Quantcast
Channel: Eva Muerde La Manzana » Recetas
Viewing all 105 articles
Browse latest View live

Receta Sencilla: Chips de Boniato

$
0
0

Chips crujientes de boniato o batata Me. Encantan. Los. Boniatos. Chips de boniatos. Puré de boniatos. Boniatos salteados con huevos. Tortas de boniatos. Bizcocho de boniatos. Juraría que son el mejor alimento almidonado de todos los tiempos. Y quedan bien con todo. Carne, pescado, queso, chocolate. Definitivamente son el alimento perfecto. No intentes discutir conmigo. Perderás.
Chips de batata crujientes ¿A quien no le encantan los chips? Bocados crujientes, deliciosos y, lo mejor de todo, caseros. Si es que no lo podemos negar, la comida hecha en casa siempre sabe mejor. Hazlos con boniatos blancos, naranjas, batatas violetas, incluso los puedes hacer con remolacha. Sírvelos para acompañar un buen filete o un entrecot, o ponlos en un bol en el centro de la mesa para dippear (¿qué tal un poco de guacamole, hummus o una salsa de yogur, cilantro, chile y lima?)
Chips de boniato crujientes Creo que no existe receta más sencilla. Lo delicado, si acaso, es pillarles el punto: córtalas demasiado gruesas y no quedarán crujientes, demasiado finas y se quemarán.
Sin más preámbulos, vayamos al asunto.

4.8 from 4 reviews
Chips de Boniato
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 4+
Ingredientes
  • 2-3 boniatos o batatas (si son ecológicos se pueden limpiar con un cepillo pero no hace falta pelarlos, si no quieres)
  • 3 cucharadas de grasa (aceite de coco, manteca, grasa de bacon, sebo…)
  • 1 cucharadita de sal
  • ¼ de cucharadita de canela en polvo
  • ⅛ de cucharadita de nuez moscada
  • ⅛ de cucharadita de jengibre en polvo
  • 1 cucharadita de piel de naranja (ecológica), rallada fina
Instrucciones
  1. Precalentar el horno a 200 grados. Forrar la bandeja de horno con papel para hornear.
  2. Usando una mandolina o un cuchillo bien afilado (y buen pulso), cortar los boniatos finos, algo menos de 2 milímetros de grosor.
  3. Poner una capa de boniatos sobre la bandeja de horno y pincelarlos con la grasa derretida. Si lo deseas, en este momento puedes espolvorearlos con sal, o bien esperar hasta sacarlos del horno, cuando los mezcles con las demás especias.
  4. Hornear hasta que se vuelvan dorados y crujientes, unos 10 minutos. Hay que vigilarlos cerca del final de la cocción, porque pasan de crujientes a quemados en un abrir y cerrar de ojos.
  5. Mientras se están horneando, mezclar la sal, canela, nuez moscada, jengibre y piel de naranja en un bol.
  6. Sacar los chips del horno y pasarlos a una rejilla para que se enfríen. Espolvorear con la mezcla de especias mientras siguen calientes.
  7. Repetir con el resto de los boniatos.
  8. ¡A disfrutarlos!
Notas
Variación de especias: 1 cucharadita de sal, 1 cucharadita de romero picado fino, 1 cucharadita de piel de limón (ecológico), rallado fino y ½ cucharadita de pimienta negra recién molida.

Receta: Coles de Bruselas asadas con Bacon y Castañas

$
0
0

Coles de Bruselas asadas con castañas y bacon Al parecer, cada año toca inventarse un plato estrella de coles de Bruselas. El invierno pasado era una ensalada tibia de coles cortadas estilo “coleslaw”, ligeramente rehogadas, con cebolleta, pecanas y un rico aliño de mostaza. Este año parece que la ganadora ha sido la que voy a compartir hoy con vosotros. Y es lo que tiene vivir estacionalmente, tu cuerpo te pide a gritos los productos de temporada según éstos van cambiando. Esta receta reúne dos de esos ingredientes que según se acaba el verano, me encuentro contando los días que faltan para poder servirlos en mi mesa: las castañas y las coles de Bruselas.
Coles de Bruselas con castañas y bacon Estas últimas llevan íntrinseco ese factor de amor-odio. Si a un grupo de personas les propones comerlas, aproximadamente un tercio te mirará con cara de asco y exclamaciones de horror, otro tercio se preguntará a qué viene tanto revuelo, y el último tercio cogerá una sartén y se irá corriendo a la cocina.
De pequeña no recuerdo haber comido esta verdura en demasiadas ocasiones. No fue hasta que me fui a estudiar a Londres que comprendí el odio que se podía llegar a sentir hacia un alimento. Y ahora, unos cuantos años más tarde, he comprendido que el problema no necesariamente reside en la verdura en cuestión sino en la forma en la que habitualmente se cocina. Técnicamente se podría describir como un cocimiento re-cocido, hasta que quedan blandas y con un ligero olor a azufre. ¿Apetecible? Yo creo que no.
Coles de Bruselas asadas, con bacon y castañas Es cierto que las coles de Bruselas pueden resultar amargas si no se cogen en el momento adecuado. Las mejores son las jóvenes y pequeñas, y si se cosechan después de un par de heladas, todavía mejor. Incluso existe una explicación genética de por qué a algunas personas les encantan las coles de Bruselas, mientras que otras preferirían comerse la suela de un zapato en su lugar (se han llevado a cabo investigaciones en las que se afirma que una cierta mutación genética es la responsable de que nos gusten o no). Pero antes que echarle la culpa a nuestro ADN, tengo otra sugerencia: vamos a intentar cocinarlas mejor, y luego decidimos. ¿Hace?
Acompañamiento paleo: coles asadas con bacon y castañas Este plato es muy sencillo de preparar y es ideal para acompañar un pollo asado o una paletilla de cerdo asada lentamente. Las castañas las puedes asar con anterioridad y guardarlas hasta un par de días en la nevera (si has cogido muchas, incluso las puedes asar, pelar, envasar al vacío y congelar). Las tiras de bacon le dan un toque crujiente y un delicioso sabor (ya sabías que todo sabe mejor con un poco de bacon, ¿verdad?), y si te gustan los chips, no tires las hojas externas de las coles después de limpiarlas, ya que, en un abrir y cerrar de ojos, las puedes convertir en un tentempié improvisado.

5.0 from 2 reviews
Coles de Bruselas asadas con bacon y castañas
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 2 personas
Ingredientes
  • 50 gr de bacon, cortado en tiras o en dados
  • 2 chalotas o 1 cebolla pequeña, picada
  • 500 gr de coles de Bruselas, limpias y cortadas a la mitad
  • ½ a 1 taza de castañas, asadas y peladas
  • 1 ramita de tomillo fresco, sólo las hojas
  • ¼ vasito de caldo de pollo
  • Sal y pimienta, al gusto
Instrucciones
  1. Precalentar el horno a 220 grados.
  2. Calentar una sartén apta para el horno a fuego medio y cocinar el bacon hasta que se quede crujiente, unos 8 minutos.
  3. Añadir las chalotas y rehogar aproximadamente 2 minutos, hasta que estén transparentes.
  4. Subir el fuego y añadir las coles, castañas, tomillo y caldo, salpimentar y remover bien con una cuchara de madera.
  5. Meter la sartén (o recipiente refractario) en el horno unos 25 minutos, removiendo con la cuchara a media cocción, hasta que las coles estén tiernas.
  6. Servir inmediatamente.

Receta: Ensalada de Hinojo, Naranja y Rúcula

$
0
0

Ensalada de Hinojo, Naranja y Rúcula Nueva ensalada estrella en casa. Es crujiente y con un perfecto equilibrio entre dulce, fuerte y ácido. Es el tipo de ensalada por la que te entran antojos… en serio.

Cuando nos paseamos por el mercadillo, a menudo nos llaman la atención algunas de las hortalizas expuestas, pero acabamos por no llevárnoslas por miedo a no saber qué hacer con ellas, o porque, posiblemente, en alguna ocasión, lo hayamos intentado pero los resultados han dejado mucho que desear. Y finalmente volvemos a casa con lo mismo de siempre. Sota, caballo y rey. Una de estas verduras podría ser el bulbo de hinojo. De hecho, la semana pasada publiqué en mi página de Facebook una foto con algunas de las cosas más “diferentes” de mi compra semanal (si mal no recuerdo, había fotografiado un apionabo, un puñado de batatas moradas, un taro morado, y un bulbo de hinojo). A los pocos minutos, recibí varios mensajes con diversas preguntas, y en dos de ellos me comentaban que habían visto el hinojo en varias ocasiones, pero no sabían cómo prepararlo. Incluso una persona comentó que le sabía a anís del mono y no tenía ni idea de cómo usarlo. Así que esta receta va dedicada a vosotros (¡ya sabéis quien sois!).

El truco está en en cortar el hinojo en láminas bien finas

Ensalada de hinojo marinado con naranja Si tienes suerte, encontrarás bulbos de hinojo con sus tallos y hojas intactos. Si es así, corta los tallos y guárdalos para la próxima vez que hagas un caldo, y aparta las finas hojas para esta receta.
Para cortar las láminas, lo mejor es usar una mandolina. Aunque, con paciencia, también podrías hacerlo a mano.

La vinagreta necesita naranja

Ensalada de hinojo, naranja y rúcula Todo empieza con una naranja entera… necesitarás su piel y su zumo. El hinojo y la naranja han nacido para estar juntos. Fijo. Puedes exprimir la naranja, o hacer como yo y triturar los gajos enteros para usar toda la pulpa. Una vez preparada, se ponen las láminas de hinojo a marinar en la vinagreta unos 20 minutos. De esta manera se suaviza su sabor, pero a la vez se mantiene crujiente.
Ensalada de hinojo, naranja y rúcula

5.0 from 5 reviews
Ensalada de Hinojo, Naranja y Rúcula
 
Tiempo de Preparación
Tiempo Total
 
Para: 4
Ingredientes
  • 1 naranja mediana, exprimida (o en gajos para triturar), y su piel, rallada
  • 1 cucharada de vinagre de sidra de manzana
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • ¼ de cucharadita de sal
  • 1 bulbo de hinojo grande
  • 1 manzana Golden
  • 100 gr de rúcula
  • 2 cucharadas de queso feta o requesón de kefir muy sólido, desmenuzado (opcional)
Instrucciones
  1. Pon el zumo de naranja, ralladura, vinagre de sidra de manzana, aceite y sal en un cuenco de ensalada. Bate bien con una varilla o un tenedor hasta que todos los ingredientes queden perfectamente integrados. Si prefieres utilizar los gajos enteros de la naranja, pon todos los ingredientes de la vinagreta en un procesador de alimentos y tritura hasta obtener una salsa fina. Asegúrate de que está sazonado a tu gusto.
  2. Si tu bulbo de hinojo todavía tiene tallos, córtalos (los puedes guardar para un caldo o un puré) y reserva las hojas.
  3. Con el bulbo de pie sobre la parte plana, córtalo por la mitad. Con una mandolina o un cuchillo bien afilado, córtalo en láminas lo más finas posible.
  4. Saca el corazón de la manzana, divídela en cuartos, y córtala en láminas finas, de nuevo con la ayuda de una mandolina o un cuchillo.
  5. Añade las láminas de hinojo y manzana al cuenco con el aliño y mezcla bien. Deja que se marine durante al menos 20 minutos. Justo antes de servir la ensalada, añade la rúcula, las hojas reservadas del hinojo y el queso (si lo quieres usar) y mezcla.

Receta: Masa de Pizza Paleo, sin gluten

$
0
0

Masa de pizza paleo con coliflor La pizza. ¿Quién no ha disfrutado alguna vez de una buena pizza mientras veía un capítulo de Juego de tronos o Dexter, un sábado por la noche, en fiestas familiares o reuniones con amigos? Momentos divertidos y entretenidos de los que habría que eliminar la pizza cuando cambiamos de forma de alimentarnos, ¿verdad? Y podemos reemplazarla con una cantidad de comidas deliciosas y nutritivas como los chips de boniato o de hojas de berza, el guacamole y las alitas de pollo picantes estilo Buffalo. ¡Pero la realidad es que a todos nos encanta la pizza! Y por esa sola razón, he estado experimentando en mi laboratorio gastronómico personal para elaborar una buena masa de pizza. Poco me imaginaba, el día que me embarqué en esta misión, que me iba a involucrar tanto con el tema que iba a acabar no con una, sino con dos versiones de una masa con una base similar, y que continuaría haciendo pruebas con otros tipos de masas muy distintas (éstas últimas todavía están en proceso de evolución, pero en cuanto dé con un resultado convincente, las comparto con vosotros. Eso sí, puede que tarde una temporada, porque me he dado tal empacho de pizzas en la creación de estas dos recetas, que de momento, con verlas en fotografía, me basta y me sobra).
Pizza paleo con masa a base de coliflor Hace meses me llamó la atención una masa de pizza hecha a base de coliflor que pululaba por “el intenné”. Pero seamos sinceros. Esa masa de pizza a base de coliflor que tan de moda se ha puesto… no inspira para nada (por no decir algo peor). De acuerdo, es comestible y sabe a pizza… ¿Pero su textura? Pffff. Algo así como queso derretido y húmedo. No es lo que se dice motivador. Al menos no en mi pueblo. En su día me dije: “podemos hacerlo mejor”. Así que me dispuse a encontrar otra forma de hacer pizza sin renunciar a la coliflor.
Arroz o cuscús de coliflor Después de varias pruebas, tanto mi marido como yo, coincidimos en la masa ganadora. Hasta ese momento, uno de los elementos había sido constante (la coliflor y su modo de cocción antes de añadirla al resto de ingredientes de la masa), variando el resto de los elementos en la receta. Pero al día siguiente de finiquitar el tema, se me ocurrió hacer un cambio en la coliflor para intentar eliminar uno de los pasos en la receta. En ambos casos se corta la coliflor a modo de “arroz” (o mejor más fino, como el cuscús), pero en la primera versión ésta se cuece y posteriormente se le exprime en lo posible toda la humedad con un paño limpio, dando como resultado una masa muy compacta y bastante seca (a la vez que la cantidad inicial de coliflor es mayor), y en la segunda se cocina en una sartén con grasa hasta que se ablanda, por lo que nos quitamos el paso “estrujador”, la coliflor retendrá más humedad y está claro que, por volúmen, la cantidad de coliflor utilizada será menor. Era evidente que ambas masas se comportarían de forma distinta.
Receta de masa de pizza paleo Comparto las dos versiones. La primera sigue siendo la ganadora en casa; requiere de un poco más de tiempo para prepararla (más que nada por que la coliflor hervida y escurrida necesita tiempo para perder temperatura antes de apretarla con el paño), pero no lleva ningún fruto seco (harina de almendra en el caso de la segunda), por lo que además nos saldrá bastante más barata. Por otro lado, la segunda versión se prepara más de prisa y al añadir la harina de almendra, resulta más esponjosa. En ambos casos conseguimos unos bordes crujientes y una consistencia de la masa que nos permitirá comerla con la mano.
Receta masa de pizza paleo Una nota antes de que os pongáis a dar saltos de alegría pensando que ahora podéis comer pizza día si, día también. Recordad que las harinas – incluso las que reciben la “aprobación paleo” – son almidones, con un alto porcentaje de carbohidratos, relativamente carentes de densidad nutricional, por tanto a consumir con moderación. Tampoco debemos abusar de los frutos secos. Recetas como éstas siguen siendo caprichos que nos permitimos y nos dan felicidad y satisfacción. En mi opinión las indulgencias “paleo” tienen su lugar, pero nuestra prioridad debería de ser el comer alimentos que nos curan. Los caprichos están para que los disfrutemos de vez en cuando, pero no son alimentos que nos van a hacer más saludables.
Receta de pizza paleo sin gluten Notas de cocina: Si tienes una bandeja redonda con agujeros para pizza, prueba a usarla para esta receta (forrada con papel de hornear). Yo no tengo ninguna, pero imagino que el resultado será bueno, ya que los agujeros permiten que el calor circule debajo de la masa y esto ayuda a cocinarla de manera uniforme.
Añade salsa de tomate con moderación. Si ahogas la masa con una salsa demasiado húmeda o demasiado abundante, tiene tendencia a absorberla y perderá la consistencia (creo que esto es culpa de la coliflor). Cuando no tengo tiempo de preparar una salsa casera cocinada a fuego lento, echo mano de este concentrado de tomate que siempre tengo en casa, me encanta y lo uso en muchísimas recetas.
Para hacer crackers o panecillos crujientes: puedes usar esta misma masa para hacer unas tostaditas en las que podrás untar lo que te apetezca. Simplemente estira la masa todo lo fina que puedas, hornea durante 12 a 15 minutos, corta la forma de los crackers con un cuchillo o cortapizzas y vuelve a hornear hasta que estén crujientes.

