrega la harina de yuca, sal y levadura y vuelve a batir con fuerza.
  3. Si vas a añadir ingredientes opcionales (semillas, etc.) mézclalos con cuidado usando una cuchara.
  4. Tapa el cuenco y deja reposar en un lugar cálido hasta que doble su volumen. Esto puede tardar entre 1 y 2 horas, pero depende de la temperatura ambiente, la altitud, temperatura de tus ingredientes y otros factores.
  5. Pasado este tiempo, vuelca la masa en tu molde para pan, tápalo con un paño limpio y déjalo reposar en un lugar cálido y sin corrientes para que pueda subir (normalmente entre 1 y 2 horas). No dejes que la mezcla suba demasiado o se hundirá durante el horneado.
  6. Hornea en el horno precalentado a 220ºC, calor arriba y abajo (190ºC con aire) durante aproximadamente 30 minutos.
  7. Saca del molde cuando esté hecho. Tiene que sonar a hueco cuando se golpea la parte inferior. Si quieres que la corteza quede más crujiente, hornea 5 minutos más sin el molde.
Instrucciones para máquina panificadora
  1. Después del tiempo de remojo, añade todos los ingredientes (salvo semillas, etc.) en tu panificadora en el orden recomendado por el fabricante (normalmente, los ingredientes húmedos van primero, seguidos por los secos).
  2. Selecciona el programa para pan integral, y añade semillas u otros ingredientes opcionales cuando suene la indicación.

Mini Receta: Costillas de Cerdo Ibérico a la Barbacoa (Slow Cooker)

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Costillas de cerdo ibérico a la barbacoa en slow cooker La mini receta que hoy os traigo es la consecuencia de una necesidad imperiosa de vaciar el arcón para la próxima matanza del cerdo ibérico de bellota, la perspectiva de un fin de semana soleado y relajado, y la improvisación en la cocina. Me encanta cuando se reúnen todas las condiciones para, casi sin quererlo, lograr un resultado perfecto. A eso lo llamo yo fluir (sobre todo cuando fluye suavemente hacia tu estómago mientras te lo comes :-D ).
La costilla de cerdo ibérico es menos carnosa que la de cerdo blanco, pero el sabor que aporta a la hora de cocinarla es muy superior. También es una costilla mucho más grasa que la del cerdo blanco, por ello me encanta usar la slow cooker para cocinarla y prepararla, y no como un guiso tradicional. Mi idea era la de crear una versión de costillas a la barbacoa con la misma textura, melosa y que se cae del hueso, que su contrapartida, asada a la parrilla. Para desarrollar ese exterior crujiente y ligeramente “chamuscado” de las barbacoas auténticas, colocamos las costillas ya cocinadas bajo el grill del horno, pincelándolas con salsa barbacoa hasta que se van caramelizando.
Recomiendo probar esta receta con costilla de cerdo ibérico de bellota (y muy pronto tendremos la oportunidad de volver a hacernos con esta maravillosa carne), pero por supuesto que podéis hacerla con un costillar de cerdo blanco. Eso sí, aconsejo que éstos no sean demasiado grandes ya que de lo contrario se hace complicada su colocación en la slow cooker.

5.0 from 4 reviews
Mini Receta: Costillas de Cerdo Ibérico a la Barbacoa (Slow Cooker)
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 4 personas
Ingredientes
  • 3 cucharadas soperas de pimentón dulce
  • 2 cucharaditas de azúcar de coco
  • 1 cucharadita de chile chipotle (meco) en polvo
  • Sal y pimienta
  • 2 kilos de costilla de cerdo ibérico de bellota
  • 200 gr de tomate concentrado
  • 2 cucharadas soperas de miel
  • 1 cucharadita de ajo en polvo
  • 1 cucharadita de cebolla en polvo
  • 3 cucharadas soperas de vinagre de manzana
  • 1 cucharada sopera de tamari sin gluten
  • ½ cucharadita de cayena en polvo
  • ½ cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de humo líquido (opcional)
Instrucciones
  1. Mezcla el pimentón, azúcar de coco, chile chipotle, ½ cucharada de sal y ½ cucharada de pimienta y masajea las costillas con esta mezcla. Se pueden meter directamente en la slow cooker, pero recomiendo refrigerarlas una noche entera para que los sabores penetren mejor la carne.
  2. Coloca los costillares de pie en la slow cooker, con la parte carnosa hacia el exterior.
  3. Mezcla el resto de los ingredientes en un bol y echa esta mezcla sobre las costillas. Coloca la tapa y cocina hasta que estén tiernas, unas 6 horas en low. (Para un costillar de cerdo blanco entre 6 y 8 horas)
  4. Enciende el horno, posición grill. Con cuidado, traslada las costillas, con la parte carnosa hacia abajo, a la rejilla del horno colocada encima de una bandeja. Echa la salsa de cocción de las costillas a una cazuela y retira el exceso de grasa de la superficie con una cuchara grande.
  5. Reduce la salsa a fuego medio, unos 20 minutos. Ajusta el punto de sal si fuera necesario.
  6. Pincela las costillas con la salsa y coloca bajo el grill del horno, unos 3 – 4 minutos. Dales la vuelta a las costillas, pincela con la salsa y vuelve a colocar bajo el grill, entre 10 y 12 minutos, pincelando con más salsa una o dos veces más.
  7. Deja que descansen 5 – 10 minutos y sirve con la salsa que te ha quedado.
Indicaciones para preparar esta receta sin slow cooker
  1. Después de adobar las costillas, cocínalas en una cazuela con tapa que se pueda meter al horno (dutch oven, cocotte de hierro fundido, cazuela de cerámica con tapa) a unos 140 – 150 grados, aproximadamente 4 – 5 horas, y continuar a partir del paso 4.

Mini Receta: Pollo Frito al Kefir con Acelgas Rojas a la Crema

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Pollo Frito al Kefir con Acelgas Rojas a la Crema Al final de una larga jornada, lo que queremos es cenar algo reconfortante. Algo sencillo, casero y acogedor. Una cena que reúna a toda la familia, y nos haga sonreír, de dentro afuera. Y este plato rápido, fácil y nutritivo nos ofrece todo eso y más. Es una versión de la receta sureña Buttermilk Fried Chicken, que sustituye el buttermilk por kefir (porque es lo que habitualmente tenemos a mano en casa), y que en lugar de freír el pollo en freidora, se fríe en sartén y se termina con unos minutos de horno, obteniendo un pollo crujiente por fuera y muy jugoso por dentro. Otra diferencia con las versiones tradicionales es que no se marina durante horas en la leche fermentada, sino que se prepara en el momento. Pero si tienes tiempo, te animo a experimentar marinando el pollo en kefir (o yogur, o buttermilk) durante toda la noche.
El acompañamiento también es una versión de una receta típica de la cocina sureña americana, Creamed Collard Greens. En esta ocasión he usado acelga roja, pero puedes hacerla con acelga verde, hojas de berza o incluso espinacas.

5.0 from 3 reviews
Mini Receta: Pollo Frito al Kefir con Acelgas Rojas a la Crema
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 2 personas
Ingredientes
Acelgas Rojas a la Crema
  • Medio manojo de hojas de acelga roja, sin penca
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • ½ cebolla, picada
  • 1 diente de ajo, prensado
  • 375 ml de leche de coco (o nata)
  • ½ cucharadita de sal
  • 120 ml de caldo de pollo
Pollo Frito al Kefir
Instrucciones
Acelgas Rojas a la Crema
  1. Pon a hervir una cazuela de agua con una pizca de sal.
  2. Lava las hojas de acelga y ponlas una encima de otra sobre una tabla de cortar. Enróllalas a lo largo para formar un cigarro y corta en sentido transversal para conseguir tiras finas.
  3. Pon las tiras de acelga en el agua hirviendo y blanquea durante 2 minutos. Échalas a un colador y reserva.
  4. Funde la mantequilla en una cazuela a fuego medio. Pon la cebolla y cocina hasta que se vuelva transparente, unos 3 minutos. Añade el ajo y cocina hasta que desprenda su aroma, aproximadamente 1 minuto.
  5. Añade 250 ml de leche de coco. Reduce la temperatura y cocina a fuego lento, removiendo de vez en cuando, hasta que la leche de coco haya reducido y espesado, unos 10 minutos. Añade la sal.
  6. Pon las acelgas en la salsa. Usando una batidora de mano, pica las hojas hasta que estén en trozos pequeños. (También puedes pasarlo a un procesador de alimentos, triturar y volver a meter la mezcla en la cazuela)
  7. Cocina a fuego medio-bajo durante unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando. Añade el caldo de pollo y los 125 ml restantes de leche de coco. Remueve para mezclarlo y cocina a fuego medio durante 10-15 minutos, hasta que se haya vuelto a espesar.
Pollo Frito al Kefir
  1. Precalienta el horno a 200 ºC.
  2. Salpimenta ambos lados del pollo con ½ cucharadita de sal y una pizca de pimienta negra.
  3. Bate el kefir y el huevo en un plato hondo. Combina la harina de yuca con la cayena, ½ cucharadita de sal y una pizca de pimienta negra en un plato.
  4. Calienta el aceite en una sartén que puedas llevar al horno (me gustan las de hierro fundido de Le Creuset y las de De Buyer). Si no tienes, podrás poner el pollo en una fuente para el horno en el paso 6.
  5. Pasa el pollo por la mezcla de kefir y luego reboza en la harina condimentada.
  6. Pon las pechugas con cuidado en el aceite caliente y cocina 2 minutos en cada lado. Lleva la sartén al horno (o traslada las pechugas a una fuente para el horno) y ásalas hasta que se hayan cocinado pero sigan estando jugosas, entre 6 y 8 minutos, dependiendo del grosor del pollo.

Mini Receta: Porridge o Gachas de Amaranto con Leche de Coco y Arándanos

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Porridge o gachas de amaranto con leche de coco y arándanos Los termómetros están descendiendo, ayer incluso nos cayó una buena nevada, y es el tiempo perfecto para disfrutar de un desayuno caliente, cremoso y reconfortante. El amor por el porridge, o las gachas, es algo que desarrollé durante los 10 años en los que estuve viviendo en Londres, y todavía hoy hay ocasiones en las que me apetece desayunar esta preparación típica escocesa, en especial en una de esas mañanas de pijama, fría y perezosa.
En nuestro caso, vamos a cambiar los copos de avena por amaranto en grano, un pseudocereal sin gluten, fácil de cocinar y con un perfil nutricional bastante interesante. Estas semillas están repletas de proteína, son ricas en lisina (un aminoácido esencial cuyo contenido es muy bajo en otros cereales y pseudocereales). La lisina cumple una función importante en el crecimiento, convirtiendo carnitina, ayuda al cuerpo a absorber calcio y es esencial en el desarrollo del colágeno. Además, contiene una variedad de nutrientes que incluyen la vitamina B6, tiamina, niacina, riboflavina y calcio, y su contenido en carbohidratos es relativamente bajo en comparación con otros cereales y pseudocereales sin gluten.
Gachas de amaranto con leche de coco, desayuno sin gluten El amaranto tiene una textura similar a los grits, gachas de maíz o polenta, pero también se puede usar para hacer palomitas. Otra idea es utilizarlo para elaborar granolas y mezclas de frutos secos y semillas. Al cocinarse se vuelve cremoso y algo gelatinoso, formando una mezcla en la que las semillas no se pueden separar de forma individual como en el caso de la quinoa. Por ello, el amaranto es el candidato perfecto para hacer unas gachas.
De la misma manera que hago con otros granos, semillas y frutos secos, pongo a remojar el amaranto para neutralizar el ácido fítico y antinutrientes que pueden dificultar la digestión. Si quieres aprender más acerca del por qué y cómo remojar, fermentar y germinar, te aconsejo que te hagas con el libro Nourishing Traditions, de Sally Fallon.

5.0 from 3 reviews
Mini Receta: Porridge o Gachas de Amaranto con Leche de Coco y Arándanos
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 2
Ingredientes
Instrucciones
  1. Remoja el amaranto en agua la noche anterior (hasta 24 horas antes)
  2. Por la mañana, cuela y enjuágalo en un colador de malla fina. Ponlo en una cazuela, junto con la leche de coco, la sal y el interior de la vaina de vainilla, o las especias de tu elección, calienta hasta que comience a hervir, removiendo de vez en cuando, y reduce a fuego medio-bajo.
  3. Cocina durante unos 20 minutos, sin dejar de remover con una cuchara para que no se pegue, hasta que haya espesado, asemejándose a las gachas, y el amaranto se haya vuelto transparente. Puedes añadir líquido adicional durante el proceso (leche o agua), el amaranto seguirá absorbiéndolo.
  4. Pon los arándanos y la miel en otra cazuela, a fuego medio, hasta que se calienten y adquieran un aspecto similar al de la mermelada.
  5. Sirve las gachas en un bol con los arándanos por encima, y un chorrito adicional de leche de coco o nata.

Mini Receta: Hamburguesas Rellenas de Queso con Tomate Seco y Cebolla Balsámica Caramelizada

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Hamburguesa rellena de queso con tomate seco y cebollas balsámicas caramelizadas En la mini receta de hoy vamos a unir dos culturas, la americana con la italiana. Y de paso vamos a imbuir a nuestro plato de los regustos del verano, con ese tomate secado al sol, que nos permite capturar un sabor mucho más intenso, y cocinando las hamburguesas en una sartén parrilla (yo uso ésta de Le Creuset). Si no la tienes, no te preocupes, también podrás hacerlas en una sartén normal. No sólo eso, sino que en lugar de llevar el queso por fuera, esta hamburguesa lo lleva en su interior, y a quién no le gusta encontrarse con una sorpresa de este tipo, fundida y rebosante al cortarla por la mitad.
Para cocinar las cebollas, lo único que necesitaremos, aparte de su ingrediente principal, es un vinagre balsámico que en su etiquetado no contenga caramelo (E150D), y paciencia para que la cebolla pueda desarrollar su propio dulzor en la sartén. No hace falta añadirle nada más.

5.0 from 4 reviews
Mini Receta: Hamburguesas Rellenas de Queso con Tomate Seco y Cebolla Balsámica Caramelizada
 
Para: 2
Ingredientes
Ingredientes para las hamburguesas
  • 500 gr de carne de vaca picada
  • 1 cebolla pequeña, rallada
  • 30 gr de tomate seco en aceite, escurrido y picado fino
  • 2 cucharaditas del aceite de los tomates
  • 2 cucharadas de albahaca fresca, picada fina o 2 cucharaditas de albahaca seca
  • ¾ de cucharadita de sal
  • 80 gramos de queso tipo mozzarella o similar (en este caso he utilizado el queso del país de O Alle), cortado en cubos pequeños
Ingredientes para la cebolla balsámica caramelizada
  • 1 cebolla grande, en juliana (cortada en tiras finas)
  • 2 cucharadas de vinagre balsámico
Instrucciones
  1. Mezcla la carne picada, la cebolla, los tomates y su aceite, la albahaca y la sal en un recipiente grande, combinando bien con las manos, y deja que la mezcla repose durante unos 20 minutos a temperatura ambiente.
  2. Forma 4 bolas del mismo tamaño, haz una hendidura en cada una de ellas e introduce el queso. Séllalo y aprieta para formar las hamburguesas con un grosor de aproximadamente 2,5 cm. Pincélalas por los dos lados con un poco de aceite de oliva.
  3. Calienta una sartén parrilla (preferentemente de hierro fundido) a fuego medio. Cuando haya alcanzado temperatura, coloca las hamburguesas y cocina hasta que se hayan hecho y el queso se haya fundido, aproximadamente 8 – 10 minutos en total. Para comprobar si el queso se ha fundido, mete un palillo en el centro; si el queso se ha fundido, se quedará pegado al palillo.
Cebolla Balsámica Caramelizada
  1. Calienta un par de cucharadas de aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Añade la cebolla y saltea hasta que esté blanda y comenzando a dorarse, unos 10 – 15 minutos. Añade el vinagre, salpimenta, baja la temperatura y continua cocinando a fuego lento hasta que la cebolla se haya vuelto de un color marrón oscuro, removiendo de vez en cuando, unos 20 – 25 minutos. Se puede preparar con antelación y volver a calentar antes de servir.

Mini Receta: Sopa de Tomate Estilo Gujarat

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Sopa de Tomate Estilo Gujarat ¿Hay algo más agradable y reconfortante que un buen bol de sopa caliente? Durante mi época de estudiante en Londres, los tea/dinners (o lo que es lo mismo, la cena británica a las 6 de la tarde) de los sábados eran especiales; en lugar de bajar a la escuela para cenar, nos dejaban hacerlo en el salón de la residencia donde, durante el resto de la semana, nos tenían prohibido meter comida. Cada una de nosotras se armaba con un plato en el que apilaba sandwiches de pan de molde sin corteza, cortados en cuartos, salt & vinegar chips (patatas fritas de bolsa, sabor sal y vinagre) y un vaso desechable de plástico de sopa de tomate Campbell’s (¡Oh.My.God!). Nos apoltronábamos en los ajados sofás y mojábamos los trozos de sandwich en la sopa dulzona mientras veíamos Gladiators en la tele. Era un momento de relax que anhelábamos después de una semana repleta de exigencias, y todavía hoy, después de tantos años, la sopa de tomate sigue produciendo en mí esa misma sensación de confort y de relax.
Claro que ya no es la misma sopa. He unido este recuerdo de juventud con otro que también procede de mis años londinenses, la gastronomía de la India, para obtener una combinación que resulta muy difícil de superar.
Sopa de Tomate con Especias Indias Ésta es una receta fácil de preparar y sencillamente deliciosa, como un abrazo reconfortante en un bol, con un toque exótico que no dejará indiferente a nadie.
Un ingrediente que quizás os pueda resultar desconocido o al menos llamar la atención, es el fenogreco. Esta semilla, además de la planta en fresco, se utiliza ampliamente en la cocina Hindú, aunque también nos la podremos encontrar en platos del Norte de África y de Oriente Medio. Se utiliza en numerosas mezclas de curry, rubs o adobos en seco para la carne, y en algunas recetas de pan. También se puede espolvorear un pellizco de esta especia sobre el yogur, las verduras o en algunas salsas. Aparte de sus cualidades culinarias, el fenogreco también se utiliza extensamente como estimulante de la lactancia materna.
Como curiosidad, se dice que cada tanto, un aroma dulzón a sirope de arce invade la ciudad de Manhattan. Resulta que es fenogreco, que está siendo procesado en una fábrica de saborizantes en New Jersey, para convertirse en el componente aromático del sirope de arce artificial. ¡Así que, a pesar de que posiblemente ésta sea la primera vez que oyes hablar del fenogreco, es muy probable que en algún momento lo hayas probado bajo esta forma!
En cuanto a la passata, por supuesto que durante los meses de verano dispondremos de la abundante cosecha del huerto para elaborar la nuestra propia, pero el resto del año podemos seguir disfrutando de esta sopa, usando una passata comercial de calidad.

5.0 from 4 reviews
Mini Receta: Sopa de Tomate Estilo Gujarat
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 3 – 4 personas
Ingredientes
Instrucciones
  1. Calienta el ghee en una cazuela a fuego medio – alto. Cuando esté caliente, añade las semillas de mostaza, comino y fenogreco, y remueve con una cuchara de madera hasta que comiencen a saltar. Cuidado porque será cuestión de segundos.
  2. Baja inmediatamente el fuego a medio – bajo y añade la passata, removiendo sin parar, seguida del caldo.
  3. Agrega las hojas de albahaca o de curry, la cúrcuma, la cayena, la sal y el azúcar de coco. Lleva a ebullición y luego baja la temperatura para cocinar a fuego lento durante 25 – 30 minutos.
  4. Si deseas espesar un poco la sopa, apaga el fuego, mezcla la harina de yuca con un poco de agua y añade esta mezcla a la sopa. Incorpora la nata, si lo deseas.
  5. Para servir, puedes hacerlo tal cual está (recomendaría sacar las hojas de albahaca o curry, si las has usado) o colarla para retirar las semillas. Si quieres, añade una cucharadita de crème fraîche en cada bol y decora con hojas de albahaca fresca.

Mini Receta: Solomillo de Cerdo Ibérico de Bellota con Adobo de Café y Salsa de Arándanos con Bacon

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Receta de Solomillo de Cerdo Ibérico con Café y Salsa de Arándanos y Bacon ¿Cerdo con más cerdo? Yo sin duda me apunto. Y es que somos pocos los que nos podemos resistir a una receta que añade bacon a una carne de primera como es el cerdo ibérico de bellota.  Además, la receta de hoy es tan suculenta y atractiva, como sencilla de preparar, y te hará quedar bien, tanto si la vas a servir en una comida informal de fin de semana, como en una cena de compromiso.
El café y el pimentón del adobo le aportan al cerdo una costra con un toque ahumado que nos trae el recuerdo de las barbacoas veraniegas, mientras que el sellado en la sartén nos ayudará a mantener el solomillo jugoso en su interior. Lo que termina de elevar este delicioso plato a otra dimensión es, sin duda alguna, la salsa de arándanos y bacon: dulce, salada, agria, ahumada, espesa y con un contrapunto crujiente. Los dos elementos de la receta forman un conjunto perfecto, pero una vez hayas probado esta salsa, estoy segura de que querrás añadírsela a todo.