4.8 from 6 reviews
Masa de pizza con coliflor, versión A
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Esta versión no contiene frutos secos.
Para: 2
Ingredientes
  • 1 taza bien apretada de “cuscús” de coliflor, cocido y escurrido (ver instrucciones más abajo)
  • 7 cucharadas de harina o almidón de yuca
  • 1 cucharadita de bicarbonato
  • ¾ de cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de ajo en polvo (o 1 diente de ajo prensado)
  • 1 cucharadita de orégano seco
  • 1 cucharadita de albahaca seca
  • 1 huevo
  • 1 cucharada de mantequilla, derretida
  • ¾ cucharadita de vinagre de manzana
Instrucciones
  1. Prepara el “cuscús” de coliflor. Separa los cogollitos de aproximadamente ½ coliflor de tamaño medio y tritura en el robot de cocina hasta que alcance la consistencia del cuscús.
  2. Cuece la coliflor durante 15 minutos. Cuela y deja que se enfríe hasta que ya no queme al tacto.
  3. Mientras el “cuscús” se está enfriando, precalienta el horno a 200º.
  4. Echa la coliflor a un paño de cocina limpio y apriétalo varias veces con fuerza para sacarle toda el agua que puedas. Cuanto más seca quede la coliflor, mejor.
  5. Echa la coliflor a un cuenco y añade el resto de ingredientes, excepto el vinagre.
  6. Mezcla todo bien hasta que forme una masa relativamente compacta.
  7. Justo antes de sacar la masa para darle forma, añade el vinagre y mezcla la masa para que se incorpore.
  8. Pon sobre una superficie lisa el papel de horno que vas a usar para forrar la bandeja. Echa la masa en el centro y con una espátula aplástala un poco. Coloca encima un trozo de film del mismo tamaño que el papel y extiende la masa con un rodillo hasta conseguir un grosor de ½ centímetro. Retira el film y desliza el papel con la masa sobre la bandeja.
  9. Mete la bandeja en la parte superior del horno y hornea durante unos 20 minutos, hasta que la masa toma buena consistencia y los bordes empiezan a endurecerse. Saca del horno, dale la vuelta a la masa y vuelve a meter al horno unos 5 minutos más para que se cocine bien la parte inferior.
  10. Pasado este tiempo, vuelve a sacar del horno para echarle la salsa y toppings que hayas escogido, y vuelve a hornear unos 15 minutos más hasta que el queso (si estás usando) se haya derretido y los bordes estén bien crujientes. Cuanto más tiempo se hornee, más crujiente quedará.
Notas
Para que la masa mantenga una mejor consistencia, usa una salsa de tomate concentrado, como ésta.
4.8 from 6 reviews
Masa de pizza con coliflor, versión B
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 2
Ingredientes
  • 1 taza bien apretada de “cuscús” de coliflor, cocinado en la sartén (ver instrucciones más abajo)
  • 1 taza de harina de almendra
  • 7 cucharadas de almidón de yuca
  • 1 cucharadita de bicarbonato
  • ¾ de cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de ajo en polvo (o 1 diente de ajo prensado)
  • 1 cucharadita de orégano seco
  • 1 cucharadita de albahaca seca
  • 1 huevo
  • 1 cucharada de mantequilla, derretida
  • ¾ cucharadita de vinagre de manzana
Instrucciones
  1. Precalienta el horno a 200º.
  2. Prepara el “cuscús” de coliflor. Separa los cogollitos de aproximadamente ½ coliflor de tamaño pequeño y tritura en el robot de cocina hasta que alcance la consistencia del cuscús.
  3. Cocina en la sartén con una cucharada de ghee, dando vueltas con una cuchara de madera, unos 10 minutos, hasta que se haya ablandado.
  4. Echa la coliflor a un cuenco y añade el resto de ingredientes, excepto el vinagre.
  5. Mezcla todo bien y justo antes de sacar la masa para extenderla, añade el vinagre y vuelve a mezclar la masa para que se incorpore. Esta masa es menos compacta que la de la versión A.
  6. Forra la bandeja de horno con papel de hornear. Echa la masa en el centro y con una espátula extiéndela hasta conseguir un grosor de ½ centímetro.
  7. Mete la bandeja en la parte superior del horno y hornea durante unos 22 o 23 minutos, hasta que la masa tome buena consistencia y los bordes empiecen a endurecerse.
  8. Pasado este tiempo, sácala del horno para echarle la salsa y toppings que hayas escogido, y vuelve a hornear unos 15 minutos más hasta que el queso (si estás usando) se haya derretido y los bordes estén bien crujientes. Cuanto más tiempo se hornee, más crujiente quedará.
Notas
Para que la masa mantenga una mejor consistencia, usa una salsa de tomate concentrado, como ésta.

Receta: Mollejas de Pollo al Azafrán

$
0
0

Mollejas de pollo al azafrán No os voy a engañar. Soy fan de la casquería. Mucho. Y no es ningún secreto. Si comes carne y te preocupas por tener una actitud ética con respecto a su crianza, creo que tienes que hacer el esfuerzo de intentar comer todas las partes del animal (o al menos cuantas más, mejor).
Reconozco que el concepto de comer casquería puede que no sea para todos, aunque afortunadamente vivimos en un país en el que todavía existen varios platos populares que se cocinan con estas partes menos nobles -¡y tanto más nutritivas!- del animal (¿Qué tal unos callitos? ¿O unos riñones al jerez?). Por desgracia, las generaciones más jóvenes (y algunos más talluditos) están perdiendo el gusto cotidiano por la maravillosa casquería, y sólo con mencionar la palabra podemos observar una reacción muy curiosa en ciertos especímenes, una especie de contracción involuntaria de sus músculos faciales, y una sensación personal de haber ofendido sus intachables principios morales y gastronómicos.
Receta de mollejas de pollo al azafrán La desconexión que existe entre el animal y el plato se ha hecho tan abismal para algunas personas, el concepto de que la carne proviene de animales se ha perdido a gran escala. Los cerdos tienen cabezas. Las vacas tienen lenguas. Las ovejas tienen sesos. Y todas estas partes se pueden (¡y deben!) comer. Hoy en día queremos ir al supermercado y comprar queso (si es que se le puede llamar queso a muchas de las aberraciones que nos podemos encontrar por esos lares) envasado al vacío, y llevarnos a casa bandejas de pechuga de pollo, sin piel, y sin hueso. Todo está desinfectado, todo está cortado en porciones idénticas, así nos sentimos protegidos, así nos sentimos seguros.
Mollejas de pollo al azafrán con almendras No todo está perdido, afortunadamente podemos contar con grandes defensores de la filosofía del nose-to-tail-eating o “comer el animal entero”, auténticos paladines de la casquería como el inglés Fergus Henderson con su Nose to Tail Eating: A Kind Of British Cooking, o nuestro propio Abraham García.
Me parece ridículo que la mayoría de las personas únicamente se alimenten de la carne muscular de los animales. No es sostenible. ¿Cómo puede serlo? Comemos unas partes y ¿qué hacemos con el resto? Es más, según Sally Fallon Morell, autora del libro Nourishing Traditions y fundadora y presidenta de la Weston A. Price Foundation, “los órganos contienen entre 10 y 100 veces más de nutrientes que la carne muscular.”
En un extracto de su libro, Nutrition and Physical Degeneration, el Dr. Weston Price relata de los Nativos Americanos:

Para los Indios que viven en la cordillera de las montañas rocosas en el extremo norte de Canadá, su próspera nutrición durante nueve meses del año se limitaba en su mayor parte a la caza mayor, principalmente alce y caribú. Durante los meses de verano, los Indios tenían acceso a plantas frescas. Durante el invierno se hacía algún uso de la corteza y brotes de los árboles. Descubrí que los Indios hacían hincapié en comer los órganos de los animales, incluidas las paredes de parte del tracto digestivo. Se echaba gran parte de la carne muscular a los perros. Un dato importante es que raramente se encuentran esqueletos en los lugares en los que los Indios del Norte han sacrificado a grandes animales. Los restos óseos se encuentran en forma de montones de huesos rotos y astillados que han sido rajados para obtener la mayor cantidad posible de tuétano y sus cualidades nutritivas de estos huesos. Estos Indios obtienen sus vitaminas liposolubles y la mayor parte de sus minerales de los órganos de los animales. Una parte importante de la nutrición de los niños consistía en diversas preparaciones de médula ósea, tanto como substituto de la leche como una ración nutricional especial.

Así que olvidemos durante un momento los típicos cortes anodinos. ¡Hinquémosle el diente a los huesos, las glándulas y órganos, piel y patas, cabezas, rabos e intestinos! Si te asusta probar estas partes, ya va siendo hora de que te comportes como un adulto.
Receta de mollejas de pollo sin gluten Y como introducción en este blog a la casquería, quiero comenzar con algo bastante “light”. La molleja es un órgano que se encuentra en el tracto digestivo de un ave, concrétamente se trata de la tercera y última bolsa del sistema digestivo del ave. Similar a un estómago, la molleja es un músculo fuerte y muy robusto, que le sirve para triturar los alimentos mediante una acción mecánica – no por nada se le llama también “dientes de la gallina” a este órgano. Como siempre, mi recomendación es que consigas mollejas de pollos sanos y felices, de campo y, si es posible, locales. Cuando compramos mollejas, éstas suelen venir ya limpias, pero nunca está de más repasarlas y remojarlas en agua con hielo y un chorrito de limón.
Con frecuencia me hacen una pregunta: ¿Al no utilizar harina de trigo cómo podemos espesar las salsas? Tenemos varias opciones, que iré comentando en futuros posts, pero la más sencilla, y la que mayor intensidad de sabor aporta a nuestros guisos, es la reducción. En esta receta veremos lo sencillo que es y el espectacular resultado que obtendremos.
Receta de mollejas de pollo paleo

5.0 from 1 reviews
Receta: Mollejas de Pollo al Azafrán
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Esta deliciosa receta es mejor prepararla de un día para otro.
Para: 2 – 3
Ingredientes
  • 1 cucharada de ghee o aceite de coco
  • 1 kg de mollejas de pollo, limpias
  • 1 diente de ajo, prensado o picado muy fino
  • 1 vasito de vino blanco
  • 250 ml de caldo de pollo o gallina casero
  • Unas hebras de azafrán
  • Sal
  • Un puñado de almendras enteras o en láminas
  • Perejil, picado
Instrucciones
  1. En una cazuela de fondo grueso (yo utilizo una cazuela de hierro fundido) rehoga las mollejas en ghee o aceite de coco a fuego medio-alto.
  2. Cuando se hayan dorado, añade el ajo y remueve bien hasta que desprenda su aroma, pero con cuidado de que no se queme.
  3. A continuación añade el vasito de vino, dejando que evapore ligeramente, seguido del caldo, las hebras de azafrán y la sal.
  4. Coloca la tapa, dejando una pequeña rendija en un lado y cocina durante unas 2 horas a fuego bajo.
  5. Al cabo de este tiempo, las mollejas deberían de estar tiernas. Aviso que en este momento el guiso no mostrará un aspecto demasiado apetitoso, la salsa todavía está del todo líquida (aunque el olor, como podrás comprobar, es de vicio).
  6. Deja que se enfríen y guarda en un recipiente en la nevera hasta al menos el día siguiente. Me lo agradecerás. El resultado (tanto en sabor como en textura) no tiene nada que ver con degustarlas el mismo día. No estoy segura de si esto se debe a alguna mágica acción gelatinosa de las mollejas durante el tiempo de reposo o algún otro factor, pero la diferencia es evidente.
  7. Cuando las vayas a servir, caliéntalas en la cazuela sin colocar la tapa, a fuego medio-alto. La salsa se irá reduciendo y espesando. Así sin más. No necesitas harinas. Sólo tiempo.
  8. Mientras se reduce la salsa, tuesta ligeramente las almendras en una sartén a fuego bajo.
  9. Cuando las mollejas estén a tu gusto, sírvelas en un plato y esparce por encima las almendras y el perejil picado.

Receta: Postre Cremoso de Chocolate y Aguacate

$
0
0

Postre Cremoso de Chocolate y Aguacate Cuando la vida te da aguacates… ¿haz un postre cremoso?
Eso parece.
Aunque debo admitir que mi primera opción sería guacamole. Sin embargo, en ocasiones la vida te da aguacates cuando ya tienes un buen cuenco de guacamole en la nevera. Porque la vida es así de buena. En ese caso, sí… haz un postre cremoso.
Postre cremoso paleo de chocolate El ingrediente secreto-ya-no-tan-secreto que hace que este postre sea un éxito, es esta fruta verde y versátil (porque ya sabías que era una fruta, ¿verdad?). El aguacate tiene la textura perfecta como base para un postre cremoso, y su sabor suave permite que otros aromas dominen el plato. Es alto en grasa monoinsaturada, por lo que no necesitarás una gran porción para sentirte satisfecho. Es muy nutritivo y está cargado de fibra soluble, vitamina E y potasio.
¿Que no te gustan los aguacates? Pues… No voy a decirte que no se nota para nada el sabor del aguacate. Aunque a veces apenas se percibe. Me inclino a creer que depende de tu estado mental así como del punto de maduración del aguacate (y del plátano), que nunca serán iguales.
Postre cremoso de chocolate El sabor a chocolate en esta receta se consigue con cacao puro en polvo. He probado otros, pero a mí me encanta el de Oro de los Andes. El cacao es una buena fuente de antioxidantes y de algunos minerales como el magnesio, el hierro y el cromo.
Aunque en casa disfrutamos de este postre cremoso endulzado únicamente con el plátano, si el tuyo no estuviese bien maduro, también puedes usar un poco de miel cruda. Ya sabemos que evitar el azúcar es un paso muy importante hacia una alimentación óptima. Sin embargo, esto no significa que no debemos consumirlo en absoluto, sólo que hay que limitarlo, y mucho. La miel es la opción más saludable cuando vayamos a escoger un endulzante, sobretodo porque la miel, en su forma cruda, también contiene minerales traza, enzimas y compuestos antibacterianos que pueden ser muy beneficiosos. Una cosa a tener en cuenta es que la miel es un alimento entero mientras que el azúcar y otros endulzantes son extraídos y refinados antes de ofrecerse para el consumo. Es muy importante que escojas miel cruda de calidad, y evites cualquier “miel” comercial pasteurizada.
Postre cremoso de chocolate y aguacate Si te encantan los aguacates, te vas a enamorar de este postre, prácticamente ni notarás el sabor del aguacate y pronto te convertirás en un adicto a este caprichillo, que enamorará a niños y adultos por igual, y por el que merece la pena sacar y ensuciar el robot de cocina. Uff. Menudo incordio. ¿No podría alguien inventar un robot de cocina que se limpie sólo? Se haría de oro.
Resumiendo. La moraleja es que todo es mejor con chocolate (sobretodo los lunes).
Postre cremoso de cacao No ha estado nada mal.