5.0 from 2 reviews
Mini Receta: Solomillo de Cerdo Ibérico de Bellota con Adobo de Café y Salsa de Arándanos con Bacon
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Puedes preparar la salsa con antelación, siempre y cuando mezcles el bacon crujiente en el último momento antes de servir.
Para: 4 personas
Ingredientes
Salsa de arándanos con bacon
  • 75 gr de bacon cortado en lardones
  • 2 chalotas pequeñas, picadas
  • 60 ml de Pedro Ximénez
  • 200 gr de arándanos, frescos o congelados
  • El zumo y la ralladura de una mandarina, o de media naranja
  • 2 cucharadas soperas de vinagre balsámico
  • ¼ de cucharadita de chile chipotle en polvo (opcional)
Solomillo de cerdo ibérico con adobo seco de café
  • 2 solomillos de cerdo ibérico
  • 1 cucharada de café, molido
  • 1 cucharadita de pimentón
  • ½ cucharadita de cayena en polvo
  • 2 cucharaditas de sal
Instrucciones
Salsa de arándanos con bacon
  1. Fríe el bacon en una cazuela a fuego medio-bajo hasta que esté crujiente. Retíralo a un papel de cocina, dejando la grasa en la cazuela.
  2. Saltea las chalotas a fuego medio, hasta que estén doradas, unos 5 minutos. Añade el Pedro Ximénez y cuando haya evaporado ligeramente, mezcla el resto de ingredientes, excepto el bacon. Cocina a fuego medio hasta que los arándanos se hayan reventado y la salsa haya espesado, unos 20 – 25 minutos.
  3. Si lo deseas, puedes triturar la salsa o dejarla tal cual. Manténla caliente hasta la hora de servir, y añade el bacon reservado en el último momento, para que su textura permanezca crujiente. Ajusta el punto de sal, teniendo en cuenta que el bacon es salado.
Solomillo de cerdo ibérico con adobo seco de café
  1. Precalienta el horno a 200 grados.
  2. Mezcla el café, pimentón, cayena y sal en un bol y masajea los solomillos con este adobo.
  3. Calienta una sartén-parrilla de hierro fundido (yo uso una así) a fuego alto durante 5 a 10 minutos. Si no tienes, también puedes usar una parrilla o sartén normal.
  4. Cocina los solomillos hasta que estén sellados por cada lado antes de darles la vuelta, unos 2 minutos.
  5. Transfiérelos al horno para que se terminen de cocinar. El tiempo dependerá del grosor del solomillo, pero no suele tardar más de 10 minutos. La mejor forma de saber el punto óptimo es utilizando un termómetro con sonda (lo venden en Ikea por menos de 10€). Para ello, se introduce la sonda en la parte más gruesa y se saca cuando ésta llegue a 64ºC
  6. Retira los solomillos del horno, tápalos y deja que reposen durante 5 – 10 minutos antes de cortarlos en diagonal y servirlos con la salsa.

Mini Receta: Patatas Asadas Ultra Crujientes

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Receta: Patatas Asadas Ultra Crujientes Uno de mis grandes retos en esta vida es intentar dejar de ser tan perfeccionista, pero la verdad es que es imposible cocinar patatas asadas, o roasties como se les llama en el Reino Unido, sin la necesidad de que éstas sean perfectas. Esto significa suaves, dulces y esponjosas por dentro y con una costra marrón-dorada y crujiente por fuera. Y es extraño, pero da igual los éxitos culinarios que hayas tenido, poco importa todas las técnicas culinarias que hayas llegado a dominar, no hay nada que nos pueda dar más satisfacción y sensación de éxito que cocinar una buena bandeja de patatas asadas.
Hay pocas cosas tan reconfortantes como una pila de patatas doradas y crujientes. En Inglaterra se suelen servir en la tradicional comida asada del domingo, pero no es necesario esperar al domingo para disfrutar de ellas.

Hay cuatro cosas que tienen una gran importancia y que son las que marcan la diferencia:

1) La elección de las patatas. Para conseguir esa patata crujiente que buscamos, tenemos que utilizar una patata que se deshace y se vuelve harinosa cuando se cuece.
2) Luego está el tamaño, la idea es cortarlas, para optimizar la relación de exterior crujiente a suavidad interior, al tamaño aproximado de una pelota de golf. Ni mucho más grandes ni mucho más pequeñas.
3) Darles un buen meneo a las patatas en la cazuela, después de cocerlas parcialmente, para que los bordes se vuelvan rugosos y harinosos. Y luego dejar que se sequen un poco. Esto las convierte en una gran opción para preparar con antelación, ya que podrás sancocharlas por la mañana y asarlas antes de servir.
4) Y finalmente, y posiblemente lo más importante, la calidad y la temperatura de la grasa. Si ésta no está realmente caliente, olvídate. Y como la grasa de cerdo, o lo que es lo mismo, la manteca (de cerdo ibérico de bellota, of course – con esto sí que no lo hacen los ingleses) aguanta muy bien la temperatura y además está deliciosa, se ha convertido en mi elección de preferencia para esta preparación. Otra opción igualmente deliciosa sería la grasa de oca. También utilizo un poco de aceite de oliva para que se vuelvan todavía más crujientes.

Puedes aderezarlas como más te guste, a mí me encanta la combinación de las patatas con sumac (ver mi ensalada de patatas con sumac al final de esta entrada) y ajo. Sólo recuerda que si utilizas hierbas secas las deberías de añadir al principio, y si las vas a usar frescas, recomiendo que las añadas en el último cuarto de hora.

5.0 from 4 reviews
Mini Receta: Patatas Asadas Ultra Crujientes
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 6 personas
Ingredientes
  • 1 kg de patatas harinosas, peladas y cortadas en cuartos (del tamaño aproximado de una pelota de golf)
  • Sal, al gusto
  • 4 cucharadas de manteca de cerdo o grasa de oca
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 6 dientes de ajo, sin pelar y machacados con el cuchillo
  • 1 o 2 cucharadas de sumac
Instrucciones
  1. Precalienta el horno a 220 ºC. Cuece las patatas en agua con sal durante unos 5 – 7 minutos. El exterior debería de estar blando pero el interior tendría que permanecer firme.
  2. Pon la manteca y el aceite de oliva en la bandeja de horno (escoge una bandeja en la que todas las patatas caben bien en una capa, sin montarse, y pueda circular el aire), y métela en el horno durante 10 – 15 minutos hasta que esté bien caliente.
  3. Cuela bien las patatas y vuelve a meterlas en la cazuela. Echa una cantidad generosa de sal, pon la tapa y dale un buen meneo, de arriba a abajo y de lado a lado. Descansa un poco y vuelve a darle otro meneo hasta que veas los bordes de las patatas bien machacados. Esto es lo que hará que se vuelvan crujientes.
  4. Saca la bandeja del horno y mete con cuidado las patatas, moviéndolas bien con una cuchara para que se cubran por todos los lados con la grasa. Si la grasa está bien caliente, debería de chisporrotear bastante. Añade los dientes de ajo y transfiere la bandeja al horno.
  5. Asa las patatas durante aproximadamente 50 – 60 minutos, dándoles la vuelta una o dos veces durante la cocción.
  6. Cuando estén hechas y doradas a tu gusto, sácalas del horno, espolvorea con el sumac y remuévelas para que se reparta bien el condimento.

Receta: Buñuelos de Taro Rellenos de Cerdo Ibérico de Bellota y Setas

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Receta: Buñuelos o dumplings de taro rellenos de cerdo y setas Taro morado. Esa raíz que ya muchos vamos conociendo (especialmente los seguidores de Paul Jaminet y su Perfect Health Diet) y que nos sorprende, tanto por su sabor a nuez y ligeramente dulzón, como por su textura tan crujiente cuando se utiliza para hacer chips o bastoncitos, fritos o asados con alguna buena grasa. A muchos os puede sonar el taro, malanga o eddo, de verlos en algunas fruterías latinas, unas raíces del tamaño de un kiwi o un poco más grandes y algo peludos por fuera. Pero el taro morado, que sólo podemos conseguir entre el invierno y la primavera es algo bien distinto. Estas raíces no suelen pesar menos de 1 kilo y pueden alcanzar los 4 kilos o más, tienen una piel marrón más brillante y lisa, pero lo mejor está en su interior: de color crema y con puntos morados, es un auténtico deleite para la vista y para el paladar.
Si tienes la suerte de poder conseguir una de estas raíces, lo primero que tienes que hacer con ellas son unas chips o “patatas” paja fritas en la mejor manteca de cerdo ibérico de bellota (y si la has hecho tú, mejor que mejor) y servirlas con cualquier salsa, dip, guacamole, para untar en las cremosas yemas de tus huevos fritos o para acompañar cualquiera de esas delicias que preparas habitualmente.
Raíz de taro morado Pero si eres de esos intrépidos, a los que les gusta experimentar y complicarse la vida de vez en cuando, quizás quieras guardar un trozo para probar estos sugerentes buñuelos. No voy a engañar a nadie, su elaboración es entretenida (por escrito lo parece todavía más), pero una vez que le hayas cogido el tacto a la masa, los podrás elaborar con bastante fluidez, en especial si preparas el relleno con antelación. Anímate, porque desde que le pegues el primer bocado, te sorprenderán con el juego de texturas, tan crujientes por fuera, melosos por dentro y con una gran explosión de sabor en el centro. A esto lo llamo yo “fusión en condiciones”: la elaboración de un buñuelo o dumpling asiático con todo el sabor de uno de los mejores productos de nuestra tierra.
Si todavía después de todo esto que te acabo de contar, no te ves capaz o con ganas de hacer los buñuelos, te animo a preparar el relleno, sin picar la carne tan fina y sin añadir la harina de yuca al final, y acompañarlo con unos crujientes chips de taro. No te dejará indiferente, eso te lo puedo asegurar.

5.0 from 7 reviews
Mini Receta: Buñuelos de Taro Rellenos de Cerdo y Setas
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 12 personas como aperitivo, 2 – 3 personas como plato principal
Ingredientes
Para la masa del buñuelo
  • 300 gr de taro morado, pelado y cortado en dados de aproximadamente 2 cm
  • 40 – 50 gr de harina de yuca
  • 50 gr de manteca de cerdo o mantequilla
  • 1 cucharadita de sal
  • 60 ml de agua hirviendo
Para el relleno
  • 250 gr de aleta de cerdo ibérico (o secreto)
  • 3 setas shitake, frescas o secas, sin el tallo (si las usas secas, rehidrátalas primero en agua caliente hasta que se ablanden), picadas finas
  • 1 diente de ajo, prensado o muy picado
  • 1 trozo de jengibre fresco de 1 cm, rallado
  • 3 o 4 piezas de cebolleta verde, parte blanca y verde, picada fina
  • 1 cucharada de tamari
  • 1 cucharada de jerez
  • ½ cucharadita de cinco especias chinas
  • ½ cucharadita de pimienta blanca molida
  • Sal
  • 1 cucharada de harina de yuca disuelta en una cucharada de agua
  • Manteca de cerdo, aceite de coco, ghee o una mezcla en cantidad suficiente para freír los buñuelos
Instrucciones
Prepara la masa
  1. Cocina el taro al vapor durante 30 minutos. Transcurrido ese tiempo, aparta del fuego y deja que enfríe un poco pero no del todo.
  2. Mete todos los ingredientes de la masa en un robot de cocina y tritura hasta obtener una mezcla elástica y algo pegajosa pero que se pueda manejar bien.
  3. Espolvorea un plato con harina de yuca y saca la masa con una cuchara o espátula de silicona para formar una especie de torta redonda. Espolvorea con un poco más de harina de yuca por encima y corta la masa en cuartos. Con cada cuarto forma un cilindro entre las manos, añadiendo más harina de yuca si fuera necesario para que no se te pegue a las manos, y corta cada cilindro en 3 piezas. Tendrás 12 bolas de masa.
Prepara el relleno
  1. Pica la aleta con cuchillo muy, muy fina, primero en tiras de unos 2 o 3 mm y luego en el otro sentido, casi como si estuvieses preparando un steak tartar a cuchillo.
  2. Calienta un wok o sartén profunda a fuego alto sin añadir aceite ni ningún tipo de grasa; la aleta de cerdo ibérico de bellota que usamos tiene un alto contenido en grasa y la desprenderá en cuanto comience a cocinarse (haz esto sólo si estás usando una sartén de hierro como las de Le Creuset o una de acero como las de De Buyer. Si usas una con recubrimiento antiadherente, cosa que no recomiendo, no la calientes tanto y añade algo de grasa).
  3. Pon la carne en una capa y no la muevas hasta que haya comenzado a soltar su grasa y a dorarse. Incorpora las setas, el ajo, el jengibre y la cebolleta, y muévelo todo con la pala del wok o una cuchara para que se vaya salteando.
  4. Cuando ya esté hecho, baja el fuego y añade el resto de ingredientes, removiendo bien para que se incorporen.
  5. Sácalo a un plato e intenta porcionar en 12 partes.
Montaje de los buñuelos
  1. Coge una bola de masa y aplástala para formar un disco. Si ves que se te pega a las manos, añade un poco más de harina de yuca. Pon el disco en la palma de tu mano, cerrándola un poco para que tome una forma parecida a un bol e introduce el relleno. Ve cerrando la masa y apretando el relleno hasta sellar lo bordes. La masa es muy elástica y te permitirá trabajarla con bastante facilidad. Coloca sobre el plato enharinado y haz lo mismo con los 11 buñuelos restantes.
Freír los buñuelos
  1. En el mismo wok o una cazuela profunda y estrecha, calienta manteca de cerdo o la grasa o mezcla de grasas de tu elección. Tendría que haber al menos unos 3 dedos de profundidad para que se frían bien.
  2. Ve friendo los buñuelos en lotes pequeños y dándoles la vuelta, si fuera necesario, para que se doren bien por todos los lados. Ten cuidado de que la grasa no esté ni demasiado fría (no se freirán sino que se empaparán de grasa y quedarán blandos) ni demasiado caliente (se achicharrarán por fuera antes de poder hacerse por dentro).
  3. Según se vayan haciendo, sácalos a un plato forrado con papel de cocina.
Notas
Puedes preparar el relleno de estos buñuelos con antelación para ahorrarte un poco de trabajo antes de servirlos.

Mini Receta: Muslos de Pollo con Glaseado de Curry Rojo

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Mini Receta: Muslos de Pollo con Glaseado de Curry Rojo ¿Tienes poco tiempo para cocinar y te parece que todo esto de la comida real es a veces muy complicado y cansino? ¿Echas de menos aquellos días en los que llegabas a casa agotado y sin ganas de preparar la cena y cogías el teléfono para pedir una comida basura a domicilio? ¿Piensas que lo del fast food es cosa del pasado? Pues te equivocas, porque todavía podemos preparar verdaderos manjares, caseros y saludables, en pocos minutos y con un esfuerzo mínimo, como el que te propongo hoy. La preparación de estos muslos de pollo tan sólo te tomará 5 minutos, y durante los 30 restantes, se cuidan ellos solitos en el horno, mientras tú podrás dedicarte a otras cosas.
Esta receta la puedes preparar con muslos, como he hecho yo, o bien con contramuslos o con los cuartos traseros enteros. Y hazme caso, pruébala también con alitas. Son como las Buffalo wings picantes, pero con un toque oriental. ¡Y la salsa! Esta salsa es tan deliciosa que ya te veo chupándote los dedos y el plato. ¿Para qué necesitas servilletas? Venga, que no estoy mirando. Vete a por el cazo.

5.0 from 5 reviews
Mini Receta: Muslos de Pollo con Glaseado de Curry Rojo
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 4 personas
Ingredientes
  • 8 muslos de pollo
  • 100 gr de mantequilla
  • 1 cucharada colmada de pasta de curry rojo (ajusta la cantidad de curry según tus gustos y tolerancia al picante)
  • 2 cucharadas de tamari
  • 1 cucharada de miel
  • Sal y pimienta
  • 1 lima, zumo y ralladura
  • Cilantro fresco, como aderezo
Instrucciones
  1. Precalienta el horno a 220 grados.
  2. Funde la mantequilla en un cazo, añade la pasta de curry y remueve hasta que desprenda su aroma. Incorpora el tamari, la miel y la ralladura de lima.
  3. Pincela los muslos con esta mezcla, salpimenta y coloca sobre la rejilla del horno, con la parte que tenga más piel hacia arriba. Reserva el resto de la salsa.
  4. Hornea durante unos 30 minutos, hasta que la piel se haya vuelto crujiente y marrón, y la carne esté hecha y tierna.
  5. Cuando estén hechos, retira los muslos del horno y, o bien pincélalos con el resto de la mezcla que habías reservado, o mete los muslos y la salsa en un bol grande y remuévelos bien.
  6. Echa el zumo de la lima sobre el pollo y sirve con cilantro fresco picado.
Notas
Esta receta también la puedes hacer con contramuslos, cuartos traseros y alitas.

Mini Receta: Jabalí Estofado con Castañas y Ciruelas, y Polenta de Amaranto

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Jabalí Estofado con Ciruelas y Castañas y Polenta de Amaranto Me estaba pensando lo de publicar esta receta en estas fechas en las que ya empezamos a sudar, y a algunos les apetecerá más tomarse un helado que un guiso contundente. Pero ¿quién sabe? Dicen que hasta el 40 de mayo no te quites el sayo. Y aunque en estos momentos nos resulte difícil de creer, es posible que todavía nos toquen unos días de frío antes de que se instalen los calores definitivos del verano. Frío como el de hace un par de semanas, cuando me vi muy contenta de tener un paquete de ragout de jabalí y unas castañas asadas en el congelador. Aunque a mi marido seguro que le da igual que haga frío o calor si le preparo este guiso que salió tan, tan, tan delicioso (que conste que el calificativo no sólo se lo he puesto yo, quienes lo han probado estarían dispuestos a desembolsar una buena suma por este plato en el caso de encontrarlo en la carta de un restaurante). Pero no os hagáis ilusiones, de momento no tengo planes de abrir un restaurante.
Estofado de Jabalí con Polenta de Amaranto En cuanto a la receta, la combinación de sabores es perfecta con el jabalí, pero si no tuviste la suerte de hacerte con un lote de jabalí, hace unos meses, y ahora mismo no dispones de esta carne, no desesperes y pruébala con carne de vaca. Estoy segura de que te encantará. Igual que el acompañamiento, una deliciosa polenta versionada, reemplazando el típico maíz por amaranto. Por supuesto que también podrías servir este guiso con un puré de patata o de coliflor, pero si lo pruebas con la polenta, apuesto cualquier cosa a que no será la última vez que lo hagas.

5.0 from 2 reviews
Mini Receta: Jabalí Estofado con Castañas y Ciruelas, y Polenta de Amaranto
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 6 personas
Ingredientes
Para el jabalí
  • 20 ciruelas pasas
  • 120 ml de brandy
  • 3 cucharadas de ghee o aceite de oliva
  • 1 kilo de ragout de jabalí
  • 100 gr de bacon, cortado en lardons
  • 1 cebolla, picada
  • 2 zanahorias grandes, cortadas en rodajas finas
  • 3 dientes de ajo, picados finos
  • 200 ml de vino tinto
  • 2 cucharadas de tomate concentrado
  • 200 ml de caldo de pollo
  • 1 cucharadita de pimienta en grano
  • 1 ramita de romero, hojas picadas
  • 2 hojas de laurel
  • 2 vainas de cardamomo
  • 1 cucharadita de nuez moscada
  • 250 gr de castañas, asadas y peladas
Para la polenta de amaranto (cantidad para 3 – 4 personas)
  • 1 taza de amaranto en grano, remojado la noche anterior
  • 3 tazas de caldo de pollo (aproximadamente ¾ litro)
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • 1 cucharadita rasa de sal
  • Pimienta negra
  • Una pizca de cayena en polvo (opcional)
  • ¼ taza de queso parmigiano reggiano o similar, rallado fino (opcional)
Instrucciones
Jabalí estofado
  1. Pon las ciruelas y el brandy en un cuenco y deja reposar al menos una hora.
  2. Calienta el ghee o el aceite en una cazuela ancha y baja a temperatura media-alta y dora las piezas de carne por todos los lados. Retira a un plato y reserva.
  3. Cocina los lardones de bacon hasta que comiencen a volverse crujientes. Baja la temperatura, añade la cebolla y la zanahoria. Cuando empiece a dorarse, agrega el ajo y remueve para que desprenda su fragancia.
  4. Sube el fuego, echa el vino y lleva a ebullición, removiendo bien el fondo de la cazuela. Vuelve a bajar la temperatura hasta que esté burbujeando a fuego lento. Añade la carne y los jugos que haya soltado en el plato, las ciruelas y el resto de ingredientes, excepto las castañas.
  5. Coloca la tapa y cocina a fuego suave durante 2½ – 3 horas o hasta que la carne esté tierna. Añade las castañas a media cocción y sazona al gusto.
Polenta de amaranto
  1. Enjuaga bien el amaranto que has tenido remojando desde la noche anterior.
  2. Ponlo en una cazuela con el caldo de pollo, llévalo a ebullición y seguidamente baja el fuego a medio-bajo. Cocina durante 25 – 30 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que el amaranto haya absorbido el líquido y tenga una consistencia similar a unas gachas espesas.
  3. Añade la mantequilla, sal, pimienta negra, cayena y queso rallado, y mezcla todo bien.