4.7 from 9 reviews
Receta: Postre Cremoso de Chocolate
 
Tiempo de Preparación
Tiempo Total
 
Para: 2 – 4
Ingredientes
Para el postre cremoso
  • 2 aguacates maduros
  • 1 plátano maduro
  • 4 cucharadas de cacao puro en polvo
  • ¼ de vasito de leche (cruda, de coco, de almendra), o hasta conseguir la consistencia deseada
  • ½ cucharita de extracto de vainilla (o de almendra, avellana…)
  • 1 pizca de canela en polvo
  • 1 pizca de sal
  • 1 cucharadita (o al gusto) de miel cruda (este ingrediente es opcional y puede que no sea necesario si el plátano está maduro)
Para decorar (opcional)
  • Nata espesa de calidad, preferentemente cruda, o requeixo (si se toleran los lácteos), o nata de coco (instrucciones más abajo)
  • Una cucharada de nibs de cacao
  • Bayas (arándano, arándano rojo, mora, grosella, frambuesa, etc.)
  • Almendras, avellanas, pistachos en trocitos.
Instrucciones
  1. Pon todos los ingredientes del postre cremoso en el robot de cocina y bate todo bien hasta que la mezcla esté bien integrada y cremosa.
  2. Divide el postre en cuencos o vasitos individuales y guarda en la nevera durante al menos una hora para que se enfríe.
  3. Para servir, decora con nata, trocitos de cacao (muy recomendado), bayas, frutos secos o una combinación de lo que más te apetezca.
Para hacer nata de coco
  1. Mete una lata de leche de coco en la nevera toda la noche. Si tiene una anilla, recomiendo meter la lata al revés (con la apertura hacia abajo). Al enfriarse, se solidificará la grasa en la parte superior, y abajo quedará el líquido.
  2. Cuando vayas a preparar la nata, saca la lata y, con cuidado, dale la vuelta para que la anilla de apertura quede otra vez arriba. Abre la lata y echa el líquido a un cuenco. Este agua la puedes usar para hacer batidos u otras recetas.
  3. Saca la parte solidificada a un cuenco (si está frío, mejor), añade un poco de extracto de vainilla, si quieres, y monta la nata con unas varillas hasta conseguir la consistencia deseada.
  4. Es mejor usar la nata en seguida, para que no pierda la textura de nata montada.
  5. También puedes usar crema de coco. En este caso no tendrás que decantar nada de agua, ya que es 100% coco.


Texto de la entrada escrito y traducido por Ana Fernández, basado en un texto de How Sweet It Is.

Receta: Rillettes, la rústica espiritualidad del cerdo

$
0
0

Rillettes de cerdo ibérico de bellota Me disponía a escribir una receta para unos chips de berza, y resulta que voy y preparo un buen lote de rillettes de cerdo (ibérico de bellota, para más inri). No es que tenga nada en contra de la berza, pero estaréis de acuerdo conmigo en que esto es substancialmente más sabroso, así que se publica primero.
Fuera del mundo de la carne curada, las rillettes son uno de mis platos de charcutería preferidos. Es la perfecta comida reconfortante o para un día de campo; desprende una elegancia relajada que es capaz de darle vidilla a cualquier comida. O cena… O desayuno. La confiture de cochon – “mermelada de cerdo”, el apodo cariñoso con el que los franceses denominan a este plato – es una carne dura que se ha cocinado en grasa (o a veces en caldo, o una mezcla de ambas cosas) hasta que se vuelve tan increíblemente tierna que prácticamente se deshace con sólo mirarla. Esta carne se separa de dicho líquido, se hace jirones con un par de tenedores, y se vuelve a mezclar con una parte de ese líquido y de más grasa. Se rellenan cuencos y tarros con este unte, y se vierte más grasa por encima para crear un sello sabroso a esta carne que felizmente puede pasar un par de semanas en el frigorífico.
Claro que tú y yo sabemos que nunca durará tanto tiempo.
Ingredientes rillettes de cerdo Observa. En esta foto estas contemplando la magia que está a punto de ocurrir.

El truco no está en qué hierbas, especias y sabores vayamos a utilizar. La parte más complicada es conseguir la proporción perfecta de carne y grasa. Queremos que esté suave, algo cremoso, pero que todavía mantenga la textura. Si mezclamos con demasiada intensidad nos arriesgamos a acabar con carne tan triturada que, para mi gusto, se puede acabar asemejando demasiado a comida para gatos. A mi lo que me gusta es añadir una mezcla tanto del líquido de cocción como de grasa; esto lubrica la carne y le otorga una sensación en boca muy sensual. Lo cubrimos con tres o cuatro milímetros de pura grasa, y la cosa puede convertirse en auténtica lujuria.
Rillettes de cerdo, espiritualidad, lujuria, ¿o ambas cosas? Rillettes de cerdo, ¿espiritualidad, lujuria o ambas cosas?

Y ya que estamos con las grasas, veamos nuestras opciones. Puesto que estamos hablando de unas rillettes de cerdo, nuestra grasa adicional de preferencia sería automáticamente la manteca de cerdo. Pero a mi, siendo como soy, me gusta también añadir un poco de grasa de pato o de oca. Y no sólo es capricho, tengo mis razones. Para empezar, es rica y sabrosa. Pero tiene otra propiedad que me gusta mucho para unas rillettes… y es su punto de fusión. La grasa de pato es más líquida a temperatura ambiente que la manteca de cerdo, así que cuando mezclamos las dos tenemos por una parte el cuerpo que nos proporciona la manteca, y por otra parte la suavidad fundente de la grasa de pato.
Un sabroso bocado de rillettes de cerdo Cuando preparo unas rillettes, me gusta condimentar la carne y dejar que absorba los sabores y aromas en el frigorífico entre 12 y 24 horas. Para cocinarla, me inclino en usar una parte de grasa y otra de un buen caldo casero de pollo. El caldo tiene que ser bueno, nada de briks del supermercado. ¿Que no tienes caldo? Utiliza más grasa.
Siempre me sorprendo de lo sencillo que es preparar unas deliciosas rillettes. Entre 3 y 6 horas de cocción (en las cuales no haces absolutamente nada) y quizás unos 20 minutos para terminar de prepararlas y envasar, que te proporcionarán semanas de comidas y aperitivos refinados para cualquier fiesta o reunión (si es que después de probarlas todavía quieres compartirlas con alguien). No hace falta darle muchas vueltas…
Rillettes de cerdo sobre cracker de plátano No hay mucho más que decir sobre las rillettes, salvo cómo servirlas…
Sugiero que las saques de la nevera unas 2 horas antes de servir para que se atemperen, de esta manera la grasa se derrite un poco y los sabores son más intensos. Sírvelas acompañadas de unos crackers crujientes, una ensalada sencilla y algo ácido, como unos pepinillos o unas cebollitas fermentadas.

5.0 from 1 reviews
Receta: Rillettes, la rústica espiritualidad del cerdo
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 15 – 20 raciones
Ingredientes
  • 2 cucharaditas de pimienta negra en grano
  • 2 cucharaditas de pimienta de Jamaica en grano
  • ½ de cucharadita de semillas de cilantro
  • ¼ de cucharadita de canela en polvo
  • Sal marina
  • 2 kg de paletilla fresca de cerdo, deshuesada y cortada en cubos de unos 5 cm
  • 10 – 12 ramitas de tomillo fresco
  • 6 – 8 dientes de ajo, pelados y aplastados
  • 500 ml de grasa – manteca de cerdo, grasa de pato o de oca, o idealmente una mezcla de ambas
  • 250 – 500 ml de caldo de pollo casero
Instrucciones
  1. En un molinillo de especias (o en un mortero), combina los granos de pimienta negra y de Jamaica y el cilantro, y muele hasta obtener un polvo. Mezcla con la canela y ⅓ de taza (aproximadamente 90 gramos) de sal.
  2. En un cuenco grande, mezcla bien la carne con las especias y sal. Añade el tomillo y el ajo y combina todo hasta que se haya distribuido de manera uniforme. Tapa el cuenco y mételo en la nevera entre 12 y 24 horas.
Instrucciones para cocinarlo en la crockpot
  1. Saca el cerdo con antelación para que alcance temperatura ambiente. Añade la carne, la mitad de la grasa derretida y 250 ml de caldo a la crockpot. Pon la tapa y cocina a temperatura baja (LOW) hasta que la carne esté muy tierna, unas 6 – 8 horas.
Instrucciones para cocinarlo en el horno
  1. Precalienta el horno a 120ºC. Calienta un par de cucharadas de grasa en una cazuela pesada con tapa que se pueda meter al horno (lo ideal sería una esmaltada de hierro fundido) y dora ligeramente la carne. Añade el resto de la grasa y 500 ml de caldo. Pon la tapa y mete la cazuela en el horno.
  2. Deja que se cocine hasta que la carne esté muy tierna, unas 3 horas. Remueve la carne de vez en cuando y si ves que baja el nivel de líquido, añade un poco más de caldo (o agua).
Preparación final para ambos métodos de cocción
  1. Al finalizar la cocción, deja que la carne se enfríe ligeramente dentro del líquido, luego usando una espumadera, transfiere la carne y el ajo a un cuenco grande, descartando el tomillo. Aplasta el ajo y deshaz la carne con un par de tenedores. Ten cuidado, porque todavía tendremos que mezclar un poco más, así que no la dejes demasiado fina. Queremos mantener textura, no un puré.
  2. Ir añadiendo el líquido de cocción a la carne (ir mezclando según se separa la grasa y el caldo), cucharada a cucharada. Después de añadir cada cucharada, mezclar todo bien. Lo que buscamos es que la carne esté húmeda pero no ensopada.
  3. Una vez que adquiera la consistencia deseada, meter en cuencos y/o tarros de cristal, dejando algo más de un centímetro de espacio hasta el borde, y meter en el frigo para que se endurezca (aproximadamente una hora).
  4. Mientras tanto, colar el líquido restante de cocción y separar la grasa a otro recipiente. Cuando las rillettes se hayan solidificado, echa unos milímetros de esta grasa (o manteca extra fundida) para cubrir la carne y crear un sello.
  5. Vuelve a meter en la nevera. De esta manera deberían de durar fácilmente entre 2 y 4 semanas. Sin embargo, una vez que se rompe el sello habría que comérselo en unos pocos días… No creo que os suponga ningún esfuerzo…

Receta: Arenques marinados, tres variaciones

$
0
0

Receta arenques encurtidos Hoy quiero dedicar el artículo a mostraros cómo encurtir vuestros propios arenques.
El arenque encurtido (o marinado) es quizás el acompañamiento sueco más tradicional del Smörgåsbord, así que si tienes intención de aprender algo acerca de la cultura de este típico buffet escandinavo, estos arenques son un buen comienzo. A mí me encanta todo tipo de arenque marinado (de hecho, una de las “tragedias” al eliminar ciertos elementos de mi alimentación – léase ingentes cantidades de azúcar, entre otros – fue tener que dejar atrás mis raciones semanales de Inlagd Sill y de Dill Sill), pero lo cierto es que el arenque tiene un sabor fuerte a pescado, y aunque el proceso de encurtido le otorga otros matices que lo complementan perfectamente, para paladares vírgenes en estos terrenos puede llegar a ser un gusto adquirido aunque, todo hay que decirlo, yo lo adquirí con el primer bocado.
Receta arenques marinados suecos El arenque encurtido se encuentra en distintos estilos por toda Europa. Los holandeses devoran el maatjes, los alemanes se atiborran de rollmops, los franceses se pegan comilonas de hareng mariné, y los daneses se deleitan con marinerede sild. Todos ellos están basados en el mismo concepto, filetes de arenque graso marinados en una solución especiada de vinagre y grados variables de azúcar y/o sal.
Receta arenques encurtidos paleo Como soy una persona que se apunta a un bombardeo, en cuanto a experimentaciones culinarias se refiere, inicialmente no me preocupé por el hecho de que ya no podría seguir disfrutando de mis queridos arenques suecos envasados. “No pasa nada, ya los haré yo”. Tras unas cuantas visitas a distintas pescaderías de la ciudad, me di de narices con la cruda realidad: aquí no se venden arenques frescos. Tenemos caballa, tenemos sardinas. Para salir de un apuro podrían servir. Pero es que… no es lo mismo. Y aquí donde me veis, cuando me lo propongo (y os aseguro que lo hago con frecuencia), puedo llegar a ser muy cabezona.
Receta dill sill paleo El caso es que hace unas semanas, en una de mis salidas de caza-recolección-avistamiento urbano, di con una tienda de alimentación rusa en pleno centro de la ciudad. Estos son los momentos que marcan la diferencia: ¡Los grandes descubrimientos! Y es que entre las muchas cosas apenas comestibles que llenan las estanterías y frigoríficos de dicha tienda, también he hallado algún que otro tesoro: arándanos rojos y bayas de espino del mar congelados, chucrut y pepinillos fermentados de verdad (refrigerados), hojas de parra en salmuera y caballas ahumadas. En la caja, me atiende una mujer rusa muy amable. Y de repente me viene a la mente la pregunta que desde ese momento en adelante cambiará mi vida. Tengo un atisbo de genialidad al recordar que el arenque es una parte importante de la alimentación rusa. “¿Sabes dónde puedo conseguir arenque fresco?” “Si, claro”, contesta ella con naturalidad, “aquí.” Se da la vuelta, abre una nevera que está al lado de la caja, y de un barril con salmuera me saca un pescado entero.
Y es que estos arenques se sirven también en las mesas rusas como un aperitivo (o “zakuska”). El pescado se limpia y los filetes se cortan en trozos tamaño bocado que se sirven espolvoreados con cebolleta verde. Y así es como probé el primer arenque que me llevé a casa. Estaba bueno, pero nada comparado con lo que tenía previsto para los siguientes. Receta arenques encurtidos paleo

Cómo filetear un arenque (y otros pescados pequeños)

  • Enjuaga el pescado con agua fría. Si el arenque todavía está entero, haz un corte a lo largo, por la parte de abajo, para sacar las tripas y las huevas (ni se te ocurra tirar las huevas, puedes rebozarlas con un poco de almidón de yuca y freírlas en ghee o en aceite de coco. ¡Una auténtica delicia!). Enjuaga por dentro con agua fría, seca y pon el pescado sobre una superficie de trabajo limpia.
  • Corta la cabeza justo detrás de las branquias. Haz una incisión a lo largo de la espina dorsal. Corta y descarta la aleta trasera.
  • Con el arenque sobre la superficie de trabajo, inserta el filo del cuchillo entre la carne y la piel y tira de ésta para quitarla. Repite con el otro lado.
  • Pasa el cuchillo entre la carne y la espina del arenque de cada lado y tira para separar el filete de los huesos, cortando y descartando la cola.
  • Una vez tengas listos los dos filetes, raspa la parte interna de cada uno con el cuchillo para quitar cualquier resto. Pasa los dedos por la parte interior de cada filete y saca cualquier espina que sobresalga. No hace falta ser demasiado meticuloso en este aspecto si no quieres, ya que al encurtir, las espinas se ablandan (y además son una fuente de calcio). Llegados a este punto, ya tienes los filetes listos.