Receta: Torrijas de Leche (sin gluten, sin lácteos, sin azúcar refinado)

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Receta de torrijas de leche sin gluten, sin lácteos, sin azúcar refinado ¿Qué tal vuestra semana? Me encantaría poder decir que la mía ha sido buena, pero lo cierto es que borraría estos últimos días sin pestañear. CTRL-ALT-SUPR. Resulta tan fácil pulsar estas tres teclas y volver a empezar. Pero los ordenadores son sencillos. Las personas y nuestras situaciones, no tanto. A veces desearía ser una cavernícola, así no tendría que preocuparme de los problemas inherentes a esta sociedad moderna, y a veces tan inhumana, en la que vivimos. Está claro que tendría otras preocupaciones, como la planificación de la estrategia para cazar al siguiente bisonte o rinoceronte lanudo. Pero ahora mismo cerraría el trato para dar un salto cuántico al pasado. O aunque sea a convivir con una tribu de cazadores-recolectores de nuestro tiempo. No vaya a ser que me arrepienta y no haya vuelta atrás.
Lo que creo que es importante es intentar seguir viendo y valorando las cosas positivas, a pesar de estar pasando por una serie de circunstancias muy duras. Cosas positivas como el milagro y la promesa de vida que estoy viendo todos los días en nuestro huerto, que brota de una semilla al asomar sus dos cotiledones que buscan la luz del sol para desarrollarse en plantas únicas con un maravilloso potencial.
Y en estos momentos es también cuando te sorprenden las personas que son capaces de dar, dar y dar, sin pedir nada a cambio. Sin tan siquiera conocerte en persona. Y sabes que lo hacen de corazón, porque te quieren. Y eso ayuda, aunque sea un poco, a comenzar a reconciliarte con los demás seres del género humano.
Receta de Semana Santa: Torrijas de leche sin gluten y sin lactosa Y como hay que animarse, hay que salir adelante e intentar mantener una actitud positiva, qué mejor forma que participar en el reto organizado por Débora, una simpática blogger-compi, primate pensante detrás de Yo, Como Sapiens. Si todavía no conoces su blog, date una vuelta por ahí, te aseguro que pasarás un rato divertido. Débora ha organizado un concurso “PaleoClon” que consiste en preparar una receta típica de Pascua, versión paleo: sin gluten, sin cereales, sin azúcar refinado y sin demás venenos. Muchos ya sabéis que no me hace demasiada gracia esta etiqueta, pero lo que más me ha atraído de su iniciativa es el ánimo de juntar a blogueros y blogueras que, a pesar de que cada uno pueda tener sus ideas, filosofías, experiencias y conocimientos personales, lo que al final cuenta es que todos estamos en el mismo barco, el de la comida real. Y precisamente lo que necesitamos es eso, juntar nuestros propósitos porque, a pesar de que suene a tópico, la unión hace la fuerza. Y aunque no fuera así, ¿para qué malgastar tiempo y energías luchando y con malos rollos? No tiene sentido. Bastante luchamos ya para salir adelante en el día a día.
Así que me puse a pensar. ¿Qué podía hacer? ¿Unos buñuelos de viento? ¿Unas torrijas? ¿Leche frita? Comencé con esta última idea, preparé la crema con una base de leche de almendra, la probé y sucumbimos (o dicho de otra forma, nos la ventilamos a modo de postre cremoso) antes de que pudiera pasar a su estado final. Todavía tengo en mente experimentar con unas ideas que me vinieron a la mente para hacer unos buñuelos con crema, pero finalmente decidí decantarme por unas torrijas, tanto por los recuerdos que me traen como porque hace una eternidad que no me comía una y quería algo reconfortante. De haberlas hecho para cualquier otra ocasión, lo más seguro es que hubiera utilizado unas rebanadas de mi pan de trigo sarraceno y yuca, pero como podía considerarse “no del todo paleo” y me parecía correcto que la parte central de la receta fuera totalmente nueva, decidí experimentar y crear un nuevo pan para este reto. El resultado es más denso que un pan normal (lo puedes hacer con los huevos enteros sin separar, o montar las claras aparte para conseguir un pan más ligero y esponjoso), y con un sabor delicioso que también podrás utilizar tal cual para extender sobre él una buena capa de mantequilla de pasto, o para untar en el café con leche de coco mañanero o en una rica sopa de tomate. Si ya eres uno de los muchos habituales de mi pan de trigo sarraceno remojado y no te apetece experimentar con otras preparaciones, córtalo en rebanadas gruesas y sigue las instrucciones de la segunda parte de la receta. Estoy segura de que, de ambas maneras, te encantará. Lo mejor de todo es que en 12 porciones sólo usamos 1 cucharada de miel en el pan y un poco de azúcar de coco espolvoreado por encima, sin embargo, y gracias a la leche de coco, la canela y el limón, no echarás de menos el dulzor en absoluto. Receta de torrijas sin gluten y sin azúcar refinado

5.0 from 7 reviews
Receta: Torrijas de Leche (sin gluten, sin lácteos, sin azúcar refinado)
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 12 porciones
Ingredientes
Para el pan
Para las torrijas
Instrucciones
Receta del pan
  1. Precalienta el horno a 180 grados y forra un molde de 23 cm x 15 cm (o similar) con papel para hornear.
  2. Mezcla las harinas, el bicarbonato y la sal en un bol. Separa las yemas de las claras y monta estas últimas a punto de nieve. Si prefieres un pan más denso, no hace falta que montes las claras.
  3. Añade las yemas, la leche de coco, el aceite de coco derretido, la miel y el vinagre de manzana a las harinas y amasa bien con la batidora. Agrega las claras montadas suavemente, con una espátula, y echa la masa en el molde.
  4. Alisa la superficie con la espátula o las manos humedecidas y hornea durante 35 – 40 minutos, hasta que haya tomado un bonito color dorado y que al introducir un palillo en la masa, éste salga limpio.
Receta de las torrijas de leche
  1. Corta el pan por la mitad a lo largo, y en tres a lo ancho para que acabes con 6 cuadrados. Ahora corta cada cuadrado por la mitad, como si lo fueses a abrir (como una barra de pan) para preparar un sandwich. Lo ideal es que el pan tenga unos 3 días. Si lo tienes recién hecho, mete los trozos en el horno a 150 grados durante unos 20 minutos, dándoles la vuelta una vez, para secar el pan y que absorba mejor la leche.
  2. Para hacer la leche infusionada, pon la leche de coco en un cazo y añade la canela y la piel de limón. Una vez que la leche haya hervido, retira del fuego y deja que se enfríe.
  3. Retira la canela y la piel de limón y reserva aproximadamente un tercio de la leche infusionada. Remoja las rebanadas de pan durante varios minutos por ambos lados, pasa por el huevo que habrás batido junto con un par de cucharadas de la leche infusionada, y fríelas en una mezcla de aceite de coco y aceite de oliva bien caliente. Cuando estén doradas por igual en ambos lados, las escurrimos bien y las ponemos en papel absorbente. Seguidamente espolvoreamos con la mezcla de azúcar de coco y canela.
  4. La leche sobrante la puedes utilizar para remojar las torrijas después. Para ello tienes dos opciones: bien ponerlas en remojo con su leche, o guardarlas a parte y añadirles la leche posteriormente.

Receta: Fudge de Chocolate y Coco (sin lácteos, sin gluten, sin azúcar refinado)

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Receta: Fudge de Chocolate y Coco (sin lácteos, sin gluten, sin azúcar refinado) De vez en cuando, a todos nos viene bien poder confiar en un postre sencillo y rápido de preparar, sin necesidad, tan siquiera, de encender el horno. Y si, además, el chocolate forma parte del asunto, mejor que mejor, ¿no? Y si a eso le añadimos coco, ya es que nos salimos del mapa. No dudo que esta receta se va a convertir en un básico en muchos de vuestros hogares. Al fin y al cabo, sólo tendréis que pasar 10 minutos calentando, mezclando y vertiendo, el frigorífico se ocupará del resto.
Fudge de chocolate sin lácteos, sin azúcar refinado El fudge es un dulce que nos llega desde Estados Unidos, cuyos ingredientes básicos son grandes cantidades de azúcar, leche y mantequilla. La receta que hoy comparto con vosotros no lleva ningún lácteo, en su lugar vamos a utilizar manteca de coco, y en vez de azúcar blanco refinado vamos a usar azúcar de coco.
Receta de fudge sin lactosa Casi todos sabemos que el cacao es un alimento beneficioso para nuestra salud, puesto que es una gran fuente de magnesio, antioxidantes y otros compuestos saludables (por no mencionar la forma tan poderosa que tiene de mejorar nuestro estado de ánimo), así que apenas necesitas una excusa más para hacer esta receta. Pero yo te la voy a dar. Es posible que todavía no sepas que la manteca de coco no sólo está DE-LI-CIO-SA, sino que es un gran alimento que deberías de empezar a incorporar en tu dieta. YA. Las grasas presentes en esta manteca son ácidos grasos de cadena media que, entre otras muchas cosas, contribuyen a mejorar tu metabolismo e incluso pueden ayudarte a perder peso. Aquí tienes más información.
Dulce de chocolate y coco paleo Ésta es una receta que me gusta elaborar cuando sé que voy a andar mal de tiempo, o si necesito un postre fácil que puedo preparar con antelación para llevar a una fiesta o reunión de amigos. Además, usando la receta base, podemos variar los sabores de forma muy sencilla. Más abajo comparto con vosotros algunas ideas.
Receta de fudge con manteca de coco y cacao Oscuro, sensual, lujurioso… Pruébalo y ya puedes morir feliz. Aunque está tan repleto de ingredientes requetebuenos para tu salud que lo más seguro es que lo podrás volver a probar, una y otra vez, durante muchos años.
¿Te he dicho ya lo fácil que es de preparar? Vale. Entonces, ¿a qué esperas?