Y si eres más visual, aquí tienes un vídeo. Arenque sueco


Nota: Existen muchas tiendas de alimentación rusa en España, haciendo una búsqueda en internet podemos encontrar listados bastante extensos de las tiendas que hay en todo el país. La tienda a la que voy yo se llama Mist-Market, y he visto que también están en más ciudades.
- Mist-Market Madrid: C/Méndez Álvaro, 8-10
- Mist-Market Barcelona: C/Roser, 7
- Mist-Market Santander: C/Federico Vial, 3 Bajo 3
- Mist-Market Almería: C/Vicente Gil, 30
- Mist-Market Sevilla: C/Almirante Lobo, 2

4.7 from 3 reviews
Receta: Arenques marinados, tres variaciones
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Aquí tienes tres variaciones para preparar los arenques como más te guste. Con 5 arenques tendrás para rellenar 3 botes de ¾ de litro. Deja 4 filetes enteros para los rollmops, y corta los 6 restantes en trozos de unos 2,5 cm.
Para: 10 – 12 personas
Ingredientes
  • 5 arenques en salmuera, limpios, fileteados y remojados en agua durante 12 horas para quitar el exceso de sal.
Marinada para Dill Sill (arenques con eneldo y cebolla)
  • 1 vaso de agua
  • 1 vaso de vinagre de sidra de manzana
  • 1 cucharada de azúcar de coco (o similar)
  • 1 cucharadita de semillas de mostaza
  • 12 granos de pimienta negra
  • 12 granos de pimienta de Jamaica
Ingredientes adicionales para Dill Sill
  • Eneldo fresco
  • Cebolla cortada en juliana
Marinada para Glasmastarsill (arenques con limón y zanahoria)
  • 1 vaso de agua
  • ½ vaso de vinagre de sidra de manzana
  • 1 cucharada de azúcar de coco (o similar)
  • 1 cucharadita de semillas de mostaza
  • 1 cucharadita de semillas de eneldo
  • ½ cucharadita de semillas de cilantro
  • 10 granos de pimienta de Jamaica
  • 1 clavo
  • zumo de 1 limón
Ingredientes adicionales para Glasmastarsill
  • Eneldo fresco
  • Cebolla cortada en juliana
  • Zanahoria cortada en rodajas finas
  • Medio limón cortada en rodajas finas
Marinada para rollmops de naranja
  • 1 vaso de vinagre de sidra de manzana
  • ½ vaso de agua
  • 1 cucharada de azúcar de coco (o similar)
  • 1 cucharadita de semillas de mostaza
  • 8 granos de pimienta negra
  • 8 granos de pimienta de Jamaica
  • 3 hojitas de laurel
  • Piel de media naranja cortada en tiras
Ingredientes adicionales para los rollmpos
  • Cebolla cortada en juliana
Instrucciones
Dill Sill
  1. En un cazo, pon a hervir suavemente todos los ingredientes de la marinada, durante 5 minutos. Retira del fuego y deja enfriar.
  2. En un bote de aproximadamente ¾ de litro, haz capas con 3 de los filetes de arenques cortados en trozos de unos 2,5 cm, la cebolla y ramitas de eneldo. Una vez fría, echa por encima la marinada e intenta que todos sus ingredientes se entremezclen con el pescado.
Glasmastarsill
  1. Pon en un cazo todos los ingredientes de la marinada, salvo el zumo de limón, y hiérvelos suavemente durante 5 minutos. Retira del fuego y deja enfriar.
  2. En un bote de aproximadamente ¾ de litro, haz capas con 3 de los filetes de arenques cortados en trozos de unos 2,5 cm, la cebolla, la zanahoria, las rodajas de limón y las ramitas de eneldo. Cuando la marinada esté fría, agrega el zumo de limón y rellena el bote.
Rollmops
  1. Pon todos los ingredientes de la marinada en un cazo a hervir suavemente durante 5 minutos. Retira del fuego y deja enfriar.
  2. Enrolla los 4 filetes de arenque, con la piel hacia afuera, y desde la cola hasta la cabeza, fijando cada rollo con un par de palillos de madera. Mete los rollos en el bote de cristal, esparce la cebolla y rellena con la marinada fría.
Para todos
  1. Cierra bien los botes y mételos en la nevera durante al menos tres días antes de comer. Están en su punto óptimo entre los 5 y los 10 días, pero se guardan bien durante un mes.
  2. Para servir, escurre los filetes y acompaña con un poco de nata agria o una ensalada de patata.

 

4.7 from 3 reviews
Receta: Ensalada de patata con almendras y sumac
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 4 personas
Ingredientes
  • 4 patatas, sin piel, hervidas y cortadas en trozos
  • 1 cucharada de mantequilla o ghee
  • 1 cebolla mediana, picada
  • 1 – 2 dientes de ajo, en láminas
  • 1 cucharada de almendras, troceadas
  • 1½ cucharadas de sumac o zumaque
  • 1½ cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Zumo de medio limón
  • 1 – 2 cebolletas verdes, picadas
  • Cayena en polvo, sal y pimienta
Instrucciones
  1. En una sartén a fuego medio, derrite la mantequilla y sofríe la cebolla. Cuando comience a caramelizarse, añade el ajo, las almendras y el sumac. Remueve hasta que las almendras se tuesten ligeramente y retira la sartén del fuego.
  2. Mezcla las patatas con el aceite de oliva y el zumo de limón. Salpimenta y añade cayena en polvo al gusto. Añade las cebolletas verdes y la cebolla, ajo y almendras del paso anterior y mezcla todo con cuidado.
Notas
El sumac o zumaque es una especia en forma de bayas de color granate, y son de uso tradicional en la cocina de Oriente Medio, donde ocupa el lugar del limón, el vinagre y el tamarindo para dar un toque de acidez a los platos. Se suele encontrar molido y es ideal para usar con carnes, pescados y ensaladas con un toque mediterráneo.

 


Receta: Mayonesa de aceite de macadamia

$
0
0

Mayonesa de macadamia A diferencia de la porquería que se suele comprar en el supermercado, esta mayonesa no se elabora con aceites de girasol, maíz o soja (lee las etiquetas, incluso la mayoría de variedades de mayonesa “de aceite de oliva” en las estanterías de los supermercados, están hechas principalmente a base de aceites vegetales).
Así que si quieres disfrutar de una buena mayonesa, no te queda otra que remangarte y poner manos a la obra. Y es que en realidad, la mayonesa es un alimento muy paleo. En esencia se trata de una emulsión de yema de huevo y un buen aceite, con algo de mostaza, zumo de limón (o vinagre) y sal.
“¿Que haga mi propia mayonesa?”, me preguntas. ¡SI! Existe la idea equivocada de que hacer mayonesa casera tiene una tasa de éxito relativamente baja, o que lleva mucho tiempo. Pero si aciertas con las medidas, temperaturas y cadencia, deberías de tener buenos resultados.
Llegados a este punto, tenemos claro que ni los ingredientes ni la técnica para hacer mayonesa casera son inusuales ni difíciles. Éstas son algunas de las directrices a seguir para preparar una mayonesa perfecta:

  1. Asegúrate de que todos los ingredientes están a temperatura ambiente. Lo más sencillo es dejar todo sobre la encimera un par de horas antes.
  2. Bate las yemas durante un minuto o dos antes de añadir el aceite; tienen que ponerse espesos, pegajosos y brillantes primero.
  3. Añade el aceite muy despacio, gota a gota, hasta que comienza el proceso de emulsión y la mezcla se vuelve cremosa y densa, tras lo cual podrás echar el resto del aceite mucho más rápido.
  4. La cantidad máxima de aceite que puede absorber una yema de huevo es aproximadamente 180 ml (¾ taza), más allá de esta cantidad las propiedades que tiene el huevo para ligar, dejan de tener ese efecto y la salsa comenzará a ponerse más líquida y se cortará. La cantidad más segura serían unos 120 ml (½ taza) de aceite por yema de huevo, así que te aconsejo ceñirte a esto cuando estés empezando. Las proporciones serían algo parecido a esto: 2 yemas de huevo + 240 ml (1 taza) de grasa + 1-2 cucharadas soperas de zumo de limón o vinagre = 300 ml de mayonesa. Puedes añadir otros ingredientes, como mostaza, ajo, anchoas, alcaparras, etc.

Mayonesa de aceite de macadamia Y me dirás: “¡Yo hago mayonesa de toda la vida! No vas a enseñarme nada.” Y es posible que así sea, o que tú puedas enseñarme unas cuantas cosas a mi. Pero, aparte de enseñar a quien nunca la ha hecho, creo que una persona experimentada en hacer mayonesa también podrá aprender algo de esta entrada. Y es que cuando dejé de utilizar aceites refinados para preparar mayonesa (el aceite de oliva “suave” no es virgen extra, sino una mezcla con aceite de oliva refinado), me encontraba con que el sabor de mi nueva mayonesa era demasiado fuerte para mi gusto. He experimentado mucho durante meses, he preparado mayonesas de todo tipo, utilizando distintos aceites y grasas, con mayor o menor éxito, y finalmente encontré un aceite que daba un resultado exquisito. Gracias, aceite de macadamia. En palabras de Mark Sisson, “las nueces de macadamia son superiores a todas las demás nueces y frutos secos”. En este artículo puedes leer lo que piensa Mark Sisson del aceite de macadamia. Es un aceite estupendo para añadir a tu alimentación. Tiene un sabor suave y mantecoso, con el toque dulce de la nuez, convirtiéndolo en un aceite perfecto para preparar una sensacional mayonesa casera.
Receta de mayonesa de macadamia Me darás las gracias cuando la pruebes. Es tan maravillosamente cremosa y untuosa que te la querrás comer a cucharadas (y te aseguro que no pararás hasta dejar limpias las paredes del vaso de tu batidora después de prepararla – privilegios del cocinero), pero también la podrás utilizar como base para preparar todo tipo de platos, como huevos rellenos, ensalada de atún o de pollo y salsas picantes. Elevará a otro nivel los básicos culinarios del día a día como los huevos duros, las sobras del pollo asado, las conservas de pescado y las verduras.

5.0 from 3 reviews
Receta: Mayonesa de macadamia
 
Tiempo de Preparación
Tiempo Total
 
Para elaborar esta receta, puedes utilizar un procesador de alimentos, una batidora de mano o un brazo inminentemente dolorido y unas varillas.
Para: 300 ml (1 taza y media)
Ingredientes
  • 2 yemas de huevo
  • 1 cucharada sopera de zumo de limón (o vinagre)
  • ¼ de cucharadita de mostaza en polvo
  • 1 taza (240 ml) de aceite de macadamia, o bien una mezcla de aproximadamente ⅔ de aceite de macadamia y ⅓ de aceite de oliva
  • ½ cucharadita de sal
  • pimienta
Instrucciones
  1. Pon las yemas junto con el zumo de limón y la mostaza en el cuenco o vaso de la batidora/procesador y bate bien durante unos 30 segundos hasta que espese y el color se vuelva más brillante.
  2. Sin dejar de batir, ve añadiendo el aceite en un chorro muy fino. Si estás utilizando un aparato eléctrico, su potencia debe ser baja-media, si te estás dando el palizón con las varillas manuales, tendrás que hacerlo de forma enérgica y sin parar. Es muy importante que vayas echando el aceite muy despacio. Estás creando una emulsión, y si echas demasiado aceite de golpe, corres el riesgo de que se te corte.
  3. Según continúes echando el aceite (aproximadamente a partir de la mitad de la taza), se formará la emulsión y la mayonesa comenzará a espesarse. Si estás usando una batidora eléctrica, podrás escuchar cómo cambia el sonido cuando el líquido comienza a formar la emulsión. A partir de este momento podrás echar el aceite más rápidamente y, si estás utilizando tu fuerza muscular, podrás darte un pequeño respiro.
  4. Salpimenta al gusto y conserva en un bote en la nevera, hasta una semana.

Receta: Semifreddo de Yogur y Plátano con Fresas y Chocolate

$
0
0

Semifreddo de Yogur y Plátano con Fresas y Chocolate Debo admitir que, cuando empieza a apretar el calor de los meses estivales, me entra la debilidad por el helado. En realidad, no sólo por el helado; el sorbete, los polos, el yogur helado y el semifreddo también me sirven.
El semifreddo, o semifrío, es un postre con variadas interpretaciones. En esencia es una mousse cremosa congelada, una versión más ligera y aireada del helado. Se diferencia de éste en que se suele servir cortado en lonchas y no se necesita una heladera para prepararlo. En ocasiones se sirve a capas, con bizcocho o cookies, en ocasiones con frutos secos o fruta fresca de temporada. Es elegante y a la vez accesible. Es el postre que querrás servir en las tardes de verano cuando tengas invitados, o simplemente cuando te apetezca un capricho fresco y apetitoso.
Semifrío de plátano y yogur con fresas y almendras La preparación de un semifreddo nos adentra en un camino apacible y algo perezoso del arte del helado casero; todos los beneficios de un gelato sin necesidad de sacar la heladera.
Bueno… en realidad no es tanto cuestión de pereza como de tomar un ingenioso atajo. Porque a pesar de que no hace falta preparar unas natillas y enfriarlas, y sacar la artillería pesada, sí que tendremos que montar (las claras), fundir (el chocolate) e integrar (la mezcla).
Helado semifrío sin gluten, sin azúcar Inicialmente su textura es suave y delicada, al congelarse se volverá bastante compacto, pero una vez cortado comenzará a suavizarse y desarrollará su característica y suntuosa textura de mousse. A la hora de servir, puedes cortarlo tal y como he hecho yo, sacar bolas como si fuera un helado tradicional, congelar en moldes pequeños para desmoldar en raciones individuales, o se me ocurre que también podría ser una buena idea congelar la mezcla en moldes para hacer polos.
La receta de hoy tiene como base un merengue que se prepara montando las claras tibias a punto de nieve con un poquito de miel o sirope de arce hasta que se vuelven brillantes y forman picos consistentes. Una vez que tenemos el merengue, lo integraremos bien a la base que habremos preparado con el yogur griego y el plátano. En este caso he elegido utilizar yogur griego casero de leche cruda, muy espeso, y plátano para aportar el dulzor y mayor cremosidad a la mezcla. Para una versión sin lácteos, no dudes en sustituir el yogur por la misma cantidad de nata de coco montada.
Helado semifrío de plátano y yogur con fresas y chocolate La acidez del yogur compensa el dulzor frutal del plátano, mientras que la capa de chocolate le imparte una variación de textura, sabor e interés visual, y las fresas frescas de temporada, añadidas en el último momento, aportan color y un sabor entre dulce y ácido, que funciona de maravilla con todo el conjunto, acabando con una lluvia de almendras picadas para añadir un toque extra crujiente al conjunto. Perfecto, sencillo y delicioso. Semifreddo con yogur, plátano, fresas, chocolate y almendras

5.0 from 1 reviews
Receta: Semifreddo de Yogur y Plátano con Fresas y Chocolate
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 10 – 12
Ingredientes
  • 15gr de chocolate negro (mínimo 85%)
  • 1 cucharada de aceite de coco
  • 4 claras de huevo
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • ¼ de cucharadita de cremor tártaro
  • 1 pizca de sal
  • 1 cucharada de sirope de arce o miel cruda
  • 500gr de yogur griego o de leche entera colado (me gusta utilizar yogur casero de leche cruda)
  • 1 plátano maduro
  • 150gr de fresas frescas, cortadas
  • 30gr de almendras, picadas
  • Chocolate y aceite de coco para servir (opcional)
Instrucciones
  1. Funde el chocolate y el aceite de coco al baño maría. Forra una bandeja con papel de horno y extiende la mezcla para formar una fina capa. Si quieres, puedes utilizar un pincel. Mete la bandeja en la nevera para que se solidifique mientras preparas el semifreddo.
  2. Forra un molde de pan (22 cm x 12 cm aprox.) con papel de horno, dejando lo suficiente en los bordes largos para taparlo una vez relleno.
  3. En un bol mezcla las claras, el sirope de arce o miel, la vainilla, el cremor y la pizca de sal. Ponlo al baño maría y remueve con una cuchara hasta que la mezcla esté tibia. Tardará unos 2 minutos.
  4. Retira el bol del fuego y bate bien con unas varillas, en velocidad media-alta, hasta que se formen picos brillantes y consistentes, unos 5 minutos. El merengue tiene que quedar firme y muy brillante, y mantener la forma.
  5. Si tienes thermomix, las claras se montan con la mariposa, a 37º, velocidad 3½.
  6. Por otro lado, bate bien el yogur con el plátano hasta que la consistencia sea lisa y untuosa.
  7. Mezcla unas pocas cucharadas del merengue al yogur para aligerar la base, luego incorpora con cuidado el resto del merengue hasta que se haya integrado del todo.
  8. Echa aproximadamente la mitad de la mezcla al molde, cubre con una capa de láminas de chocolate que preparaste en el primer paso, y añade el resto de la mezcla de yogur.
  9. Alisa la superficie con una espátula, cubre con el papel y congela durante al menos 4 horas o durante la noche.
  10. Cuando lo vayas a servir, mete el molde en agua caliente durante unos segundos. Vuelca el semifreddo en una fuente, decora con las fresas y las almendras (y si quieres, salsa de chocolate preparada de la misma forma que en el paso 1) y corta en porciones.
Notas
Para una versión sin lácteos, sustituye la misma cantidad de yogur por crema de coco montada.