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Receta: Fudge de Coco y Chocolate (sin lácteos, sin gluten, sin azúcar refinado)
 
Tiempo de Preparación
Tiempo Total
 
Para: 16 – 24 porciones
Ingredientes
Instrucciones
  1. Forra el fondo y los bordes de un molde de 23 cm x 15 cm (o similar) con papel de hornear.
  2. Calienta el agua hasta que empiece a hervir. Añade el azúcar de coco y remueve hasta que se haya disuelto.
  3. Mete el agua azucarada junto con el resto de ingredientes en una batidora o procesador de alimentos, y tritura bien hasta que se forme una pasta homogénea. Baja lo que se haya quedado en las paredes del vaso y vuelve a batir.
  4. Vierte la mezcla en el molde y extiéndela de forma uniforme con la ayuda de una espátula de silicona.
  5. Espolvorea la superficie con nibs de cacao y mételo en la nevera para que se solidifique. Una vez sólido, córtalo en cuadrados para servir. Guarda el fudge en la nevera.
Notas
Variaciones Moka: añade 3 cucharaditas de café molido fino a la mezcla, y espolvorea con un poco de café molido grueso. After Eight: añade ½ cucharadita de extracto de menta Naranja: añade 1 cucharadita de extracto de naranja Amaretto: añade 1 cucharadita de extracto de almendra

Receta: Cottage Pie, Pastel de Carne Inglés

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Receta: Cottage pie, pastel de carne inglés La primera vez que probé el cottage pie, o pastel de carne inglés, fue en un pub, en la costa de Gales, después de una “casi-tragedia” durante una excursión de mi clase de geografía. Una de las actividades del día, era cruzar una península para examinar una formación de rocas al final de la misma. Los monitores habían consultado el horario de las mareas y, tras asegurarse de que tendríamos tiempo para cruzar y volver, emprendimos el camino. Mientras nosotros, ajenos a todo lo que estaba empezando a suceder a nuestro alrededor, tomábamos notas de aquel peculiar paisaje rocoso, los compañeros que se habían quedado en el acantilado, esperando nuestro regreso, observaban cómo el camino que habíamos tomado estaba desapareciendo, engullido por las gélidas aguas británicas. Cuando pienso en lo fácil y rápidamente que se hubiese solucionado esa situación hoy día con un par de whatsapps, pero por aquel entonces no tenía móvil ni el tato, y no nos enteramos de lo que se nos venía encima hasta que fue demasiado tarde y tuvimos que cruzar ese tramo lleno de piedras angulosas y afiladas, zarandeados por el agitado mar invernal. Por suerte, la cosa quedó en una entretenida anécdota, con helicóptero de emergencias incluido, y algunos rasguños y heridas. Todo muy emocionante.
Y lo importante de todo esto es que los menos heridos acabamos en el pub del que os hablaba al principio, para recuperarnos del susto, secarnos y entrar en calor. Era un local pequeño, con una iluminación tenue, rústico, acogedor y con un ambiente relajado.
Yo me pedí una sopa y el cottage pie, y sigo sin estar muy segura de si mis impresiones eran debidas, en parte, al acontecimiento que acababa de vivir, el caso es que me encantó la sencillez de los elementos y los ingredientes de esa comida, y en ese momento me di cuenta de que la cocina del Reino Unido también podía ser deliciosa.
Receta pastel de carne inglés o cottage pie Permíteme que me aleje de mis recuerdos para contarte un poco más acerca de este pastel de carne. El cottage pie es básicamente carne picada, generalmente mezclada con un par de especias y verduras, cubierta con puré de patata y horneada. El “pie” tradicional, el shepherd’s pie, se hacía con restos de carne de carnero o de cordero y verduras, pero la versión que os traigo hoy es con carne picada de vaca. Según algunas fuentes, el cottage pie, originalmente, difería por llevar las patatas en rodajas en vez del puré. Esas rodajas daban un aspecto similar al de las tejas de la cabaña o cottage, y de ahí el nombre, a pesar de que hoy en día es más común preparar este pastel con puré.
Es uno de mis platos preferidos, tanto para cocinar como para comer, y lo más seguro es que ya tengas todos los ingredientes en la despensa y en la nevera. El esfuerzo es mínimo y es un plato perfecto para experimentar y ajustarlo a tus gustos y antojos particulares. A continuación comparto una de mis versiones del cottage pie, usando apionabo en lugar de patatas y añadiendo boletus deshidratados a la carne.
Por cierto, es posible que le estés dando vueltas a cómo llegó a suceder la historia que os he contado, habiendo revisado los horarios de las mareas. Pues bien, los que se habían consultado eran los de la estación estival y no los de invierno. Menuda tontería, ¿eh?

5.0 from 2 reviews
Receta: Cottage Pie, Pastel de Carne Inglés
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 4 – 6 personas
Ingredientes
Para el puré
  • 1 kg de apionabo (también se puede hacer con patata, o coliflor)
  • 4 cucharadas de mantequilla
  • 2 yemas de huevo
  • 4 cucharadas soperas de crème fraîche
  • Sal
  • Pimienta
  • 4 cucharadas soperas de queso parmesano rallado (opcional)
Para el relleno
  • 15 gr (aprox. media taza) de boletus deshidratados
  • 2 cucharadas soperas de aceite de coco
  • 1 kg de carne de vaca picada
  • 2 zanahorias, ralladas
  • 1 cebolla, picada
  • 4 dientes de ajo, picados
  • 150 gr de tomate concentrado
  • Salsa inglesa worcestershire (sin gluten)
  • 60 ml de caldo de pollo
  • 1 ramita de romero fresco
  • 1 ramita de tomillo fresco
  • Sal
  • Pimienta
Instrucciones
  1. Precalienta el horno a 200 grados.
Puré de apionabo
  1. Pela el apionabo (o patatas), córtalo en trozos y hiérvelo en agua con sal durante 15 minutos. Cuela, ponlo en un bol junto al resto de ingredientes y haz el puré con un machacador de patatas (en su defecto utiliza un pasapurés clásico o también puedes aplastarlo con un tenedor).
Relleno de carne
  1. Pon los boletus en un bol y cubre con agua hirviendo.
  2. Calienta una cazuela a fuego medio-fuerte, echa el aceite de coco y añade la carne. Muévela bien con una cuchara de madera durante varios minutos, para dorarla y deshacerla completamente.
  3. Añade las hojas del romero y el tomillo, el ajo picado y seguidamente la zanahoria rallada, la cebolla y los boletus escurridos (no tires el agua de haberlos remojado), sin dejar de remover.
  4. Echa el tomate concentrado, un chorrito de salsa inglesa y unos 50 ml (o más si ves que lo necesita) del agua de remojar los boletus, colada con un colador muy fino.
  5. Agrega el caldo de pollo y cocina durante unos minutos más, hasta que el relleno quede relativamente seco.
Montaje
  1. Rellena una fuente para el horno con la mezcla de la carne y echa el puré por encima, alisando con una cuchara. Puedes hacer formas con los dientes de un tenedor.
  2. Mételo en el horno precalentado durante unos 20 minutos, hasta que se dore el puré. Sirve e intenta dejar algo para los demás.

Receta: Salsa Boloñesa Cremosa

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Existen tantas recetas para salsa boloñesa como “mammas” italianas; y las que no son italianas también. Si en algún momento has tenido ganas de investigar la plétora de recetas en el mundo de la boloñesa, te habrás encontrado con tantas versiones que resulta complicado alcanzar a comprender cómo se pueden categorizar todas como una boloñesa.
Para mi, esta receta es símbolo de la comida reconfortante, esa que te hace sentir como en casa, la casa de tu infancia, cuando tu madre te cocinaba con cariño los platos que tanto te gustaban, y tú no tenías preocupación alguna… Esa que te hace sentir la calidez de las brasas de una chimenea tras un fresco paseo otoñal… o la tranquilidad y el sosiego mientras acaricias el lomo de tu gato… Aprovecho para publicar esta receta ahora, pues algunas de las verduras que he utilizado ya están llegando al fin de su temporada, al menos aquí en Madrid, pero es posible que algunos de vosotros, en otros lugares, todavía podáis aprovechar los últimos frutos del tiempo cálido. De todas formas, es fácil sustituir las verduras que lleva por otras de temporada, y como acompañamiento, si ya no disponemos de calabacines para hacer estos espaguetis, podemos poner por ejemplo boniatos asados, puré de coliflor o espaguetis de calabaza. Esta sabrosa salsa es muy fácil de preparar, lleva mucha verdura y leche de coco para aportar una cremosidad única y sugerente. Se cocina muy lentamente y se puede preparar una gran cazuela para volver a repetir varios días (no hay nada que me guste tanto como tener una rica comida ya cocinada y sólo tener que calentarla, incluso resulta todavía más buena a partir del día siguiente). Si lo prefieres, también se congela muy bien en porciones.

4.5 from 2 reviews
Salsa Boloñesa Cremosa
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 6 personas
Ingredientes
  • 15gr (aprox. media taza) de boletus deshidratados
  • 1 o 2 tallos de apio
  • 1 cebolla mediana
  • 3 zanahorias
  • 1 pimiento rojo
  • 4-6 dientes de ajo
  • 2 cucharadas de aceite de coco
  • 2 ramitas de romero
  • 2 hojas de laurel
  • 500gr de carne picada (yo utilicé vaca 100% a pasto, pero se podría utilizar ternera o mezclar con cerdo)
  • 250ml de leche de coco
  • 1 bote (700ml) de tomate triturado
  • 250ml de caldo de carne
  • sal
  • pimienta
  • parmesano de leche cruda, opcional
Instrucciones
  1. Poner los boletus en un cuenco con agua hirviendo y dejar unos 15 minutos hasta que se rehidraten. Transcurrido este tiempo, escurrir las setas.
  2. Cortar el resto de verduras e introducir en un robot de cocina junto con las setas. Triturar hasta obtener una pasta uniforme.
  3. Calentar el aceite en una cazuela (a mi me gusta utilizar una de hierro fundido) a fuego medio e introducir el romero y el laurel. A continuación, echar la pasta de verduras y pochar durante unos 10 minutos, removiendo de vez en cuando.
  4. Subir el fuego y añadir la carne para dorarla, separándola bien con la cuchara.
  5. Añadir la leche de coco y cocinar durante unos 5-10 minutos, hasta que haya espesado. La leche de coco es la que proporciona una fantástica cremosidad a este plato.
  6. Seguidamente agregar el tomate triturado, el caldo, sal y pimienta. Cuando haya vuelto a hervir, bajar la temperatura, colocar la tapa y dejar que se cocine a fuego lento durante unas 2 horas, removiendo de vez en cuando.
  7. Servir con espaguetis de calabacín, calabaza, boniato asado o cualquier otra verdura. Si tomas lácteos, espolvorea con un poco de parmesano recién rallado.
  8. ¡Mangia!