Receta: Paté Cremoso de Higaditos

$
0
0

Paté cremoso de higaditos de pollo De pequeña comía patés con frecuencia. Me encantaba acompañar a mi madre a la charcutería, siempre me dejaba elegir los patés de la semana. A veces a la pimienta o a las finas hierbas, otras prefería la textura más rústica del paté de campaña. Es uno de los momentos de mi infancia que recuerdo con especial cariño.
Últimamente me ha dado por pensar mucho en las personas y las cosas por las que estoy agradecida. Me siento muy afortunada de tener buena salud, una familia que me quiere, un marido que haría cualquier cosa por mí, y amigos que me apoyan. Pero cuando me detengo y pienso en la gratitud, mi madre es la que se sitúa en primer lugar.
Paté de higaditos de pollo Mi madre ha hecho tanto por y conmigo en estos últimos treinta y tantos años de mi vida. Me crió con amor y cariño, ha sido y sigue siendo mi mejor confidente y consejera, incluso durante esos inestables años de la adolescencia por los que todos hemos pasado.
También me enseñó una barbaridad, sin que apenas me diera cuenta de ello. Sería imposible catalogar todo lo que me ha enseñado, pero éstas son unas pocas de las lecciones que me transmitió:

  • Las chicas pueden hacer cualquier cosa que puedan hacer los chicos. Y generalmente, lo hacen mejor.
  • Quiérete y respétate por encima de todo; de lo contrario, dejas abierta la puerta para que otras personas te traten mal.
  • Es probable que no siempre estés de acuerdo con las elecciones de las personas, pero puedes – y deberías – quererlas y apoyarlas de todas formas.
  • Trata a otras personas como te gustaría que te traten a ti.
  • Los niños que se burlan de ti durante la infancia solamente están celosos de ti (a pesar de que esto podría o no haber sido verdad, desde luego que me hacía sentir mucho mejor).
  • Lee un montón de libros, viaja, aprende cosas, apúntate a esa clase de cata de vinos… En pocas palabras, haz todo lo que quieras hacer para que un día no te puedas arrepentir de haber dejado de hacer algo.
  • Haz lo mejor que sepas hacer en todas las facetas de la vida – estudios, amor, amistades, en definitiva, todo lo que conlleva nuestra condición de seres humanos.

Todo eso, y mucho más. ¡Gracias, mamá! Eres lo mejor y estoy muy agradecida de tenerte en mi vida, hoy y cada día.

Paté cremoso de higaditos de pollo También me enseñó a apreciar la buena comida desde pequeña. Es una de las mejores cocineras que conozco y tuve la gran suerte de criarme disfrutando de los maravillosos platos que nos preparaba, platos llenos de sabor, la mayoría de procedencia franco-germana (el pot-au-feu semanal, chucrut con codillo, patés) y otros muchos, producto de su amor por sabores exóticos de la cocina internacional (cuscús, tagine, currys). No me había dado cuenta, hasta hace poco, de la suerte que tuve en mi infancia, pero cuando miro por la ventana y veo lo que comen los hijos de mis vecinos, doy gracias y mil gracias. Un millón de gracias. Y todavía más gracias porque me daba de comer hígado encebollado todas las semanas. Y me encantaba. Me sigue encantando.
Debo de ser una de las pocas personas que disfruta comiendo hígado, de casi cualquier forma. Y esa suerte que tengo. A estas alturas, no creo que sea un secreto que el hígado es un superalimento. La densidad nutricional presente en una onza (28 gramos) de esta carne se parece más a un suplemento vitamínico. La mayoría de los nutrientes de los que puede presumir el hígado son bastante escasos en otros alimentos. Casquería: Paté de higaditos de pollo

10 razones para comer higaditos de pollo

El hígado de pollo está repleto de nutrientes. Echa un vistazo a estos datos nutricionales y las bondades que nos ofrece.
Cada 100 gramos de higaditos de pollo a la plancha, nos aportan unos beneficios asombrosos:

  1. Previene la anemia (Vitamina B12 – 352% VD)
    El hígado de pollo puede suministrar más de 3 veces el VD de vitamina B12, un nutriente esencial que promueve la producción de glóbulos rojos y ayuda a prevenir la anemia perniciosa.
  2. Ayuda a mantener buena vista (Vitamina A – 288% VD)
    Es posible que no sepas que el hígado está repleto de vitamina A en forma de retinol, alfa y beta carotenos, incluyendo el licopeno. Con un valor de 14378 IU por 100 gramos, es una gran ayuda para la salud ocular.
  3. Un buen apoyo para la fertilidad (Folato – 140% VD)
    Si estás embarazada o lo estás intentando, el hígado de pollo es un alimento ideal. Con sus 560 mcg de folato, promueve la fertilidad y ayuda a prevenir defectos del tubo neural en el bebé.
  4. Es bueno para los tejidos corporales (Riboflavina – 136% VD)
    El dolor alrededor de labios, boca y lengua, y la piel agrietada y/o descamada en las comisuras de los labios y alrededor de la nariz indica una falta de riboflavina en el cuerpo. La riboflavina, también conocida como vitamina B2, es esencial para una función reproductiva saludable, y para el desarrollo y reparación de tejidos corporales, incluyendo la piel. 100 gramos de hígado de pollo contienen 2.3 mg de riboflavina.
  5. Ayuda a mantener una función tiroidea saludable (Selenio – 126% VD)
    Tiene un alto contenido en selenio, un mineral que trabaja en conjunto con el yodo para mantener la tiroides en plena forma.
  6. Lucha contra el estrés (Ácido Pantoténico – 83% VD)
    Al ser rico en ácido pantoténico, el hígado es un gran apoyo para las glándulas adrenales o suprarrenales, ayudando al cuerpo a combatir el estrés.
  7. Estimula el sistema inmunológico (Hierro – 72% VD)
    Además de su papel en la prevención de la anemia, el hierro también favorece la salud del sistema inmunológico, y el hígado de pollo es una excelente fuente de este mineral esencial.
  8. Previene la pelagra (Niacina – 70% VD)
    La falta de niacina en el cuerpo se presenta en forma de pelagra, una enfermedad con síntomas como delirios, diarrea, mucosas inflamadas y llagas en la piel. El pollo y el atún son dos de las fuentes con mayor contenido en niacina.
  9. Piel, pelo y uñas sanas (Proteína – 52% VD)
    Uno de los muchos beneficios de la proteína es mantener la piel, músculos, pelo y uñas en perfecto estado. El hígado de pollo es una excelente fuente de este nutriente tan importante.
  10. Dientes y huesos saludables (Fósforo – 42% VD)
    También es bueno para los dientes, encías y huesos, por su alto contenido en fósforo, ya que el calcio no puede formar tejido óseo sin la ayuda de este mineral.

Fuente: Self Nutrition Data Receta de paté de hígado de pollo

¿Cuál es el mejor hígado?

Según Lynn Razaitis, de la fundación Weston A. Price:

“Está claro que debemos consumir hígado procedente de animales sanos – ternera, cordero, búfalo, cerdo, pollo, pavo, pato y ganso. La mejor opción es el hígado de animales que viven al aire libre y pastan. Si esto no está disponible, la siguiente opción sería el hígado de pollo, ternera o cordero ecológico. Si la única alternativa fuera el hígado del supermercado, la mejor opción sería el de ternera o cordero (lechal). No se recomienda el hígado de pollo y cerdo criados de forma convencional.”
The Liver Files 

También es importante recordar que los animales no utilizan el hígado para filtrar toxinas. Lo utilizan para detoxificar y excretarlas. Mark Sisson nos los explica en este artículo.
Receta paté cremoso de hígado de pollo Sé que a muchos de vosotros no os hace ni pizca de gracia la idea de comer hígado, pero os prometo que las recetas que quiero compartir con vosotros son muy sabrosas. Una de los factores a tener en cuenta cuando se cocina el hígado, sea de pollo, cordero o ternera, es no hacerlo demasiado. El hígado debe quedar un poco rosa por dentro, ya que de lo contrario el sabor se volverá amargo.

4.9 from 9 reviews
Receta: Paté Cremoso de Higaditos
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 10 porciones
Ingredientes
  • 15 granos de pimienta negra
  • 3 granos de pimienta de Jamaica
  • 15 semillas de cilantro
  • 1 clavo de olor
  • 125 gramos de mantequilla, derretida
  • 1 cebolla mediana, picada
  • 500 gramos de higaditos de pollo (de pollos criados al aire libre)
  • 2 cucharadas de brandy
  • Sal
  • 3 cucharadas de nata (opcional, pero muy recomendable)
  • Más mantequilla derretida para sellar (opcional)
Instrucciones
  1. Muele las pimientas, semillas de cilantro y clavo en un molinillo para especias o un molinillo de café hasta obtener un polvo fino, y reserva.
  2. Calienta una sartén a fuego medio-alto con un poco de mantequilla. Añade la cebolla y sofríela hasta que esté transparente, unos 5 minutos.
  3. Sube un poco el fuego y añade los higaditos, espolvoreando con un poco de sal. Cocínalos durante unos 2 minutos por cada lado, hasta que el exterior esté sellado y dorado, pero el interior se mantenga rosado.
  4. Mete los higaditos, cebolla y jugos de la cocción en un procesador de alimentos o thermomix con el resto de la mantequilla, las especias, el brandy y la nata (si la vas a usar). Tritura la mezcla hasta que su textura sea muy fina. Pruébala y ajusta el punto de sal.
  5. Mete el paté en un cuenco, tarrina o botes de cristal, alisa la superficie y refrigera durante unas 2 o 3 horas. Si quieres, una vez que esté firme, puedes sellar el paté con una capa de mantequilla.
  6. Recomiendo sacarlo de la nevera unos 15 minutos antes de servir.

Receta: Brownies de Cereza con Doble Chocolate

$
0
0

Receta Brownies de Cereza con Doble Chocolate (Nota: No dejes de leer la entrada hasta el final si no te quieres perder un regalito de agradecimiento y una oferta muy interesante.)

La inspiración puede llegar sin avisar. Como un relámpago que ilumina el cielo y cae a la tierra en un abrir y cerrar de ojos, la inspiración golpea de la misma manera. Cuando me llega la inspiración con una idea nueva y singular, pega como un puñetazo en las costillas, sobrecogedora, y exigiendo atención. La inspiración auténtica no es sólo una bombilla que se enciende encima de tu cabeza. Es mucho más potente. Si te asaltara la inspiración, esa bombilla estallaría en un espectáculo de fuegos artificiales que iluminarían el cielo nocturno.
Estos brownies fueron mi inspiración.
Receta de brownies de cereza sin gluten, sin azúcar Llega el verano. Llega la fruta. Llegan las cerezas. Llega el calor…. Rebobinemos: LLEGAN LAS CEREZAS.
La parte más complicada de tener cerezas en casa es no ventilarse la caja entera antes de que se te empiecen a ocurrir ideas de recetas. Es una carrera a contrarreloj. Pero esta vez he ganado yo.
Tampoco es un secreto que siento especial adoración por el chocolate. Lo sé. Qué poca originalidad. Todavía, si dijera que mi extraña atracción es por el hígado. Vaya, resulta que también es así. En cuanto a los brownies tampoco parece que me causen un particular rechazo.
Y éstos en concreto son unos brownies enviados a nuestras cocinas directamente desde el Olimpo de los Dioses de los postres saludables. La base de cacao, con trocitos de chocolate negro, es tan increíblemente jugosa y decadente. En el instante en que el brownie llega a tu lengua, se deshace en un éxtasis chocolateado, con toques fundentes o crujientes, dependiendo de la temperatura a la que te lo estés comiendo. Lo sé. Es muy probable que no sea una labor sencilla conseguir que te dure tanto como para poder probarlo en frío. Pero inténtalo, merece la pena. Cuando se combina con la dulce acidez de las cerezas, es posible que se te salten las lágrimas. Son así de buenos. Nunca os mentiría sobre algo tan serio.
Brownies de cereza con doble chocolate, sin gluten y sin azúcar En casa nadie puede dejar de pensar en estos brownies y mientras duraron, varias veces al día, alguien se acercaba sigilosamente con un tenedor para robar, con total sutileza, un bocado (o dos, o tres, o cuatro…). Y estoy casi segura que no fueron los gatos. Querrás acompañarlos con un vaso de leche (cruda). Ah, y otro brownie.

Sorteos y descuentos, dando las gracias

Regalar es algo que siempre me ha encantado: todo el proceso, desde que comienzas a pensar en algo especial para esa persona, buscas o haces con tus manos el regalo perfecto, los detalles de la planificación de la sorpresa. Y lo mejor es imaginar a esa persona cuando recibe el regalo, la emoción, la impaciencia, la curiosidad, la felicidad… Está claro que regalar implica riesgos. Siempre te preguntas, hasta el último momento, si gustará ese cuadro que has pintado, o esa cajita para guardar las bolsitas de té en la que has estado trabajando en tus ratos libres durante un par de semanas.
De lo que sí estoy segura es que con el regalito de hoy he acertado. Cada día procuro dedicar un momento en agradecer todo lo que tengo en esta vida. Hablé brevemente sobre ello en este artículo. Este acto tiene una gran importancia, tanto física, psíquica como espiritualmente. Y hoy quería daros a vosotros, lectores de este blog, las gracias por estar ahí. Por haber creído en este proyecto y seguirme cada día, ansiosos por leer la siguiente publicación, por las decenas de miles de visitas mensuales, por vuestra participación, vuestros comentarios, preguntas, pensamientos y opiniones, por vuestro apoyo, porque me demostráis que estáis ahí, y que os importa. Gracias.
Brownie de cacao y cereza, sin gluten Y siguiendo con los agradecimientos, gracias a Oro de los Andes, sorteamos un lote de productos ecológicos compuesto por:

  • Sorteo cacao y chocolate Oro de los Andes Un paquete de cacao en polvo de 250 gramos. Éste es el que utilizo en todas mis recetas y me encanta. Aparte de usarlo para esta receta, puedes emplearlo en el ya famoso Brownie de Remolacha, así como en el Postre Cremoso de Chocolate y Aguacate.
  • Un paquete de granos de cacao de 100 gramos. Me encanta utilizar unos pocos granos de cacao en trocitos para aportar una textura crujiente a postres y ensaladas, con sabor a cacao. Para una explicación de cómo los utilizo, pásate por la receta del Postre Cremoso de Chocolate y Aguacate.
  • Una tableta de chocolate 100%. Esto es intenso, chicos. No he llegado todavía al nivel de algunos que pueden disfrutar de verdad de un cuadrado de chocolate 100%. Así que yo lo empleo en recetas como la de hoy o para hacer cobertura de chocolate “magic shell” para los helados como en el Semifreddo de Yogur, Plátano, Chocolate y Fresas.
  • Un bote de manteca de cacao de 80 gramos. Todavía no he publicado ninguna receta con esta manteca, pero llevo semanas haciendo pruebas y experimentando con ella, y en dos palabras: IM-PRESIONANTE (¿qué tal os suena la idea de chocolate blanco sin azúcar? ¿o poder hacer nuestros propios chips de chocolate para esas indulgencias ocasionales?). Por no hablar de su uso como grasa para cocinar. Yo de momento ya he invertido en varias bolsas de 1 kg para seguir con mis experimentos.

Como sólo habrá un ganador del sorteo, y me encantaría que tengáis la oportunidad de probar todos estos productos que me tienen loca, he convencido a Fernando, el propietario de Oro de los Andes, para que active un código promocional para compras en su tienda online, que estará activo durante todo el mes de Julio. Al introducir el código 10PC-FCBK en el momento de realizar la compra, os podréis aprovechar de un descuento del 10% en vuestra compra.

Condiciones de participación
  1. Dale a Me Gusta en el Facebook de Oro de los Andes.
  2. Deja un comentario en esta entrada para compartir con nosotros por qué estás agradecido/a.
Participaciones extra opcionales
  1. Puedes volver cada día y compartir esta entrada en redes sociales utilizando los botones que hay en la parte inferior de este post hasta que acabe el sorteo. De esta manera obtendrás una participación adicional por cada vez que lo compartas. NO OLVIDES DEJAR UN COMENTARIO CADA VEZ QUE COMPARTAS PARA DECIR QUE LO HAS HECHO.
Bases del sorteo
  • Este sorteo estará abierto hasta el viernes 5 de Julio 2013 a las 22:00 CET (hora de España).
  • El envío del premio sólo se hace a España peninsular, Baleares y Canarias.
  • Cuando acabe el plazo puedo tardar hasta 48 horas para verificar que todos los pasos se han completado correctamente antes de seleccionar a un ganador. Si no has seguido todos los pasos no podrás optar al premio.
  • Debes dejar un comentario distinto por cada paso que realices (los dos pasos del primer recuadro deben ir en 1 SOLO comentario).
  • El ganador será seleccionado al azar entre todos los comentarios mediante el generador de random.org.
  • Una vez notificado, el ganador dispondrá de un plazo de 3 días para ponerse en contacto conmigo y poder concretar la entrega del premio. Si no lo hace, se seleccionará a otro ganador. Enviaré un email a la dirección de correo electrónico que has utilizado para comentar en la entrada. MIRA TU CARPETA DE SPAM.

Y ahora vamos con esos brownies. Receta de brownie de cereza con doble chocolate

4.9 from 9 reviews
Receta: Brownies de Cereza con Doble Chocolate
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 6 – 8 porciones
Ingredientes
  • 150 gr + 75 gr de cerezas frescas deshuesadas
  • 3 huevos
  • ½ cucharadita de extracto de vainilla
  • 4 cucharadas de aceite de coco, derretido
  • 1 cucharada de miel cruda
  • 3 cucharadas de harina de coco
  • 2 cucharadas de cacao en polvo
  • 2 cucharadas de coco rallado
  • ¼ de cucharadita de canela en polvo
  • 40 gr de chocolate negro min. 85% (como éste), cortado en trocitos pequeños semejantes a chips de chocolate
  • ½ cucharadita de bicarbonato
  • Una pizca de sal
Instrucciones
  1. Precalienta el horno a 180 grados.
  2. Pon los 150 gramos de cerezas deshuesadas, junto con los huevos, el extracto de vainilla, el aceite de coco derretido y la miel cruda en un procesador de alimentos y tritura bien hasta que la mezcla quede homogénea.
  3. Ahora añade y mezcla los ingredientes secos: harina de coco, cacao en polvo, coco rallado, canela en polvo, chocolate negro, bicarbonato y sal.
  4. Finalmente mezcla con una espátula las cerezas restantes, cortadas por la mitad.
  5. Echa la masa en un molde de 23 cm x 15 cm o similar y hornea durante unos 35 minutos.
  6. Deja enfriar. Sirve y disfruta.
link

Receta: Semifreddo de la Selva Negra

$
0
0

Semifrío de la Selva Negra A veces, la idea de una comida me acecha, y no puedo hacer nada más que pensar en ello, hablar de ello, y soñar sobre ello hasta que esta especie de obsesión me lleva a la acción, a ponerme manos a la obra para destapar sus más profundos secretos.
Semifreddo de la Selva Negra Todo comenzó con un inocente brownie de cerezas y unos recuerdos de mi infancia; en ocasiones especiales, mi madre me llevaba a una pastelería alemana, de esas en las que todo era casero, el strudel, las tartaletas de frutos del bosque con crema, y una de mis preferidas, la Schwarzwälder Kirschtorte, o más conocida en estas tierras como la tarta de la Selva Negra.
Semifrío con cerezas y chocolate Hacer una recreación más saludable de este pastel no iba a resultar tan complicado, pero llevamos algo más de una semana con temperaturas alrededor de los 40 grados en Madrid y no sé vosotros, pero entre eso y la explosión de verduras y frutas propias de esta estación, las cosas que más apetecen son agua bien fresquita, gazpachos, cremas frías, ensaladas, ceviches, limonadas, sorbetes, helados y más helados. Así pues, los engranajes de mi cerebro se pusieron en marcha y a los pocos minutos ya tenía este lujurioso semifreddo montado en mi cabeza. Hasta hace más bien poco, no sabía exactamente cuál era la diferencia entre un helado y un semifreddo, pero últimamente parece que estoy recuperando el tiempo perdido. Es la versión italiana de un postre helado y una excelente manera de disfrutar del helado sin necesidad de tener una heladera.
Helado de la Selva Negra Pero os aviso: este plato está destinado a los paladares más exquisitos, es toda una experiencia gourmet, una indulgencia sólo apta para sibaritas. Es pecaminoso, sensual… no, no me voy a cortar. Es orgásmico. Esto sí que es porno, pero del bueno. Un verdadero deleite para los sentidos.
Helado con brownie, galleta y salsa de cerezas, sin gluten, sin azúcar La simple idea de una cucharada de esta cremosa mousse helada, derritiéndose en mi lengua, acompañada de la crujiente galleta de su base, el jugoso toque interior del brownie y las cerezas en sus tres versiones, frescas, asadas y en salsa… Esa inocente idea fue la culpable de convertirme en una causa perdida, suficiente como para empujarme en la búsqueda de las seductoras cualidades de este postre cremoso que habitaba mi imaginación.
Semifrío con brownie, galleta de frutos secos y cerezas No me extiendo más. Creo que os he hecho sufrir bastante en estas pocas líneas. Y a pesar de que algunos de vosotros digáis de vez en cuando que soy cruel, en ocasiones doy tregua. Y mi regalo de hoy es que paséis un buen rato bajando la temperatura de la forma más sabrosa. Así que, sin alargar más la culminación de esta entrada, vayamos directamente a la receta.
Helado de cerezas, brownie y galleta paleo, sin gluten, sin azúcar Nota: Aunque os parezca que es muy complicada porque lleva muchos ingredientes y varios pasos, en realidad es muy sencilla. Aprovechad un día en que hayáis preparado un brownie y os sobre un trozo. La elaboración de este semifreddo es exactamente igual al anterior (quitando el plátano) y se puede preparar de un día para otro o con varios días de antelación, lo mismo que la salsa de cerezas.

5.0 from 2 reviews
Receta: Semifreddo de la Selva Negra
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 10 – 12
Ingredientes
Para la base de galleta
  • 4 cucharadas de almendra molida
  • 30 gramos de nueces (o almendras, nueces de macadamia, pecanas, etc.), machacadas en trozos no demasiado pequeños
  • 1 cucharada de cacao en polvo
  • 2 cucharadas de coco rallado
  • Una pizca de sal
  • 3 cucharadas de aceite de coco, derretido
Para el semifreddo
  • 4 claras de huevo
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • ¼ de cucharadita de cremor tártaro
  • 1 pizca de sal
  • 2 cucharadas de miel (yo he utilizado esta miel cruda) o sirope de arce
  • 500gr de yogur griego o de leche entera colado (me gusta utilizar yogur casero de leche cruda) o requeixo de leche cruda
  • Unas 15 cerezas, sin hueso y cortadas por la mitad
  • 80 gramos de brownie de cerezas o brownie de cacao y remolacha
  • Una cucharada de Kirsch (opcional), para remojar el brownie
Para la salsa de cerezas
  • 130 gramos o una taza de cerezas, sin hueso
  • 125 ml de agua
  • 1 cucharadita de extracto de almendras (opcional)
  • Zumo de medio limón
Instrucciones
Base de galleta
  1. En un bol mezcla bien la almendra molida, nueces, cacao en polvo, coco rallado y sal. Añade el aceite de coco y remueve bien con una cuchara hasta que esté bien integrado. Reserva.
Semifreddo
  1. Forra un molde de pan (22 cm x 12 cm aprox.) con papel de horno, dejando lo suficiente en los bordes largos para taparlo una vez relleno.
  2. Si vas a remojar el brownie en el Kirsch, desmenúzalo en migas grandes en un bol y riégalo con la cucharada de licor.
  3. En un bol mezcla las claras, la miel, la vainilla, el cremor y la pizca de sal. Ponlo al baño maría y remueve con una cuchara hasta que la mezcla esté tibia. Tardará unos 2 minutos. Retira el bol del fuego y bate bien con unas varillas, en velocidad media-alta, hasta que se formen picos brillantes y consistentes, unos 5 minutos. El merengue tiene que quedar firme y muy brillante, y mantener la forma. Si tienes thermomix, las claras se montan con la mariposa, a 37º, velocidad 3½.
  4. Mezcla unas pocas cucharadas del merengue al yogur (o requeixo) para aligerar la base, luego incorpora con cuidado el resto del merengue hasta que se haya integrado del todo.
  5. Echa aproximadamente la mitad de la mezcla al molde, cubre con una capa de cerezas frescas, luego el brownie desmenuzado, y añade el resto de la mezcla de yogur.
  6. Finalmente, reparte la mezcla de galleta por toda la superficie para que quede lo más igualado y liso posible.
  7. Cubre con el papel y congela durante al menos 4 horas o durante toda la noche.
Salsa de cerezas
  1. En una cazuela a fuego medio, pon las cerezas, el agua y, si vas a usarlo, el extracto de almendras, y cocina hasta que se abran las cerezas y se reduzca el líquido. Casi al final de la cocción, añade el zumo de limón y cuece un poco más hasta conseguir la consistencia deseada. Esta salsa la puedes preparar con antelación y, si lo deseas, calentarla ligeramente antes de servir.
Montaje del plato
  1. Cuando lo vayas a servir, mete el molde en agua caliente durante unos segundos. Vuelca el semifreddo en una fuente para que la base de galleta quede en la parte de abajo y deja a temperatura ambiente unos 15 minutos para que se suavice su textura. Decora con la salsa de cerezas y corta en porciones.
Notas
Para una versión sin lácteos, sustituye la misma cantidad de yogur por crema de coco montada.

Receta: Helado de Fresa (sin lácteos, sin azúcar refinado)

$
0
0

Helado de Fresa (sin lácteos, sin azúcar refinado) Mírate. Tan paciente. Ha pasado una semana desde mi último post. Y además sabías que tocaba helado. El de toda la vida. Con base de natilla. Por ello, hoy no te haré esperar más de lo necesario, contándote mi vida, mis pensamientos… Intentaré no divagar (demasiado), sólo lo justo.
Fresas maceradas y leche de coco Helado. La buena noticia es que no tenemos que decir adiós a estas cucharadas de pura cremosidad refrescante cuando nos alimentamos con comida real. La noticia quizá menos buena es que no tendrás más remedio que hacértelo tú mismo, ya que las versiones comerciales están repletas de ingredientes lejos de ser ideales. En realidad, hacer tu propio helado puede ser muy divertido y gratificante. Imagínate lo satisfecho que te sentirás cuando sirvas este helado (o alguno de los muchos que todavía están por llegar) y digas: Lo he hecho yo. Lo he hecho yo. Además, siempre he dicho que el mejor uso de tu tiempo en la cocina es preparar cosas que no puedes comprar. Y este helado es una de esas “cosas”.
Bola helado de fresa cremoso, sin lácteos Qué ganas tenía de compartir esta receta con vosotros. Y lo que más me ilusiona es el hecho de que finalmente he conseguido que un helado casero, apto para nosotros, se mantenga cremoso incluso después de varios días en el congelador. El secreto, básicamente, está en el uso de un ingrediente: la harina de arrurruz*. Esta harina previene la formación de cristales de hielo en tu helado y te permite guardarlo en el congelador sin que se vuelva duro como una piedra.
Fresas frescas Esta receta la preparo con una heladera. Antes de comprar una, y salvo un intento menos ideal de lo que hubiera deseado, nunca me había aventurado a hacer helados “de verdad”. Estos aparatos son una buena inversión para familias paleo, en especial las que tienen hijos, porque te abren el camino a una gran cantidad de posibilidades deliciosas. Son una maravilla, no son caras y te ahorran mucho tiempo y esfuerzo. Ésta es la heladera que me trajeron los reyes, su funcionamiento es sencillo y muy eficaz. La cubeta está felizmente instalada en mi congelador y lista para preparar un rico sorbete para refrescarnos en cualquier momento. En 20 minutos, o a veces menos, ya tenemos listo un delicioso y cremoso helado. Vamos, que no me arrepiento de tener este gadget en casa.
Leche de coco + fresas = helado Pero creo en la igualdad de oportunidades para la elaboración de helados; incluso si no tienes heladera, deberías de poder preparar un delicioso helado en casa. Sí, ya hemos visto que una heladera no tiene por qué ser cara, pero ocupa un espacio valioso en cocinas pequeñas o en congeladores que están llenos hasta los topes, y puede que no quieras tener un aparato más por casa. Fruta fresca de verano, fresas

Hacer helado sin heladera

Sin duda es posible hacer helado sin uno de estos gadgets de cocina. Al fin y al cabo, los helados ya se elaboraban antes de que existieran. Lo que sí está claro es que estos métodos llevarán más tiempo y esfuerzo.

Método A
  1. Prepara la mezcla según la receta que hayas elegido, viértela en un recipiente y métela en el congelador.
  2. A los 45 minutos, revuelve la mezcla de forma enérgica con una espátula o una varilla.
  3. Este proceso hay que repetirlo cada 30 minutos hasta que el helado esté congelado, suele tardar entre 2 y 3 horas. Para obtener mejores resultados, puedes utilizar unas varillas eléctricas o una batidora de mano.

Fuente: How To Make Ice Cream Without a Machine | David Leibovitz

Método B
  1. Llena un bol muy grande hasta la mitad con cubitos de hielo y medio vaso de sal. Anida un cuenco más pequeño en el hielo, intentando que éste se encuentre completamente rodeado de hielo. Vierte la mezcla de helado en este cuenco.
  2. Bate la mezcla, a mano o con una batidora de mano, durante 10 a 15 minutos. Luego cubre con un paño limpio y mete los dos recipientes en el congelador durante 45 minutos.
  3. Pasado ese tiempo, saca los recipientes del congelador y vuelve a batir durante 5 minutos más. En este momento la mezcla debería tener la textura de una mousse helada.
  4. Cubre la mezcla con film transparente y mete el cuenco pequeño en el congelador durante al menos dos horas, o toda la noche.

Fuente: How To Make Ice Cream Without an Ice Cream Machine | theKitchn Helado de fresas (paleo, comida real)


*Harina de arrurruz: se consigue deshidratando y moliendo el tubérculo que tiene el mismo nombre, pariente del kudzu. Es básicamente un almidón y es ideal para añadir ligereza a una receta y para espesar salsas. Puede reemplazar la maizena 1:1. Si no consigues esta harina, podrías sustituirla por almidón de yuca para elaborar estos helados.