Receta: Espaguetis de Calabacín

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Hace unos meses mi buena amiga y agricultora Clarita me comentaba que a partir de mediados de verano ya empezarían a estar listas las calabazas espagueti (no confundir con la cidra que es la que se utiliza para el cabello de ángel). Para quien no conozca esta variedad, es una calabaza con forma alargada, de color amarillo o marfil por fuera y amarilla-anaranjada por dentro. Cuando está cruda, su pulpa es sólida, similar a la de cualquier otra calabaza cruda, pero al cocinarse esta pulpa se deshace en hebras o cintas, similares a los espaguetis. Esperé ansiosa el momento de poder empezar a experimentar y elaborar recetas con la calabaza, y cuando Clarita me puso entre las manos el primer ejemplar de esta cucurbitácea, no veía la hora de estar de vuelta en mi cocina preparando un plato suculento para mi y mi familia, y así fue. Una semana más tarde, en una conversación con Clarita, le comenté lo mucho que nos había gustado la calabaza y que ya estaba deseando hincarle el diente a unas cuantas más. Fue en ese momento cuando me dejó caer la bomba: sus pollos, que andan sueltos (como tiene que ser), ¡se las habían comido todas! Se habían engullido mis calabazas, “cómo se les podía ocurrir hacer una cosa semejante”, todas salvo una, que por suerte (y previsión), Clarita llegó a tapar con una caja para tener semillas para el año que viene.
Después de esta tragedia, aprovechando la compra de unos libros, me hice con un pequeño gadget de cocina que me ha entusiasmado: un cortador de juliana. Es compacto, eficiente, fácil de usar y te permite servir “espaguetis” en un abrir y cerrar de ojos. Así que este verano le he puesto a trabajar con uno de los frutos más abundantes de la temporada, el calabacín. Sólo tienes que colocar el calabacín sobre la tabla, en sentido horizontal, manteniendo el tallo intacto para que lo puedas agarrar y cortar las tiras. Lo mejor es ir girando el calabacín según llegas al centro (las semillas) ya que no conviene utilizar esta parte para los espaguetis (yo guardo todos los centros y aprovecho para incluirlos en alguna crema o revuelto). Y por supuesto, puedes utilizar el pelador con cualquier otra verdura o fruta que se deje. También existen otros cortadores de verduras que te permiten cortar fideos redondos anchos, finos y planos como este.
Mis primeros intentos con el calabacín fueron aceptables, más que eso, realmente no estaban nada mal. Pero siempre me molestaba que tras un breve salteado en la sartén, y una vez emplatados, acababan soltando líquido. Así que, basándome en otras hortalizas como la berenjena, volví al laboratorio gastronómico y seguí experimentando hasta dar con el método que mejores resultados me ha ofrecido.
El calabacín me resulta apetitoso poco cocinado, y en este caso disfruto degustando un buen bocado de espaguetis al dente, sin embargo habrá quien prefiera pelarlos (es cierto que de esta manera obtendremos un resultado más parecido a un espagueti o fideo tradicional, pero no olvides que también perderemos nutrientes esenciales al descartar la piel) y cocinarlos un poco más para conseguir una textura más suave y blanda.

Sírvelos como más te gusten: desde unos spaghetti aglio, olio e peperoncino, hasta con un pesto o una rica salsa boloñesa.

Espaguetis de Calabacín
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Ingredientes
  • 1 calabacín largo y estrecho por persona
  • Sal marina
Instrucciones
  1. Calentar el horno a 100 grados.
  2. Si quieres pelar el calabacín, hazlo ahora. Yo prefiero dejarlo sin pelar.
  3. Para cortar los espaguetis, yo utilizo el pelador en juliana. También podrías usar un pelador normal para hacer tallarines anchos o un cortador de fideos. Coloca el calabacín sobre la tabla de manera horizontal y sujeta el tallo para cortar tiras finas. Ve girando el calabacín en cuartos y sigue cortando hasta llegar a las semillas por todos los lados.
  4. Pon los espaguetis sobre una bandeja de horno forrada con papel de cocina y espolvorea con sal. Este paso, junto con el calor del horno, hará que los calabacines “suden”.
  5. Introduce la bandeja en el horno durante una media hora. Transcurrido ese tiempo verás cómo el papel ha absorbido gran parte del agua del calabacín. Puedes absorber más humedad prensando ligeramente con otro trozo de papel de cocina.
  6. Ahora el calabacín estará más seco, pero todavía hay que cocinarlo. A mi me gusta calentar una sartén con un poco de ghee y saltearlos brevemente antes de servir. Otra opción sería añadirlos a la salsa con la que los vayas a servir y cocinarlos suavemente durante unos minutos.
  7. Recuerda que ya les hemos echado sal, por lo que no necesitarán más.

Receta: Hummus de Calabacín y Macadamia

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Aperitivos. ¿Por qué razón nos resultan tan sugerentes? ¿Tendrá algo que ver con el hecho de que es algo que solemos compartir con otras personas y los relacionamos con esos momentos agradables que pasamos con los amigos? ¿Será porque nos resultan divertidos e informales? ¿O que en general su preparación es rápida y amena? En realidad da igual cual sea la razón, la cuestión es que a todos nos encantan estos apetitosos platos.
Y de todos ellos, el hummus quizás sea el Mezze más conocido y popular.

Para inspirarme, hace unos meses me pasé un par de días en internet, investigando recetas para una recreación del hummus más acorde con nuestros principios. Me encontré con dos alternativas recurrentes: una versión reemplaza los garbanzos con calabacín, y la otra opción los sustituye por anacardos. A pesar de que resultan puntos de partida más que aceptables, al de calabacín le faltaba una chispa, y la versión con anacardos no me convencía por el simple hecho de que su composición fuera en su mayor parte de frutos secos.
Entonces decidí combinar estas dos ideas básicas, el uso de la verdura por una parte, y por otra los frutos secos. Como era verano, y una de las hortalizas más abundantes en esta época es el calabacín, decidí mantener esta parte fiel a las versiones que había encontrado en mi búsqueda (ahora ya estoy experimentando para elaborar versiones otoñales de esta salsa). Pero decidí utilizar nueces de macadamia en vez de los anacardos, en parte porque era lo que tenía en casa, y por otra porque éstas tienen un perfil nutricional superior (contienen mucho menos omega-6 que el resto de los frutos secos). Las macadamias aportan una textura muy parecida a la que se consigue con los garbanzos, que es lo que, en mi opinión, le faltaba a la versión sin frutos secos que probé en primer lugar.
Más abajo comparto la receta base de este hummus y un par de sabrosas variaciones, añadiendo ingredientes extra a la mezcla. Si quieres que el resultado sea más parecido visualmente al hummus tradicional, puedes pelar el calabacín, pero como ya comenté en la receta de los espaguetis de calabacín, para no perder ningún aporte nutricional, yo prefiero usarlos con la piel. Además, queda de un vistoso color verde.
¡Os animo a experimentar con otras combinaciones de sabores y a compartir vuestros descubrimientos en los comentarios!

4.7 from 10 reviews
Hummus de Calabacín y Macadamia
 
Tiempo de Preparación
Tiempo Total
 
Ingredientes
  • 350gr de calabacín (un calabacín pequeño), pelado o con piel, troceado
  • 65gr de nueces de macadamia crudas
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 y ½ cucharadas de tahini
  • 1 o 2 dientes de ajo
  • ½ limón, exprimido
  • 1 o 2 cucharaditas de comino molido
  • Una pizca de cayena en polvo
  • 1 cucharadita de sal
Instrucciones
Receta base
  1. Introducir todos los ingredientes en una batidora o procesador de alimentos.
  2. Triturar hasta conseguir la consistencia deseada.
  3. Decorar con una pizca de pimentón, cominos enteros y un chorrito de aceite.
Pimiento asado y chipotle
  1. Añadir al resto de ingredientes de la receta base un pimiento asado y una cucharadita de chile chipotle en polvo. Si no tienes este chile, puedes añadir más cayena y una cucharadita rasa de pimentón. Triturar. (Nota: para asar el pimiento, pincelar con aceite y meter al horno a 200º unos 25 minutos o hasta que esté bien caramelizado. Yo le dejo la piel porque pienso que le añade un sabor estupendo al hummus.)
Aceitunas negras y tomate seco
  1. Añadir al resto de ingredientes de la receta base unos 5 tomates secos rehidratados en aceite de oliva y un puñado de aceitunas negras. Yo utilicé unos 70gr de aceitunas de Aragón con hueso (son mucho más sabrosas que las que ya vienen deshuesadas). Triturar. (Nota: para quitarles el hueso con facilidad, poner las aceitunas sobre una tabla y aplastar con un vaso o similar.)

Receta: Paleo Crackers Crujientes (sin gluten, sin frutos secos)

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¿Qué tienen los alimentos crujientes para resultar tan irresistibles para la mayoría de las personas? En palabras del chef Mario Batali, “la sola palabra ‘crujiente‘ vende más comida que un aluvión de adjetivos… Existe algo intrínsecamente atractivo en la comida crujiente.”
Y precisamente una de las cosas que muchos echan de menos al dejar atrás una alimentación convencional, son los snacks o aperitivos crujientes. Nos encantan las salsas, los dips, los patés cremosos, y todos ellos están buenísimos cuando utilizamos verduras – crudas o en forma de chips – pero debemos reconocer que, cuando lo que nos apetece es un cracker o una galletita crujiente para zambullirnos en nuestra salsa favorita, un bastoncito de zanahoria no va a satisfacer ese antojo.
El problema es que la mayoría de las recetas que me encontraba para elaborar unas crujientes galletitas paleo, utilizaban harina de almendra u otros frutos secos en proporciones variables (los consumo en pequeñas cantidades, como aperitivos o acompañamientos de ciertas recetas, y muy de vez en cuando, en alguna cookie, bizcocho o bocadito especial. Además, hay bastante gente con alergia a los frutos secos, o con problemas de tipo autoinmune, digestivo y/o desequilibrios de la flora intestinal, en cuyo caso recomendaría prescindir de ellos).
Uno de los alimentos que a veces tengo por casa es el plátano macho, y he creado muchas recetas con ellos, desde unas tortitas o crepes, hasta unos buñuelos con bacon… Es un ingrediente muy versátil.

Hay dos formas de pelar un plátano macho. En ambos casos, se cortan ambos extremos primero. Si necesitas el plátano entero, hay que hacer 4 cortes longitudinales (de la misma manera que cuando se pela una naranja) y retirar la piel. Si no te importa quedarte con el plátano en varios trozos, córtalo por la mitad, y cada mitad en dos a lo largo.

Un día, mientras preparaba unas crujientes “arañitas” de plátano, se me pasó por la cabeza la idea inicial de estos crackers, y tras unos cuantos días de experimentación, utilizando distintas grasas y proporciones de ingredientes, temperaturas de horno y tiempos, ¡finalmente di con la fórmula de los paleo crackers perfectos!
Estas ricas galletitas son finas, extremadamente crujientes y se mantienen así durante muchísimos días a temperatura ambiente. Además son muy sencillas de preparar y la receta base sólo lleva ¡tres ingredientes! Tienen un único problema, ¡y es que son tremendamente adictivas! Tus amigos, familiares y compañeros de trabajo te van a pedir que las hagas constantemente (¡si, mamá, eso va por ti!), pero como son tan fáciles de preparar, lo más seguro es que no te importe. Por si necesitas una razón más para convencerte, aunque creo que a estas alturas ya no hace falta, la receta es muy versátil, puedes formar crackers cuadrados, rectangulares, bastoncitos como grisines, espolvorear con distintas mezclas de especias, utilizar la masa como una base crujiente para una quiche, y hasta crear unas impresionantes láminas algo hojaldradas que puedes usar en la creación de postres con frutas, nata o helado de coco, si tus plátanos se han madurado. ¿Quién da más para algo tan sencillo?