5.0 from 5 reviews
Receta: Helado de Fresa (sin lácteos, sin azúcar refinado)
 
Tiempo de Preparación
Tiempo Total
 
Para: 8 raciones
Ingredientes
  • 500 ml de leche de coco
  • 2 cucharadas de sirope de arce o miel
  • 1 cucharada y media de harina de arrurruz (en su defecto se podría utilizar harina de yuca)
  • 3 yemas de huevo
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 2 tazas de fresas, picadas
  • 1 cucharada de vodka (opcional, pero recomendable para mejorar la consistencia)
  • Zumo de medio limón
Instrucciones
Instrucciones para preparar la natilla usando Thermomix
  1. Vierte la leche de coco, sirope de arce o miel, harina de arrurruz y yemas de huevo en el vaso. Programa 13 minutos, temperatura 90º, velocidad 3. Cuando haya terminado, programa 3 minutos en velocidad 2, sin temperatura. (continúa en el paso 4)
Instrucciones para preparar la natilla en cazuela
  1. Vierte la leche de coco, sirope de arce y harina de arrurruz en un cazo y calienta a fuego medio-bajo, removiendo de vez en cuando, sin que la mezcla llegue a hervir. Retira del fuego.
  2. En un bol aparte, bate bien las yemas. Añade a las yemas medio cacito de la leche caliente, sin dejar de remover, para que éstas no cuajen.
  3. Vierte la mezcla con las yemas en el cazo con el resto de la leche y calienta a fuego lento, removiendo constantemente hasta que se haya espesado (unos 6 – 8 minutos). No permitas que hierva. La natilla estará lista cuando se adhiera al dorso de una cuchara de madera y deje una línea bien marcada al pasar el dedo.
  4. Retira del fuego, añade el extracto de vainilla y enfría la crema en un bol. Refrigera durante toda la noche.
  5. Mezcla las fresas picadas con el vodka y el zumo de limón. Deja macerar al menos 2 horas en la nevera.
  6. Cuando la crema esté bien fría, échala por el bocal de la heladera, junto con las fresas maceradas, y sigue las instrucciones del fabricante.
  7. Cuando el helado esté listo, pásalo a un recipiente con tapa y consérvalo en el congelador.

Receta: Helado de Melocotón y Albahaca (sin lácteos, sin azúcar refinado)

$
0
0

Receta: Helado de Melocotón y Albahaca Cuando parece que hay poco en el mundo que tiene sentido, una de las cosas de la vida que permanece constante es la comida. No importa lo que te espere el día de hoy ni los retos que tengas por delante; siempre puedes encontrar el equilibrio en la cocina. No existe nada más reconfortante que una taza de caldo; ver cómo gotea el suero al colar el requeixo o el kefir siempre resultará relajante e hipnótico, y comer hortalizas y frutas directamente de la planta nunca dejará de ser revitalizante y estimulante.
Helado de melocotón sin lácteos, sin azúcar refinado En la cocina, la combinación de compañía y comida se juntan de una manera maravillosa. Es un lugar en el que compartir nuestras vidas, nuestros retos, nuestras alegrías. Es un lugar de paz. Nunca sabremos qué nos depara el mañana, pero sé que estaré sujetando una taza de caldo, envuelta cómodamente en mis manos, y con confianza en mi interior para afrontar los desafíos que me presenta la vida. De eso estoy segura.
Otra cosa de la que estoy segura es de la combinación de melocotones frescos, albahaca aromática y la acidez del limón… y el helado cremoso. Estoy muy segura del helado.
Helado de melocotón a la parrilla y albahaca (paleo, sin lácteos) Y es que de verdad, ¿qué va mejor con el verano que el helado? En un cucurucho (próximamente) o en un vasito, sencillo o complicado… ¡todos me sirven!
Una de las mejores cosas del verano es la exuberancia y la fertilidad de la tierra, la abundancia de hortalizas… y, en especial, toda esa maravillosa fruta fresca. Nunca he sido una apasionada de las peras o de las manzanas, pero me encantan las bayas, las cerezas y los melocotones. El otro día cogí unos preciosos melocotones, con ese perfume tan típico del verano, y un ramillete de albahaca fresca para preparar una ensalada de tomate, y fue en ese instante cuándo esos dos aromas se juntaron en una combinación perfecta en mi sistema límbico para crear esta sinfonía en forma de humilde helado.
Helado de melocotón con leche de coco Como siempre, el éxito de tu proyecto culinario dependerá en gran parte de la calidad de tus ingredientes; por ello, hagas lo que hagas, y cocines lo que cocines, comienza siempre por los mejores ingredientes que puedas conseguir. Eso y, como me dijo alguien muy especial hace unos días, atención y paciencia. Y, por supuesto, cariño. Helado de melocotón al grill con infusión de albahaca, sin lácteos

5.0 from 2 reviews
Receta
 
Tiempo de Preparación
Tiempo Total
 
Para: 8 raciones
Ingredientes
  • 3 melocotones medianos
  • 1 cucharada de ghee o aceite de coco
  • 1 cucharada de vodka (opcional, pero recomendable para mejorar la consistencia)
  • Zumo de medio limón
  • Un puñado de hojas de albahaca fresca, aproximadamente una taza
  • 500 ml de leche de coco
  • 1 cucharada de sirope de arce o miel
  • 1 cucharada de harina de arrurruz (en su defecto se podría utilizar harina de yuca/tapioca)
  • 3 yemas de huevo
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
Instrucciones
Preparar los melocotones
  1. Corta los melocotones en dados pequeños (puedes pelarlos si quieres, aunque yo no lo hago).
  2. Calienta una sartén con el ghee y saltea el melocotón hasta que esté dorado.
  3. Otra opción sería cortar los melocotones por la mitad, retirar el hueso, pincelar con el ghee derretido, asarlos a la parrilla y posteriormente cortarlos en dados.
  4. Mezcla los dados de melocotón con el vodka y el zumo de limón. Deja macerar unas 2 horas en la nevera.
Infusión de albahaca
  1. Calienta 250 ml de la leche de coco en una cazuela hasta que comienza a hervir. Apaga el fuego y añade las hojas de albahaca. Deja infusionar durante 1 o 2 horas a temperatura ambiente.
  2. Al cabo de este tiempo, cuela la mezcla infusionada a través de un colador de malla fina, presionando sobre las hojas para extraer la mayor cantidad de sabor que puedas, luego desecha la albahaca.
Instrucciones para preparar la natilla usando Thermomix
  1. Vierte la leche de coco infusionada y los 250 ml restantes, sirope de arce o miel, harina de arrurruz y yemas de huevo en el vaso. Programa 13 minutos, temperatura 90º, velocidad 3. Cuando haya terminado, programa 3 minutos en velocidad 2, sin temperatura. (continúa en el paso 4)
Instrucciones para preparar la natilla en cazuela
  1. Vierte la leche de coco infusionada y los 250 ml restantes, sirope de arce y harina de arrurruz en un cazo y calienta a fuego medio-bajo, removiendo de vez en cuando, sin que la mezcla llegue a hervir. Retira del fuego.
  2. En un bol aparte, bate bien las yemas. Añádeles medio cacito de la leche caliente, sin dejar de remover, para que éstas no cuajen.
  3. Vierte la mezcla con las yemas en el cazo, con el resto de la leche, y calienta a fuego lento, removiendo constantemente hasta que se haya espesado (unos 6 – 8 minutos). No permitas que hierva. La natilla estará lista cuando se adhiera al dorso de una cuchara de madera y deje una línea bien marcada al pasar el dedo.
  4. Retira del fuego, añade el extracto de vainilla y enfría la crema en un bol. Refrigera durante toda la noche.
  5. Cuando la crema esté bien fría, échala por el bocal de la heladera, junto con el melocotón asado y macerado, y sigue las instrucciones del fabricante (instrucciones para mantecar helado sin heladera en este post).
  6. Cuando el helado esté listo, pásalo a un recipiente con tapa y consérvalo en el congelador.
Notas
Si vas a utilizar una heladera para preparar el helado, no olvides congelar la cubeta durante 24 horas (o el tiempo que indique el fabricante de tu aparato)

Receta: Cucuruchos, barquillos y tulipas sin gluten

$
0
0

Receta de cucuruchos y barquillos sin gluten ¿Eres de cucurucho o de vasito? Debo admitir que hace años que soy de vasito. Y no por ser una maniática del orden o de la limpieza, que no es capaz de disfrutar de su helado una vez que empieza a derretirse y a gotear en el cucurucho porque te has entretenido demasiado tiempo en chupar la bola del susodicho. No, eso no me molestaba. De hecho, era parte del encanto. La razón, sencillamente, es que estaba convencida de que el cucurucho era una de esas cosas que había dejado atrás, para siempre, porque nunca sería capaz de encontrar una versión hecha sin cereales. En realidad, tampoco tenía demasiada importancia y no volví a pensar en ello.
Hasta hace unos días… Cuando Mayte, una amiga y lectora del blog, me dijo: “Oye, ¿no podrías hacer una versión de un cucurucho con aquellos tacos que subiste hace tiempo al Facebook?” Y hasta ese momento, nunca se me había ocurrido que podríamos hacer nuestros propios cucuruchos para el helado. Menuda idea, ¿verdad? Los cucuruchos parecen una de esas cosas que se compran en una tienda, pero claro, estas cosas, en un momento dado, se hacían a mano en alguna cocina. Fue entonces cuando se activaron mis recuerdos, ese cucurucho crujiente, crocante, es realmente la pareja perfecta del helado.
Receta de cucuruchos sin gluten La historia del cucurucho comienza a principios del siglo pasado, cuando el helado ya era muy popular. En 1904, en la feria mundial de St. Louis, había más de 50 vendedores de helado, vendiendo más de 19,000 litros de helado al día. Paul Dickson, en su libro “The Great American Ice Cream Book”, nos cuenta que Ernest Hamwi era uno de los vendedores de la feria, pero no vendía helado sino una especie de gofre (zalabia). La historia cuenta que un día un hombre llamado Fornachou se quedó sin vasitos para servir su helado. A Hamwi se le ocurrió enrollar uno de sus gofres para formar un cono y le dijo a Fornachou que metiera una bola de su helado en la boca de la cornucopia. Este invento fue un éxito entre los clientes de Fornachou y al momento se formaron colas larguísimas en su puesto para probar el helado servido de esta manera. El éxito fue tal que se empezaron a fabricar moldes para elaborar estos conos, y el cucurucho ganó tal popularidad que en 1924 los americanos estaban consumiendo más de 245 millones de cucuruchos al año.
Cucuruchos de helado sin gluten Pero me desvío de lo verdaderamente importante. En mi historia particular de la búsqueda del cucurucho casero sin gluten, lo siguiente era pensar cómo lo llevaría a cabo. La idea de Mayte no iba a funcionar, así que le di a las neuronas.  La mayoría de cucuruchos y barquillos comienzan como una especie de teja, es decir, una galleta muy fina que se enrolla en forma de cono mientras sigue caliente. En cuestión de minutos, la idea de la receta en sí tomó forma en mi cabeza, los ingredientes, las proporciones ideales para conseguir una textura crujiente y ligera. Pero había un problema: no tengo plancha barquillera y había que buscar la forma de hacerlos con los medios que tengo en casa. Primer intento, en cuanto a textura y sabor, perfecto. La forma y el grosor era otro cantar, pero había esperanza. Así que juntamos cabezas, mi marido y yo. Además, él se ocupó de solucionarme el siguiente obstáculo: el molde para darles forma a los cucuruchos. Éste requiere un poco de ingeniería. Pero no te preocupes, es muy sencillo. Nivel manualidades básicas del cole. Necesitamos cartulina y papel de aluminio. Cortamos la cartulina en forma de triángulo, formamos un cono, forramos con el aluminio, et voilà:
Molde para hacer cucuruchos sin plancha barquillera Después de probar distintos métodos, hemos dado con la forma ideal para conseguir estos cucuruchos finos, crujientes y que mantienen la estructura sin romperse, sin necesidad de usar una plancha barquillera. Si tienes una, adelante, ese trabajo que te ahorrarás. También puedes formar tulipas poniendo la masa cocinada sobre el culo de un vaso o entre dos flaneras pequeñas, o hacer barquillos, pero como más nos ha gustado es en forma de cucurucho.
Si quieres, también puedes variar la receta añadiendo unas semillas de chia a la masa, aportarán una textura todavía más crujiente, sustituyendo una cucharada de harina de trigo sarraceno por una de cacao en polvo, o incluyendo un poco de ralladura de limón o de naranja en la masa. Tu imaginación es el límite.
Cucuruchos, barquillos, tulipas (sin gluten, paleo) PD. Se entiende que ésta es una alternativa mucho mejor y más saludable que los cucuruchos comerciales, pero siguen siendo una indulgencia ocasional.

5.0 from 3 reviews
Receta: Cucuruchos, barquillos y tulipas sin gluten
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Importante: Para cocinar los cucuruchos, necesitarás una plancha o una sartén grande en la que quepa otra sartén o cazuela pesada (u otro tipo de peso similar con fondo liso). Yo he utilizado una de mis sartenes de hierro de Le Creuset. Como hay que trabajar rápido, lo mejor es hacerlo en equipo: una persona se encarga de echar la masa sobre la plancha y la otra de cubrirla inmediatamente con un papel de hornear y poner el peso encima (simulando la acción de la plancha barquillera) para extender la masa. Es posible que necesites un par de intentos hasta que le cojas el truquillo, las que no te hayan salido bien las puedes seguir tostando en la plancha y servir a modo de barquillos.
Para: 6 cucuruchos
Ingredientes
Instrucciones
  1. Empieza a montar las claras de huevo con el cremor tártaro y cuando comiencen a espesar, añade el azúcar de coco y el extracto de vainilla. Las claras tienen que quedar firmes y formar picos.
  2. Pon la gelatina en una taza y añade media cucharada de agua. Mezcla bien y deja reposar.
  3. En un bol, tamiza las harinas. Añade la mantequilla y la gelatina. Cuando esté bien integrado, echa las claras montadas, de cucharada en cucharada, y mezcla con suavidad hasta que la masa quede homogénea.
  4. Calienta la plancha o sartén grande (te remito a mis recomendaciones al principio de la receta) a temperatura media, corta un papel de hornear del tamaño de la base de la sartén (u otro objeto) que vayas a utilizar como peso, ten a mano el molde y una espátula, y comienza la cadena de montaje.
  5. Echa una cucharada de masa sobre la plancha. Inmediatamente cubre con el papel y coloca el peso encima, haciendo presión para conseguir un círculo de masa fino de unos 15 cm de diámetro (este es el paso en el que conviene tener a un ayudante ya que es necesario trabajar rápido para que no se endurezca la masa). Retira el peso y el papel.
  6. En cuanto esté cuajada y puedas despegarla con la espátula, dale la vuelta, coloca el molde encima y enrolla la masa, con cuidado de no quemarte, formando el cucurucho y pellizca el pico para intentar cerrarlo. Sube un poco el calor de la plancha y ve girando el cono para dorarlo por todos los lados, comenzando por la unión.
  7. Repite hasta formar 6 cucuruchos. Si al día siguiente te han sobrado, puedes tostarlos durante unos 10 minutos en el horno a 200º para que vuelvan a ponerse crujientes.

Comparte con Eva: Ensalada Tabbouleh con Amaranto

$
0
0

Receta: Ensalada Tabbouleh con Amaranto (sin gluten) Cuando empiezo a ver a mis gatas tiradas por el suelo, ya es señal de que el verano anda cerca. Y según van aumentando las temperaturas, también suelen aumentar las ganas de comer algunos platos más frescos y ligeros. Por ello, cuando hace un par de semanas vi que una de las más fieles seguidoras del blog además de muy buena cocinera (si no me equivoco ha hecho casi todas las recetas que he publicado por aquí) subió una foto de un tabbouleh que había preparado con amaranto en grano al grupo de Facebook de #miretopaleo no dudé ni un momento en pedirle que compartiera su receta con todos los lectores de Eva Muerde La Manzana. Si quieres saber más sobre el amaranto, te dejo el enlace a una receta que publiqué el año pasado utilizando este ingrediente, en la que comparto algunas de sus características nutricionales.
De lo contrario, te sugiero que pases directamente a la receta de Lucía y disfrutes de la frescura de este tabbouleh.

5.0 from 1 reviews
Mini Receta: Ensalada Tabbouleh con Amaranto
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Autor:
Para: 4 personas
Ingredientes
Para el amaranto
  • 1 taza de amaranto en grano, remojado la noche anterior
  • 2 tazas de caldo de pollo
  • 1 cucharada de ghee
  • 1 pizca de cayena en polvo (Opcional)
  • Sal
Para la ensalada
  • 3 tomates maduros, cortado en trocitos
  • 1 cebolla, picada
  • 1 pepino, picado
  • 1 taza de hierbabuena fresca, picada
  • 1 taza de perejil fresco, picado
  • Amaranto cocinado del paso anterior
  • Sal
  • Pimienta (Opcional)
  • 2-3 cucharadas de aceite de oliva
  • zumo de medio limón
Instrucciones
Amaranto
  1. Enjuaga bien el amaranto que has tenido remojando desde la noche anterior.
  2. En una cazuela pon la cucharada de ghee, y cuando esté caliente agrégale el amaranto y remuévelo para que se mezcle bien, aproximadamente 2 minutos.
  3. Añade el caldo de pollo, llévalo a ebullición, baja el fuego y cocínalo durante aproximadamente 20 minutos o hasta que el amaranto haya absorbido todo el caldo y el grano esté algo suelto.
  4. Añade la sal, cayena y mezcla todo bien.
Ensalada
  1. Mezcla todos los ingredientes de la ensalada exceptuando el aderezo (sal, pimienta, aceite de oliva y el zumo del limón) y reserva.
  2. Mezcla el amaranto junto con la ensalada y añade el aliño.
  3. Sírvelo después de haberlo dejado enfriar un poco en la nevera ¡y a disfrutar!

¿Se te da bien cocinar y fotografiar? ¿Tienes alguna receta estrella de comida real que quieras compartir con todos nosotros? Si es así, envíame un mail a través del formulario de contacto con tu propuesta.

Mini Receta: Porridge de Teff con Plátano, sin gluten y sin lactosa

$
0
0

Mini Receta: Porridge de Teff con Plátano, sin gluten y sin lactosa Ayer han empezado a bajar las temperaturas y este cambio nos recuerda que se acerca el otoño. Y con el otoño van apeteciendo otro tipo de desayunos, más calentitos y reconfortantes. Por eso hoy te presento estas gachas hechas con teff, un cereal sin gluten procedente de Etiopía y Eritrea. Tiene un sabor suave como a nuez, y unas propiedades nutricionales muy interesantes. Su equilibrio de aminoácidos es excelente, y es alto en proteína, calcio y hierro. Una de las especialidades etíopes es el injera: un pan plano, como una torta, y fermentado, que es el complemento ideal para las especias exóticas de sus platos regionales. El teff molido también se puede usar para hacer masas para tartas y quiches, galletas, panes y otras masas. Y cuando se cocina con agua o caldo, se asemeja a la polenta de maíz y se puede servir de la misma manera que ésta.
Este porridge es delicioso y te animo a que lo pruebes porque estoy convencida de que te va a encantar. Y si te sobra algo, se te solidificará en la nevera (igual que la polenta), así que a la mañana siguiente sólo tendrás que añadir un poco más de leche de coco o almendra y recalentar.

5.0 from 1 reviews
Mini Receta: Porridge de Teff con Plátano, sin gluten y sin lactosa
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 3-4
Ingredientes
Instrucciones
  1. Remoja el teff en agua durante la noche.
  2. Por la mañana, cuélalo usando un colador de malla muy fina, o a través de una tela de quesero. Échalo a una cazuela, junto con el agua, la leche, el aceite de coco, la canela y la sal.
  3. Calienta a fuego alto hasta que rompa a hervir, y luego baja a fuego medio, tapa la cazuela y cocina durante unos 20 minutos, removiendo de vez en cuando para que no se pegue al fondo.
  4. Cuando falten unos 5 minutos añade el plátano. El teff tendría que estar blando y cremoso. Es posible que necesites añadir un poco más de líquido (leche o agua) para que no espese demasiado.
  5. Cuando esté hecho, retira del fuego y deja que repose 5 minutos antes de servir. Sirve en boles, esparce los frutos secos por encima, un poquito de miel o sirope de de arce y, si quieres, decora con una rodajas de plátano.

Receta: Patacones o Tostones de Plátano Macho

$
0
0

Receta de Patacones o Tostones de Plátano Macho Los tostones o patacones, plátano macho que se fríe dos veces, son un acompañamiento tradicional en muchos países de Centro y Sudamérica, y del Caribe. Cuando se cocinan usando una grasa saludable como la manteca de cerdo, aceite de coco o ghee, son una maravillosa opción para integrar en tus comidas paleo. Los patacones son una preparación que le pega a casi todo: huevos, carnes, ceviche, guacamole y otros dips. Esta receta es sin gluten, paleo, primal e ideal si necesitas añadir hidratos de calidad a tu alimentación.
Tengo una fascinación por el plátano macho y lo irás comprobando en futuras recetas. No te confundas, no se trata de un plátano normal que va sobrado de testosterona. El plátano macho es diferente, bastante más grande, tiene más almidón y menos azúcar que un plátano normal, y se puede comer tanto verde como maduro. Es una de las fuentes de “almidones seguros” más deliciosa y nutritiva, por no decir que es un ingrediente extremadamente versátil. Es rico en potasio, vitamina B6, vitamina C, betacaroteno y una muy buena fuente de fibra, y en crudo (chips deshidratados) o cocinado a bajas temperaturas, contiene una buena cantidad de almidón resistente.
Puedes comprar plátanos macho verdes, amarillos o negros. Para esta receta es muy importante que estén bien verdes.
Patacones de plátano macho ¿Y cómo se hacen? Sencillo: pela, corta, fríe, machaca, fríe una vez más… Imagínatelo. ¿Se te hace la boca agua?
¿Y cuándo se cocinan? Cuando quieras, como aperitivo, acompañamiento, para una fiesta de picoteo, para una comida con tu familia o para ver la peli del sábado noche. Créeme, una vez que los pruebes, vas a querer comerlos siempre. Si, se volverán una necesidad. Quedas avisado. Su textura crujiente por fuera, los sabores, ese toquecito de sal… ME GUSTAN TANTO. Ah, una cosita más: ME GUSTAN TANTO.
(PD. Aprende a pelar el plátano macho en este post. Y de paso, prueba la receta. Te lo prometo, te va a gustar casi tanto como ésta.)

Receta: Patacones o Tostones de Plátano Macho
 
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Para: 2-4 raciones
Ingredientes
Instrucciones
  1. Pela los plátanos macho y córtalos en rodajas de poco más de 2 cm.
  2. Calienta a fuego medio-alto (si tienes un termómetro debería llegar a 180ºC) suficiente grasa o aceite para que las rodajas se sumerjan hasta aproximadamente medio centímetro. Cuando el aceite esté caliente, añade el plátano con cuidado.
  3. Fríe durante 3-5 minutos en cada lado hasta que se hayan dorado ligeramente. Saca las rodajas y escurre sobre un papel de cocina.
  4. Coloca las rodajas de plátano sobre una tabla de madera y aplástalas con el culo de un vaso hasta que tengan aproximadamente medio centímetro de grosor.
  5. Vuelve a freírlas, teniendo cuidado de que no se quemen, unos 3 minutos por cada lado o hasta que adquieran un precioso color dorado y estén crujientes.
  6. Vuelve a los patacones sobre un papel de cocina, échales una buena sal (sería perfecto una buena flor de sal), y si quieres alguna otra especia, y a disfrutar.

 

Receta: Yogur de Coco

$
0
0

Receta yogur de coco Si hubiese apartado un euro cada vez que alguien me ha preguntado cómo se hace el yogur de coco, ahora me podría dedicar a limarme las uñas. Vale, exagero un poco, y además lo de limarme las uñas no es un pasatiempo con el que me sienta especialmente realizada. De hecho, no recuerdo cuándo fue la última vez que lo hice. Aunque sé que el cuidado de mis uñas te interesa muchísimo, volvamos al tema de este post: la elaboración del yogur de coco casero.
Hay muchas formas distintas de hacerlo, y aunque no es difícil, para evitarte un poco de frustración en la cocina, he convertido la mía en un pequeño laboratorio I+D+I para compartir mis resultados y descubrimientos contigo. Sólo necesitas hacerte con unos cuantos ingredientes y material, y nos podemos poner manos a la obra para hacer este delicioso yogur sin lácteos. Yogur de coco cremoso

¿Cómo Se Hace El Yogur De Coco?

Cuando hacemos yogur de leche de vaca, el proceso depende de bacterias para espesarlo, darle ese sabor ácido característico y aportar un buen puñado de probióticos beneficiosos. Sin embargo, la estructura de la leche de coco es distinta a la de la leche animal, y por esta razón tenemos que emplear otros métodos para conseguir un yogur cremoso y que podamos tomar con cuchara: por una parte, un probiótico en polvo que contenga las bacterias adecuadas por sus beneficios para nuestra salud y el sabor ácido, y por otra un espesante, gelatina en polvo, almidón de yuca, arrurruz o agar agar. Tenemos bastantes variables en este experimento, así que más allá de los resultados que a mí me han gustado más, recomiendo que hagas tus pruebas, porque lo que me funcione a mí puede que a ti no te funcione, dependiendo de la leche que escojas, el probiótico, las temperaturas, etc. Yo te diré exactamente lo que he utilizado, pero te animo a jugar un poco y descubrir los resultados que más te gustan. Cómo hacer yogur de coco

El Probiótico

Yo utilizo cápsulas de Bio-Kult porque son los probióticos de calidad que utilizo a diario (aparte de los alimentos fermentados que consumo) y porque me dan muy buen resultado para hacer yogur de coco. Al buscar un probiótico para hacer esta receta, echa un vistazo al paquete para ver las cepas que contiene. Necesitarás algunas de estas: Lactobacillus acidophilus, Bifidobacterium bifidum, Bifidobacterium lactis y Streptococcus thermophilus. También puedes usar unas 4 cucharadas de yogur, que hayas hecho anteriormente, por cada medio litro de leche.
En mi experiencia, he obtenido los mejores resultados utilizando el polvo de entre 2 y 4 cápsulas por medio litro de leche de coco, porque me gusta un yogur más ácido, pero puedes usar tan sólo 1 cápsula si te gusta más suave. Receta para hacer yogur de coco cremoso

La Leche De Coco

Escoge una leche de coco con un alto contenido en grasa y sin aditivos. Me gustan tanto con la leche de Aroy-D como la de Dr Goerg. También puedes usar leche de coco casera. Generalmente, la leche de coco en lata suele dar los resultados más cremosos, pero la leche en brik de Aroy-D es extremadamente densa y, siempre que puedo y a pesar de que las latas de Dr Goerg estén certificadas sin BFA, prefiero no utilizar productos enlatados. No te recomiendo usar bebidas de coco envasadas o leches con un bajo contenido en grasa para hacer yogur, ya que no funcionará, y tampoco recomiendo que utilices otras leches en lata. Yogur de coco, sin lácteos

El Espesante

Este ingrediente es totalmente opcional, pero depende del resultado que quieras conseguir. Normalmente, los yogures sin lácteos suelen ser bastante líquidos y si te gustan así, no pasa nada. Pero si prefieres un yogur más espeso, igual quieres añadir un espesante. Puedes usar gelatina de pasto en polvo, un almidón como la yuca o el arrurruz, o agar agar en polvo como alternativa vegana. Todas estas opciones son sencillas y dan buenos resultados. Si utilizas yuca/arrurruz obtendrás un yogur más espeso, muy parecido al griego, y con la gelatina tendrás un resultado muy similar en consistencia a un yogur normal.
Si no quieres añadir espesante, puedes probar la siguiente opción. En lugar de utilizar leche de coco, haz el yogur sólo con la capa súper densa que se forma en la parte superior de una lata de leche de coco cuando la refrigeras. Al ser muy espesa, no necesitarás espesante y podrás saltarte el paso de tener que calentar la leche. Pero ten en cuenta que el yogur va a salirte muy denso, así que es mejor usarlo en pequeñas cantidades para acompañar fruta o tortitas.
Otra forma de conseguir que tu yogur tenga la textura de un yogur griego es hacerlo como indico, espesado con gelatina, yuca o agar agar, y colarlo usando una tela de quesero durante 4 – 8 horas.
Yogur de coco cremoso, sin lácteos También puedes saltar a la segunda receta para ver otra opción totalmente distinta. Con esta opción se tarda un poco más, pero a la larga (en especial si queremos hacer yogur de forma continua) resulta más sencillo y da buenos resultados.
Un par de opciones más para espesar el yogur de coco serían, o bien añadir media cucharadita de psyllium en polvo a medio litro de yogur (lo mejor es mezclar una cucharada de yogur con el psyllium en un cuenco aparte y luego agregar el yogur + psyllium al resto del yogur) o añadir entre 1 y 2 cucharadas de semillas de chia a medio litro de yogur para obtener una especie de pudding de yogur.

4.0 from 1 reviews
Cómo hacer yogur de coco (versión 1)
 
Si no utilizas espesante, el resultado será parecido a un yogur líquido o kefir, perfecto para hacer batidos.
Ingredientes
Instrucciones
  1. Echa la leche de coco en una cazuela: Agita bien el brik de leche de coco y vierte 500 ml en una cazuela mediana.
  2. Añade el espesante: Si vas a espesar con yuca o arrurruz, antes de calentar la leche, aparta medio vasito y mezcla con el espesante hasta que se haya disuelto, luego echa esta mezcla a la cazuela. Si vas a espesar con gelatina o agar agar, espolvoréala sobre la superficie de la leche en la cazuela y calienta.
  3. Calienta la leche de coco: Pon la cazuela a fuego medio hasta que le leche comienza a hervir. Si has usado gelatina o agar agar, éstos comenzarán a derretirse. Bate la leche y baja el fuego. Sigue cocinando y batiendo durante unos minutos hasta que se disuelva la gelatina o que la yuca/arrurruz hayan espesado la mezcla.
  4. Enfría la leche: Enfría la leche hasta que llegue a unos 45ºC, o hasta que esté templada al tacto.
  5. Añade los probióticos: Abre las cápsulas sobre la leche y bate con un tenedor o una varilla. También puedes usar 4 cucharadas de un yogur de coco anterior.
  6. Deja que el yogur fermente y cuaje durante 24 horas: Echa la leche de coco en tarros/bote(s) esterilizados y ponles la tapa. Coloca los tarros en la yogurtera, y si no tienes, sigue las instrucciones de este post. Déjalo fermentar 24 horas.
  7. Enfría el yogur: Si ves que se ha separado en dos capas, remuévelo con una cucharita y luego pon el yogur fermentado en la nevera durante al menos 5-6 horas. Se solidificará según se vaya enfriando.
  8. Disfruta: Ya puedes disfrutar de tu delicioso yogur cremoso de coco. Consúmelo antes de 10 días.
4.0 from 1 reviews
Cómo hacer yogur de coco (versión 2)
 
Esta versión es mucho más sencilla y no requiere espesante, pero es más lenta y los resultados son menos consistentes. Cuantas más veces lo hagamos, irá cogiendo una consistencia más espesa hasta llegar incluso a parecerse a una créme fraîche o yogur griego, pero debemos tener un poco de paciencia.
Ingredientes
Instrucciones
  1. Haz la mezcla: Echa la leche a un bote de cristal con tapa y vierte el contenido de las cápsulas probióticas, mezclando bien con un tenedor.
  2. Deja que el yogur fermente durante 24 horas: Coloca la tapa sobre el bote sin enroscarla, en este caso queremos que circule el aire, pero protegiendo para que no entre polvo y otras partículas. Pon el bote a temperatura ambiente, por ejemplo en la cocina, en un sitio donde no se vaya a mover, durante 24 horas.
  3. Remueve y deja reposar otras 24 horas: Pasadas las primeras 24 horas remueve la mezcla, ésta debería de estar un poco más espesa aunque todavía líquida. Vuelve a colocar la tapa como antes y deja otras 24 horas a temperatura ambiente.
  4. Refrigera o continúa fermentando: Después de un total de 48 horas, el yogur debería formar una capa en la parte de atrás de una cuchara. Si lo refrigeras ahora, tendrá la consistencia de un yogur normal. Si lo dejas otras 12-24 horas, se espesará más.
  5. Vuelve a hacer más yogur: Cuando te queden unas 4 cucharadas vuelve a hacer el proceso, pero en lugar de utilizar las cápsulas para inocular, usa el yogur. Cuantas más veces hagas este proceso, más se espesará.

 

Viewing all 105 articles
Browse latest View live