4.6 from 8 reviews
Paleo Crackers Crujientes
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Dependiendo del tamaño de los plátanos y su punto de maduración, puede que tengas que ajustar un poco la cantidad de grasa, la textura de la masa debería ser parecida a la del hummus.
Para: 2 bandejas de horno
Ingredientes
  • 3 plátanos macho verdes de tamaño mediano, pelados
  • 120ml de mantequilla (casi media barra), derretida o aceite de coco
  • ½ a ¾ cucharita de sal marina
  • especias (opcional)
Instrucciones
  1. Precalentar el horno a 150 grados y forrar dos bandejas de horno con papel de hornear.
  2. Poner todos los ingredientes en un procesador potente o thermomix y triturar durante unos minutos hasta obtener una mezcla homogénea que se despega de los bordes. Es posible que tengas que bajar la mezcla con una espátula unas cuantas veces.
  3. Dividir la masa en dos partes iguales y repartir en las dos bandejas. La manera más fácil de extender la masa es la siguiente: Poner el papel de horno sobre una superficie lisa. Con una espátula aplastar un poco la masa y colocar un trozo de film del mismo tamaño que el papel, por encima. Extender la masa con un rodillo hasta conseguir un grosor de unos 3mm, retirar el film y, con cuidado, deslizar el papel con la masa sobre la bandeja.
  4. Si se desea, ahora sería el momento de espolvorear con especias. A este lote le añadí ajo en polvo, orégano y sal, pero se podría echar cualquier otra combinación de especias. También se podrían mezclar estos ingredientes en el primer paso y experimentar mezclando aceitunas, tomates secos u otros ingredientes.
  5. Hornear durante aproximadamente 10 minutos. Sacar las bandejas del horno y cortar las formas de los crackers con un cuchillo o un cortapizzas. Hay que tener en cuenta que encogerán ligeramente.
  6. Volver a introducir en el horno durante aproximadamente 50 minutos más, o hasta que tomen un bonito color dorado.
  7. Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
  8. Se pueden guardar a temperatura ambiente en un recipiente hermético durante más de una semana, ¡aunque dudo que os vayan a durar tanto!
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Receta: Brownies de Cacao y Remolacha (sin gluten, sin azúcar)

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No debería de decirlo, pero no tengo más remedio que hacerlo. ¡Declaro, de forma oficial, que he creado los mejores brownies paleo que he probado en mi vida! Soy consciente de que es una afirmación osada y presuntuosa, lo sé, lo sé… Pero sólo digo la verdad. Así pues, perdonad si no me disculpo. Para muestra, un botón:
Este brownie es una bomba, no sólo por su sabor y textura jugosa, sino por su gran contenido en antioxidantes, provenientes del cacao (polifenoles) y de la remolacha (betalinas). Hace años, la remolacha era una de las pocas hortalizas que no era capaz de probar; no la conocía más que en su formato cocido y envasado al vacío de los supermercados, y era una de las cosas que menos atracción culinaria me provocaba.
¡Cómo ha llovido desde entonces! Ahora no es difícil encontrar un manojo o dos de estos coloridos tubérculos, recién arrancados de la tierra, en mi cocina. Su sabor terroso, color intenso y el aroma que desprenden al asarlas, son razones suficientes para que ocupen un lugar especial en mi estómago corazón.
La semana pasada estaba asando un par de manojos de remolacha* para preparar una sencilla ensalada marinada. Esa misma mañana, mi marido me había preguntado si iba a crear algún postre paleo para estas fiestas (en casa, los caprichos de este tipo no ocurren con demasiada frecuencia), así que, mientras pelaba las remolachas y disfrutaba de un cuadrado de uno de mis chocolates preferidos, empecé a darle forma en mi cabeza a la receta de estos brownies.
¿Has visto qué pinta tiene este bocado? Es una provocación a la que vas a sucumbir, no intentes resistirte. Este brownie es perfecto, húmedo y delicioso, sólo de recordarlo se me vuelve a hacer la boca agua… ¡Pero no hace falta que me creas a ciegas, te animo a que lo pruebes tú mismo y ya me contarás! Además puedes darle un toque personal. ¿Qué tal un aire mexicano con una pizca de cayena o chile en polvo? ¿O un poco de piel de naranja rallada? ¿O quizás prefieras incorporar unas fresas o unas frambuesas? ¡Disfrútalo!


*Para asar la remolacha, lavarla bien y, sin pelar, envolver cada una por separado en papel de aluminio. Meter en el horno a 220 grados entre media hora y una hora, dependiendo del tamaño. Están hechas cuando se les puede clavar con facilidad un tenedor. Sacar del horno y dejar que se enfríen, sin quitarles el aluminio. Cuando están templadas, se pelan muy bien.

4.8 from 12 reviews
Brownies de Cacao y Remolacha
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 6 porciones
Ingredientes
  • 180gr o 1 taza de remolacha (aproximadamente 2 remolachas de tamaño pequeño), asada y cortada en trozos pequeños
  • 3 cucharadas soperas de leche de coco
  • 100gr de mantequilla, derretida
  • 4 huevos
  • 1 plátano maduro
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 4 cucharadas soperas colmadas (o ½ taza) de cacao en polvo
  • 4 cucharadas soperas colmadas (o ½ taza) de harina de coco
  • ¼ cucharadita de bicarbonato
  • ½ cucharadita de cremor tártaro (si se utiliza cacao en polvo como el que yo uso, sin proceso holandés, no es necesario utilizar el crémor tártaro)
  • ½ cucharadita de canela en polvo
  • Una pizca de sal
  • Un puñado de nueces (opcional)
Instrucciones
  1. Precalentar el horno a 180 grados.
  2. Introducir la remolacha, la leche de coco, la mantequilla, los huevos, el plátano y el extracto de vainilla en un procesador de alimentos, y triturar hasta conseguir una mezcla lisa y homogénea. Tómate unos momentos para contemplar con admiración el color de la mezcla.
  3. En un cuenco, combinar el resto de ingredientes e incorporar suavemente a la mezcla anterior.
  4. Echar la masa en un molde engrasado de 23cm x 15cm o similar y hornear durante 50 minutos, hasta que se despegue de los bordes.
  5. Servir acompañado de fresas, coco rallado o, para una experiencia totalmente sensual, lujuriosa e indulgente, con un helado paleo de vainilla de madagascar y unas gotas de salsa de chocolate negro caliente…

 

Receta: Polvorones de Canela, Jengibre y Naranja sin gluten

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Valorar y ser agradecidos. Si por un instante dejáramos de lado nuestras atareadas vidas y nos tomásemos un momento para apreciar lo que tenemos, quizás tendríamos la posibilidad de ver, ser conscientes de lo que de verdad importa, y estar agradecidos. Para mi, éste es el verdadero sentido de la Navidad, nada de compras compulsivas, regalos vacíos, reuniones de compromiso. Sólo cariño, familia, buena compañía y una rica comida casera.
Paleo polvorones sin gluten Desgraciadamente, no siempre es así. Nos vemos atrapados entre codazos que nos propician los que han salido en el último momento a comprar los regalos de la familia a un gran almacén, sentados en el coche, inmersos en un atasco monumental, estresados, enfadados, y sin un sólo momento para la introspección, para valorar y disfrutar de lo que ya tenemos.
Además, estas fechas nos pueden plantear ciertos obstáculos nutricionales, pero no debemos agobiarnos por ello, porque a menos de que sepas que en cada sitio que visites habrá opciones coherentes con tus principios, tendrás que enfrentarte con decisiones y retos. En este caso, mi consejo es sencillo: sé juicioso y si quieres hacerlo, date el capricho con las cosas únicas que vienen una vez al año. En otras palabras, haz que valga la pena. Y recuerda que si ha salido de una caja, lo más seguro es que no sea comida real.
Polvorones paleo sin gluten Sin embargo, si preparas tus propios caprichos navideños paleo, podrás disfrutar de unos bocados deliciosos y mucho más saludables (por no decir que si has acostumbrado a tu paladar a sabores menos empalagosos, lo más probable es que los dulces tradicionales ahora no te resulten nada agradables).
La textura y el sabor de estos polvorones son auténticos, y lo mejor de todo es que los puedes preparar en pocos minutos. Yo los he hecho especiados (canela, jengibre y piel de naranja rallada), son los sabores que me encantan y además suelen ser típicos en estas fechas, pero las variaciones son infinitas: cacao, vainilla, limón, coco, avellana…
Polvorones paleo, sabor y textura auténticos He utilizado almendra molida (previamente remojada y deshidratada), pero a diferencia de las recetas tradicionales, ésta no la tuesto el día anterior, me gusta su sabor y así evitamos oxidar sus grasas. Para reemplazar la gran cantidad de harina de trigo que llevan los polvorones tradicionales, he usado una mezcla de harina de coco y almidón o harina de yuca/mandioca. También he añadido una parte de la grasa en forma de manteca de coco, ya que ésta aporta un toque dulce, pero se puede reemplazar por manteca de cerdo de calidad, que es la responsable del delicioso sabor de los polvorones. Deliciosos polvorones sin gluten

5.0 from 3 reviews
Paleo Polvorones de Canela, Jengibre y Naranja sin gluten
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 10 – 12 polvorones
Ingredientes
Instrucciones
  1. Precalentar el horno a 180 grados y forrar una bandeja de horno con papel para hornear.
  2. Mezclar bien todos los ingredientes secos.
  3. Añadir la manteca y la mantequilla de coco (esta no debe estar caliente) y amasar bien hasta conseguir una mezcla compacta y que se despega de los bordes del bol.
  4. Por último, añadir el vinagre y mezclar bien.
  5. Colocar la masa sobre un trozo de film transparente y enrollar el film con la masa, formando un rulo compacto de unos 5 cm de diámetro. Reservar en el frigorífico durante 15-30 minutos, para que se endurezca.
  6. Pasado el tiempo, sacar el rulo de la nevera, colocarlo sobre una tabla de cortar, retirar el film y cortar medallones de aproximadamente 1 cm de grosor.
  7. Si fuera necesario, darles un poco de forma con las manos y colocarlos en la bandeja de horno.
  8. Hornear durante 12-14 minutos aproximadamente. Sacar la bandeja y dejar que se enfríen antes de retirar los polvorones con mucho cuidado.
  9. Si se quiere espolvorear los polvorones, yo he utilizado una mezcla de coco rallado, una pizca de almidón de yuca y jengibre en polvo, que he triturado previamente en un molinillo de café.
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